Del inventor de «Fellaini, el cerebro» y «Young, el lateral» llega «Young 2: Ahora en punta».
— La media inglesa (@LaMediaInglesa) 10 de abril de 2016
1. De siembras y cosechas
El sábado, el Bournemouth venció por 1-2 en Villa Park ante el moribundo Aston Villa. La victoria coloca a los Cherries en undécima posición, ya salvados del descenso, mientras que el Villa ha evitado el descenso matemático gracias a las derrotas de Norwich y Sunderland pero no es más que una sentencia de muerte suspendida que se confirmará más pronto que tarde. El resultado del sábado y la posición en liga de uno y otro no son fruto de la casualidad. Con un breve paréntesis voluntario de año y medio, Eddie Howe ha sido el técnico de los Cherries desde 2008 y ha dirigido al club en las cuatro divisiones profesionales inglesas. En ese tiempo, el Villa ha tenido siete entrenadores diferentes. Esta temporada, el Villa se deshizo de sus tres pilares, Ron Vlaar, Fabian Delph y Christian Benteke. En enero, con el club desahuciado, renunciaron a gastar dinero en intentar una salvación utópica. El Bournemouth hizo lo contrario. Invirtió dinero en verano, lo volvió a hacer en enero y los resultados están aquí. Es la diferencia entre un propietario comprometido y otro que solo quiere deshacerse de su activo.
2. El pequeño secreto de Carroll
En sus inicios, Wayne Rooney se ganó a pulso cierta fama de pendenciero de la que no se deshizo hasta que formó una familia. El caso de Andy Carroll es similar. El delantero inglés ha encontrado la estabilidad emocional junto a su pareja Billi Mucklow y su hijo recién nacido. Aunque Carroll ya tenía dos hijos de una relación previa, ha sido la televisiva Mucklow quien parece haber ayudado al jugador del norte a sentar la cabeza. En sus dos últimas temporadas, Carroll ha disputado 1.027 y 1.093 minutos en Premier League. Un par de partidos más y superará esa cifra en el presente curso. Una vida más ordenada está ayudando a Carroll a recuperar su mejor forma física. Y con ella, los goles y las posibilidades de ser convocado por Roy Hodgson.
3. Hay formas y formas de descender
Newcastle y Sunderland, los dos grandes del norte, llevan demasiados años sumidos en una crisis institucional, comandada por sus respectivos dueños, Mike Ashley y Ellis Short. Ambos han transitado todo el curso por la zona baja de la tabla y han recurrido al reemplazo de timonel en busca de un giro de dirección. También ambos han echado la casa por la ventana en enero para tratar de dar a la plantilla el salto de calidad suficiente para alcanzar a sus rivales. Pero existe una diferencia: mientras Sam Allardyce dirigió las operaciones de traspaso del club en enero y ha imbuido al equipo de un renovado espíritu de lucha, el Newcastle es un equipo extenuado, resignado, muerto. Quizás ambos acaben en el mismo lugar. Pero al menos uno de ellos habrá plantado batalla hasta el último suspiro.
4. El casting Blue
Si nada por lo que jugar desde hace semanas y con un nuevo técnico anunciado a partir de julio, el único objetivo de Guus Hiddink en lo que resta de temporada parece ser dar oportunidades a los jóvenes para que cojan experiencia y se ganen un puesto en la plantilla de la próxima temporada. En este sentido, no tiene mucha lógica que Alexandre Pato o Radamel Falcao gocen de oportunidades en el equipo. Ninguno de los dos extenderá su cesión más allá del verano. En cambio, Bertrand Traoré, Kenedy y Ruben Loftus-Cheek parecen estar aprovechando sus más o menos escasas oportunidades. En este sentido, llama la atención que un club que este año disputará su quinta final de FA Youth Cup consecutiva no disponga de más canteranos en el primer equipo. Nathan Aké, Nathaniel Chalobah, Lucas Piazon, Lewis Baker, Islam Feruz, Andreas Christensen, Charly Musonda, Dominic Solanke o Izzy Brown participaron en esas finales. Todos forman parte de la creciente diáspora de cesiones de los jóvenes Blues.
