Homenajes de despedida Lampard: capitán de Man City Drogba: capitán del Chelsea Carlton Cole: titular en West Ham Glen Johnson: no convocado
— La media inglesa (@LaMediaInglesa) Mayo 24, 2015
1. Se impone la mediocridad
No nos engañemos. Esta edición de la Premier League no será recordada por la calidad de su juego, su emoción o su brillantez. El Chelsea arrancó en tromba pero a partir de Año Nuevo se desinfló como un balón pinchado. Southampton y West Ham no ofrecieron momentos aislados de buen juego pero poco más. Los dos equipos de Manchester fueron una decepción. El Arsenal mejoró sus resultados cuando dejó de lado la estética. En este panorama, el equipo más pragmático se llevó la victoria. Confiemos que la temporada que viene sea más entretenida.
2. La debacle del Newcastle
Las desventuras del Newcastle esta temporada podrían haber dado lugar a una película. Posiblemente una lacrimógena tragedia de autor con rifirrafes familiares, reproches, venganzas, malentendidos y cuentas pendientes. Los aficionados tensaron la cuerda hasta que Alan Pardew huyó a la que se le presentó una salida. Entonces dirigieron sus iras hacia el dueño Mike Ashley, que para ahorrarse unas libras y posiblemente demostrarles lo que opinaba de sus protestas, nombró a John Carver, un señor con una cara perenne de «¿Cómo demonios he acabado aquí y, lo que es más importante, cómo demonios puedo largarme?». La inutilidad de sus rivales permitió al Newcastle salvar la categoría en la última jornada. Como no emprendan acciones de cara a la próxima temporada, no tendrán tanta suerte la próxima vez.
3. Los descendidos
El Burnley era uno de los favoritos para descender desde que selló su regreso a la Premier League. Sean Dyche hizo un meritorio trabajo pero su plantilla no estaba equipada para el trabajo que tenía por delante. El caso de Queens Park Rangers y Hull City es más sangrante. Los Rangers se han arrastrado durante toda la temporada a pesar de una inversión millonaria (que puede desembocar en una cuantiosa multa de la Football League). Harry Redknapp logró llegar a febrero sin haber sumado un solo punto de visitante y acabó huyendo del barco a la que el agua comenzó a filtrarse por la quilla alegando una operación de rodilla. El Hull, que el año pasado jugó la final de la FA Cup, jamás pareció preocupado por el descenso pero cuando se quiso dar cuenta ya era demasiado tarde. El positivo de Jake Livermore por cocaína fue el último clavo en un ataud que llevaba meses preparado.
4. Las revelaciones del año
Southampton y Swansea han ocupado respectivamente la séptima y octava posición. Pocos en verano lo habrían vaticinado cuando el Southampton perdía jugadores a ritmo vertiginoso y el Swansea liquidaba la herencia de Michael Laudrup. Pero Ronald Koeman y Garry Monk acertaron en la renovación. El primero recurrió a jugadores que conocía bien y no le han fallado, con Pellè, Mané, Alderweireld, Forster, Bertrand y Tadic a la cabeza. Monk se desprendió de la mayoría del amplio contingente español para intentar revivir The Swansea Way, esa filosofía que ha llevado a los Swans hasta aquí. ¿El resultado? Los Santos lucharon por Champions League hasta bien entrado 2015 y los Swans lograron su mayor cosecha de puntos en Premier League. Ambos han sido lo mejor que le ha pasado a la liga esta temporada.
5. Agridulce temporada del West Ham
El West Ham llegó a Boxing Day en cuarto lugar. Los aficionados soñaron con endulzar el traslado al Estadio Olímpico en 2016 con un paso por la Champions League. A medida que esa posibilidad se fue esfumando, una épica eliminatoria en FA Cup ante el Everton permitió a los Hammers ilusionarse con una visita a Wembley. Un nefasto encuentro en The Hawthorns dejó a los londinenses también sin esa opción. A partir de ahí, el equipo se hundió como una piedra de una tonelada en el océano. Lógico, pues, que el club decidiera finalmente no renovar el contrato de Sam Allardyce tras cuatro años al frente del equipo, al que ascendió y acomodó en la zona media de la liga. El consenso generalizado, sin embargo, es que Big Sam ya no podía llevar al equipo más lejos. Respecto a su sustituto, nosotros propusimos un candidato.
6. Un huracán arrasa la liga
El Tottenham ha sido fiel a su tradición y se ha quedado un año más a las puertas de la Champions League, un escalón por debajo de los cuatro mejores. También como las últimas temporadas, los Spurs se han arrastrado sin pena ni gloria por el extrarradio europeo con ese billete de segunda clase que es la Europa League. Pero no todo han sido malas noticias en White Hart Lane. Para comenzar, las obras de construcción del nuevo estadio por fin dieron inicio tras completar todos los trámites administrativos. Y en el césped, Mauricio Pochettino le dio la alternativa a un joven delantero londinense que se ha convertido en la sensación del año. Harry Kane ha sido el segundo máximo goleador de la temporada con 21 goles y sin duda el mejor jugador inglés de la temporada, lo cual le valió la convocatoria a la selección de Roy Hodgson. Si los Spurs se mantienen fieles a su tradición una vez más, Daniel Levy se embolsará unos cuantas docenas de millones de libras este verano con el traspaso de Harry Kane a [Manchester United] [Arsenal] [Real Madrid] [Chelsea]*.
