Los delanteros de los Spurs: – Uno solo marca de penalti – Otro admite que le gusta Justin Bieber – Al 3º le hace brujería su madre
— La media inglesa (@LaMediaInglesa) diciembre 3, 2014
El Leicester se convirtió en una de las sorpresas positivas de las primeras jornadas de la Premier League tras sumar 8 de los primeros 15 puntos, incluyendo tres frente al Manchester United en una espectacular victoria por 5-3. Desde aquel partido, los Foxes han sumado dos puntos de 27 posibles, una racha nefasta que les ha conducido hasta el último lugar. El puesto de Nigel Pearson pende de un hilo y él se ha hecho un flaco favor criticando el apoyo de los aficionados ante el Liverpool: “Le repliqué a un idiota en las gradas… si no le gusta lo que ve, que no se moleste en venir”. El domingo, el Leicester visita al Aston Villa. Si cosecha una nueva derrota, tal vez Pearson se convierta en el primer técnico despedido de la temporada en la Premier League.
El nombramiento del escocés Alan Irvine como técnico del West Brom fue recibido con una mezcla de estupor e indiferencia por los aficionados del club, principalmente debido a su falta de experiencia al máximo nivel. Irvine fue asistente de David Moyes en el Preston North End y luego en el Everton antes de convertirse en primer entrenador. Como tal ejerció en el Preston y en el Sheffield Wednesday para luego pasar a la academia del Everton, donde permaneció tres años hasta que el West Brom le ofreció la oportunidad de su vida. Los Baggies han mantenido una línea regular durante los primeros meses gracias principalmente a la racha goleadora de Saido Berahino pero suman cuatro derrotas consecutivas. Los próximos tres partidos les enfrentarán a rivales directos (Hull, Villa, QPR). Si el club se halla en descenso tras esos encuentros, Irvine tendrá todo el tiempo del mundo para disfrutar de su familia durante las fiestas navideñas.
Cuando días antes de arrancar la temporada, Tony Pulis dejó su cargo como técnico del Crystal Palace, el dueño Steve Parish apostó por el veterano Neil Warnock para sustituirle. Pasar del mejor técnico de la temporada pasada a un señor que ya había anunciado su retirada del fútbol a los 66 años no anticipaba muchas noches de gloria en Selhurst Park. Tras un arranque titubeante, el equipo londinense ha caído en picado. Una victoria en los últimos ocho partidos han conducido al Palace a codearse con el descenso. La sequía de sus tres delanteros (Dwight Gayle, Marouane Chamakh y Frazier Campbell) es un pesado lastre que deberá corregirse en enero. Aunque para entonces tal vez ya no sea Warnock el encargado de tomar las decisiones.
De la mano de los recién llegados Diafra Sakho, Enner Valencia y Alex Song, el West Ham de Sam Allardyce ha transformado su juego esta temporada. El fútbol del siglo XIX (Mourinho díxit) ha cedido su lugar a un estilo asociativo y más ofensivo. Sin embargo, con las ausencias de los tres mencionados y del indispensable Mark Noble, brújula del equipo, Allardyce regresó al viejo estilo de músculo, pelotazo y colas de caballo: Andy Carroll lideró el ataque de un equipo que se llevó los tres puntos de The Hawthorns tras renunciar al balón en la segunda mitad (28% de posesión). La capacidad de Allardyce para adaptarse a los jugadores disponibles mantiene a los Hammers a un punto de la Champions League. Aunque por el bien del fútbol y de la salud ocular de los espectadores, más vale que Big Sam disponga de sus mejores jugadores cuanto antes.
Mario Balotelli y Simon Mignolet se han convertido en el blanco de todas las críticas de los aficionados del Liverpool esta temporada. El delantero italiano estuvo ausente en el encuentro ante el Leicester por lesión una semana más, así que Mignolet centró todas las miradas. Y no decepcionó. Con 0-0 en el marcador, regaló un gol cantado pero Esteban Cambiasso le devolvió el favor enviando el balón fuera cuando tenía toda la portería a su disposición. Minutos después, Mignolet tuvo mala fortuna. El disparo de Leo Ulloa rebotó en el poste, golpeó en su espalda y se convirtió en el 1-0 del Leicester. Pero el guardameta belga está lejos de ser el único culpable de la situación del Liverpool. En liga, los delanteros de los Reds suman dos goles (uno de Sturridge, uno de Lambert, Borini y Balotelli siguen sin estrenarse). Afortunadamente, los medios están paliando esta sequía. Entre ellos, suman 12 goles, incluyendo los tres que permitieron al Liverpool llevarse tres puntos del King Power. Brendan Rodgers aguarda el regreso de Sturridge con impaciencia.