5. Un tipo honrado
Manuel Pellegrini ya sabe que no será el entrenador del Manchester City la próxima temporada. Una vez descartado de la lucha por la Premier League, el ingeniero podría centrarse en la Champions League, donde aguarda un durísimo partido de vuelta ante el Paris Saint-Germain y olvidarse de la liga. Al fin y al cabo, ¿qué más le da que el City acabe la liga en tercer, cuarto o quinto lugar? En lugar de eso, podría reservar a sus jugadores para los partidos europeos en busca de una improbable gesta. Pero el ingeniero es un tipo honesto. Sabe que el club y Pep Guardiola necesitan competir en la próxima Champions League. Así que, ante el West Brom, dio la titularidad a Sergio Agüero, su jugador más determinante, a riesgo de que se lesione o se fatigue para el encuentro del martes. Y con empate en el marcador, dio entrada a Yaya Touré y Kevin De Bruyne, otros dos titulares en la vuelta ante el PSG. Pellegrini podrá ser acusado de no haber alcanzado los objetivos deportivos del club en su etapa en el Etihad. Pero no de deshonesto.
6. Martínez se queda sin tiempo
Por primera vez en los dos años y medio que lleva en el club, los aficionados del Everton expresaron de forma pública y manifiesta su descontento con Roberto Martínez. En Watford, dos pancartas mostraron claramente la postura de los aficionados. Una leía simplemente “Martínez out”, mientras que la otra rezaba “Baines is one of us”, en relación al cruce de declaraciones de esta semana entre el jugador y el entrenador. Leighton Baines afirmó que el equipo carecía de “química”, a lo cual el entrenador adujo que esas declaraciones se habían malinterpretado y que Baines ya había pedido disculpas a sus compañeros. Pero si fueron malinterpretadas… ¿por qué pedir disculpas?
7. Pardew respira
El Crystal Palace ganó su primer partido en liga desde el 19 de diciembre. Han sido casi cuatro meses de caída libre en la tabla hasta rozar el pozo del descenso. Ante el Norwich, el equipo de Pardew logró tres puntos vitales que no solo le permiten acercarse a la salvación matemática si no, sobre todo, poderse centrar en el auténtico objetivo del equipo esta temporada: la FA Cup. Gracias a esta victoria, Pardew podrá por fin preparar las esperadas semifinales de Wembley ante el Watford y rotar a sus jugadores para ese derbi londinense.
8. Las lágrimas de Ranieri
Cuando era técnico de la Roma, Claudio Ranieri vivió un tenso cara a cara con el Inter de Mourinho. Tras estar toda la temporada persiguiendo a los nerazzurros, la Roma logró adelantar a sus rivales del norte en la 33ª jornada. Pero una inesperada derrota en la 35ª ante la Sampdoria acabó dejando a la Roma y a Ranieri sin Scudetto. El técnico italiano ha arrastrado buena parte de su carrera una reputación de segundón, de eterno perdedor. Sus lágrimas tras concluir el partido ante el Sunderland son las de aquel que, en el ocaso de su carrera profesional, sabe que está a un paso de saldar una antigua deuda consigo mismo.
9. El último invento de Van Gaal
En menos de dos años al frente del Manchester United, Louis van Gaal ha colocado a Wayne Rooney como organizador, a Ashley Young como lateral o a Marouane Fellaini como delantero centro. Pero su última creación supera todas las anteriores. En el descanso del decisivo duelo ante el Tottenham, Van Gaal retiró a Marcus Rashford para dar entrada al ínclito Ashley Young. En esta ocasión no jugó como extremo izquierdo, su posición natural, ni a pierna cambiada, ni siquiera de lateral. El técnico holandés le situó en punta. Entre eso y la sustitución de Matteo Darmian por el enérgico Timothy Fosu-Mensah, el United acabó encajando tres goles en cinco minutos que le alejan de la Champions League.
10. La semana de Origi
Hasta esta semana, Divock Origi había marcado cinco goles en toda la temporada, distribuidos entre tres partidos. Llamado a grandes hitos tras su actuación en la Copa del Mundo de Brasil con Bélgica, su triste temporada cedido en el Lille rebajó las expectativas en torno a su futuro. Pero esta semana ha vuelto a disparar las esperanzas. El joven delantero coronó su excelente actuación frente al Borussia Dortmund en Europa League con un gol que puede ser crucial. Y remató la semana fantástica con un doblete ante el Stoke tras salir de cambio en la segunda parte. Con Origi en esta forma, será difícil que Sturridge abandone el banquillo a corto plazo y que Benteke no haga las maletas este verano en busca de entrenadores más interesados en sus características.