*Tachar las opciones que no correspondan.
7. Vidas paralelas
Tony Pulis y Alan Pardew han demostrado una vez más que son dos de los técnicos ingleses más fiables del momento. Tras su espantada antes de comenzar la temporada, Pulis regresó a los banquillos en Navidad de la mano del West Bromwich. No tardó en revitalizar al equipo apoyado en el inteligente fichaje de Darren Fletcher y jamás pasó apuros para no descender. Harto de las críticas de los aficionados del Newcastle, Alan Pardew se abalanzó sobre la primera oportunidad que se le presentó para volver al sur del país, aún renunciando a una millonaria indemnización en caso de despido. Pardew regresó al Crystal Palace tan querido por él donde permaneció varias temporadas como jugador. E imitó a Pulis. Con Yannick Bolasie en plan estelar, el Palace logró una cómoda posición en media tabla y Pardew dar descanso a sus castigados oídos.
8. Sin delanteros no hay goles y sin goles no hay victorias
Luis Suárez y Daniel Sturridge marcaron 52 goles en liga la temporada pasada entre ambos (31 y 21). Esta temporada, el Liverpool ha logrado exactamente los mismos… entre todo el equipo. Para paliar la ausencia de Suárez, Rodgers fichó a Rickie Lambert y Mario Balotelli, además de confiar en Daniel Sturridge. El inglés ha pasado casi toda la temporada de baja por lesión mientras que Lambert y Balotelli no ofrecieron el rendimiento esperado, por decirlo suavemente. Para acabar de rematarlo, el mejor jugador del equipo (con permiso del estelar Philippe Coutinho), Raheem Sterling, ha dejado clara su intención de cambiar de aires, a ser posible por otros con un aroma más de Champions League. En fin, un entorno poco propicio para regalarle a Steven Gerrard la despedida que merecía. Brendan Rodgers seguirá como técnico de los Reds pero su crédito está agotado. Al próximo resbalón, deberá despedirse de su empleo.
9. Ni rojos ni azules
El Manchester United invirtió 150 millones de libras en verano en jugadores del calibre de Ángel Di María, Radamel Falcao, Daley Blind o Ander Herrera. Con Louis van Gaal al frente, los aficionados de los Red Devils soñaron incluso con recuperar el cetro nacional. Mientras, el Manchester City se marcó el objetivo de consolidar su dominio doméstico y cruzar la barrera de los octavos de final de la Champions League. Ambos se quedaron muy lejos. Van Gaal cambió de sistema y jugadores como si estuviera echando una partida al Football Manager. Mientras, Manuel Pellegrini no pudo hacer nada para impedir el declive de su equipo entre febrero y marzo, cuando se despidió de todos los títulos a los que aspiraba. Ambos clubes volverán a echar el resto en verano para recuperar la hegemonía arrebatada por el Chelsea. Con el Liverpool desaparecido, el epicentro del fútbol inglés ha basculado hacia la capital del país esta temporada.
10. ¿El comienzo de una nueva era?
El Arsenal fue el mejor equipo de la segunda vuelta de la Premier League. Desde el 1 de enero, el Arsenal ha sumado 42 puntos por los 41 del Chelsea. Los Gunners no solo exhibieron un juego más convincente sino que descubrieron la forma de ganar en campos que tradicionalmente no se les habían dado bien como el Etihad u Old Trafford. En realidad, el secreto era sencillo: consistía en darle el balón al contrario. Arsène Wenger ha mostrado un lado más pragmático esta temporada en algunos partidos y eso se ha traducido en puntos. Si los londinenses logran esquivar las lesiones la próxima temporada (y ese es un gran si), tal vez puedan competir realmente por la liga, algo que hace más de un lustro que no hacen. Alexis Sánchez ha sido un éxito, Theo Walcott volverá en plena forma para la próxima temporada, Francis Coquelin ha aportado el equilibrio que necesitaba el equipo, David Ospina es un portero poco espectacular pero fiable y Héctor Bellerín ha hecho olvidar la ausencia de Mathieu Debuchy. A ellos hay que sumar el talento de Mesut Özil y Santi Cazorla y el gol de Olivier Giroud. Si Wenger acierta con sus dos o tres fichajes estivales (un medio centro y un goleador son imprescindibles), el Arsenal podría soñar con seguir progresando. Cuarto tradicionalmente, tercero este año… ¿segundo el que viene?