1. Una doble jornada más reveladora por abajo…
A falta de nueve jornadas, el horizonte comienza a clarificarse. Al menos en la parte baja de la clasificación. Las dos victorias consecutivas de Bournemouth y Swansea les alejan casi definitivamente de la quema. Mientras, los cuatro últimos clasificados siguen hundiéndose. Para comprender la pésima racha de los equipos en descenso basta con decir que el Sunderland ha logrado salir de la zona roja gracias a dos empates consecutivos. Las últimas victorias de Newcastle y Aston Villa en liga se remontan al 6 de febrero. El Norwich no gana un partido desde el 2 de enero. Es seguro decir que de estos cuatro equipos saldrán los tres descendidos de esta temporada. El derbi del noreste del 20 de marzo entre Newcastle y Sunderland está adquiriendo tintes dramáticos.
2. … que por arriba
El Leicester ha aumentado su ventaja en la cima de la clasificación pero las cosas distan mucho de estar resueltas. Solo once puntos separan a los cinco primeros clasificados, entre los que, por cierto, no se encuentran Manchester United y Liverpool, los dos equipos más laureados del país (¿qué tal eso como cambio de dinastía?). La candidatura del West Ham a la liga es poco más que una utopía pero los cuatro primeros mantienen intactas sus posibilidades. Si el Manchester City gana su partido pendiente, se colocaría en tercera posición a solo siete puntos del líder. Al Arsenal solo le queda un partido en la Champions League esta temporada, lo cual puede propulsar al equipo en el sprint final. El Tottenham sigue segundo pero tiene dos partidos asequibles (Aston Villa y Bournemouth) para recortar distancias. El Leicester sigue con paso firme a pesar de la sequía de sus delanteros titulares pero ahora entra en terreno desconocido. Su respuesta ante la presión externa y sus propias expectativas es una incógnita.
3. ¡A la calle!
Francis Coquelin abrió la veda en el partido inaugural del fin de semana con una expulsión tan justa como innecesaria. Le seguirían José Fonte (Southampton), Kevin Mirallas (Everton), James Milner (Liverpool) y Juan Mata (Manchester United). El balance de sus equipos fue de una victoria, dos empates y dos derrotas. Está demostrado estadísticamente que una expulsión es sinónimo de resultado adverso (no estamos descubriendo la pólvora, precisamente). La victoria del Liverpool en Selhurst Park es la excepción que confirma la regla. Además, la mayoría de estas expulsiones se produjeron por incidentes a priori inocuos y, sobre todo, evitables. Mirallas vio su primera amarilla por simular. Mata fue amonestado en primera instancia por obstaculizar el lanzamiento de una falta en medio campo. Es seguro intuir que más de uno se llevó una dura reprimenda en el vestuario.
4. ¿Una despedida por todo lo alto?
Boleyn Ground es el hogar del West Ham desde 1904. Este verano, los Hammers abandonarán su hogar para mudarse al Estadio Olímpico. Y tal vez lo hagan a ritmo de Champions League. El equipo de Slaven Bilic se ha encaramado a la quinta posición tras su victoria en Goodison Park por 2-3 y se ha situado a solo tres puntos del Arsenal, tercer clasificado. Además de Dimitri Payet, el mejor fichaje del club desde Carlos Tévez, la clave ha radicado en la forma del equipo en casa. Desde sus dos primeras derrotas en agosto, el West Ham no ha vuelto a sucumbir como local (7 victorias, 5 empates). Los últimos cinco partidos de liga en casa enfrentarán a los Hammers con Watford, Crystal Palace, Arsenal, Manchester United y Swansea. Si logran pleno de puntos, el año que viene el Estadio Olímpico se podría inaugurar a ritmo de Haendel.
5. Medidas drásticas
El Crystal Palace es el equipo en peor forma de la liga. Los Eagles no ganan un partido de Premier League desde el 19 de diciembre. Son ya doce jornadas de liga sin cosechar una victoria. Ni siquiera contra diez y con ventaja en el marcador fueron capaces de evitar una nueva derrota este domingo. Aunque Alan Pardew cargó con dureza contra Christian Benteke por el dudoso penalti que provocó (y marcó) en el minuto 94, quizás debería comenzar por hacer autocrítica. Pardew argumenta con razón que las bajas de Yohan Cabaye y Yannick Bolasie han supuesto un lastre para el equipo las pasadas semanas. Pero ya no puede argumentar que no tiene delanteros: Connor Wickham ha anotado cuatro goles en las últimas semanas y en enero llegó Emmanuel Adebayor para reforzar ese puesto. Quizás Pardew se ha centrado en demasía en la FA Cup, una competición que le trae buenos recuerdos de su etapa como jugador en el club, cuando marcó el tanto decisivo en la semifinal de 1990 ante el Liverpool. Más vale que el técnico vuelva a centrarse en la liga antes de que se encuentre sumido en una lucha por el descenso… contra el Newcastle.
6. El crédito menguante de Martínez
Ya hemos hablado muchas veces sobre el Everton, uno de los equipos con una plantilla más equilibrada y talentosa de la liga. Las expectativas en el club se dispararon tras la temporada de debut de Roberto Martínez, en que finalizó en quinto lugar. A partir de ahí, todo ha ido de mal en peor. La temporada pasada, los Toffees acabaron en undécimo lugar y fueron apeados de la Europa League en octavos de final por el Dinamo de Kiev. Este curso, el equipo va camino de repetir un puesto similar al pasado. Este mediocre rendimiento pone en tela de juicio la continuidad de los mejores jugadores del club, como John Stones, Romelu Lukaku o Gerard Deulofeu. Por no mencionar la continuidad del propio técnico. El nuevo dueño, el iraní Farhad Moshiri, posiblemente no tenga la paciencia de Bill Kenwright con los entrenadores. Martínez esté compitiendo contra el reloj para salvar su puesto.
7. Mourinho y los jóvenes
José Mourinho nunca ha sido un entrenador que apostara decididamente por los jóvenes, como Louis van Gaal, Mauricio Pochettino o Jürgen Klopp, por citar solo algunos ejemplos de la presente liga. Sin embargo, por primera vez en su carrera, el portugués está dando minutos a los jóvenes. Aunque sea indirectamente. El pésimo andar del equipo en la liga ha provocado que los Blues ya no se jueguen nada en la competición local y hayan apostado todas sus fichas en la FA Cup y la Champions League. Así que Guus Hiddink está aprovechando la tesitura para dar una oportunidad a los jóvenes de la casa. Ante el Stoke, Bertrand Traoré fue titular en punta, mientras que Ruben Loftus-Cheek salió en la segunda parte. Entre semana, ante el Norwich, el brasileño Kenedy volvió a contar con una nueva oportunidad en el lateral izquierdo. Viendo esta situación, más de algún jugador del Vitesse se debe estar tirando de los pelos.
8. Hay veces que es mejor no tocar nada
A pesar de su acomodada situación en la tabla, el Watford fue uno de los equipos más activos en el mercado de enero. Nordin Amrabat y Mario Suárez, dos viejos conocidos de la liga española, se sumaron al carro de Quique Sánchez Flores. Además, los Hornets incorporaron a Abdoulaye Doucouré y Adalberto Peñaranda pero se quedaron cedidos en la franquicia española de la familia Pozzo (antiguamente conocida como Granada Club de Fútbol). Desde que arrancó febrero, el Watford ha ganado un partido (contra el Palace, así que no cuenta), ha empatado dos y ha perdido tres. Un flojo bagaje para un equipo que parecía destinado a una cómoda posición en mitad de tabla. Tantas idas y vueltas en el vestuario parecen haber descentrado al equipo, después de los esfuerzos de Quique por encontrar su mejor once a principio de temporada, cuando llegó a entrenar con una cuarentena de jugadores.
9. Un héroe inesperado en el derbi
Los aficionados de los Gunners se temían lo peor en el derbi del norte de Londres. Y no solo por sus tradicionales vaivenes deportivos sino sobre todo por la ausencia de Petr Cech, el experimentado guardameta checo que ha llevado la tranquilidad a la nerviosa zaga del Arsenal. David Ospina cuajó una buena temporada de debut pero eso no fue suficiente como para evitar que Arsène Wenger dejara escapar la posibilidad de fichar a Cech este verano. Ospina cometió un error de bulto en la Champions League esta temporada ante Olympiakos que casi deja fuera a los Gunners a las primeras de cambio. Sin embargo, el colombiano fue el mejor del Arsenal en White Hart Lane con paradas de méritos de todos los colores que mantuvieron a su equipo en el partido. Si los Gunners acaban ganando la liga convendrá recordar que parte del éxito recae en los guantes de Ospina.
10. El rey
A estas alturas, cualquier aficionado al fútbol inglés que se precie es capaz de recitar de corrido la alineación del Leicester. Pero pocos se acuerdan de los suplentes habituales de Claudio Ranieri, como Jeffrey Schlupp, Leo Ulloa, Daniel Amartey, Demaray Gray y, por supuesto, Andy King. El centrocampista es uno de los dos jugadores de la plantilla (el otro es el ghanés Schlupp) formado en las categorías inferiores de los Foxes y forma parte del equipo desde la época en que vagaba por League One. Ante el West Brom, King fue titular por la lesión de N’Golo Kanté y coronó una actuación brillante con un gol de hermosa factura. A pesar de eso, Ranieri le relegó de nuevo al banquillo tras la recuperación de Kanté. Pero en el descanso del partido del sábado ante el Watford, Ranieri reaccionó ante la pérdida de control de los Foxes dando entrada a King. Con su presencia junto a Drinkwater y Kanté, el equipo mejoró notablemente en la parcela medular y se acabó llevando una victoria fundamental. «Aquí, el jefe es el equipo», dijo Ranieri tras el partido. Pues eso.