1. Ya no quedan dudas.
La importancia y el prestigio de las competiciones europeas, definitivamente, han quedado desplazadas por la preferencia y necesidad del aspecto económico. De los seis clubes ingleses en liza, solo Manchester City (a pesar de que Manuel Pellegrini reservó a Kevin De Bruyne) y Manchester United optaron por su mejor once. Arsène Wenger reservó hasta seis titulares (Petr Cech, Héctor Bellerín, Nacho Monreal, Francis Coquelin, Theo Walcott, Aaron Ramsey) en Zagreb. Por su parte, Chelsea, Tottenham y Liverpool aprovecharon para dar minutos a los jugadores menos habituales. A pesar de ser la primera jornada de la fase de grupos y de estar todo por decidirse, la consigna está clara. La prioridad, es la Premier League. Al menos de momento.
2. Una cuestión de actitud
La llegada de Memphis Depay al Manchester United se vio como un halo de esperanza y fantasía para los Red Devils. Sin embargo, la actitud del joven holandés no está siendo la de un chaval comprometido y deseoso de contribuir para el equipo sino que, más bien, está tratando de buscar su lucimiento personal. Defiende poco y no contribuye en demasía al juego ofensivo del equipo de Louis Van Gaal. Deja la percepción de sentirse una estrella en una entidad como la de Old Trafford. Por su parte, en los pocos minutos que se han podido ver de Anthony Martial, se ha apreciado ilusión, esfuerzo y sacrificio. No toma buenas decisiones en diversas oportunidades. Pero lo prueba, se ofrece y da la cara. Quiere ganarse el puesto. Su compañero holandés cree que lo tiene ganado.
3. Se nubla el cielo azul
¿Para qué forzar a Sergio Agüero en el partido más importante de la temporada? ¿Para qué dejar jugar a Kevin de Bruyne como titular frente al subcampeón de Europa? Manuel Pellegrini no ha escarmentado. Perdió frente a la Juventus de Turín con un mediocre partido de toda la parcela ofensiva. Nublado David Silva, inoperante Wilfred Bony, mal Samir Nasri y gris Raheem Sterling. En un grupo de tantísimo nivel, los puntos en casa son trascendentales. Y el City ya ha perdido tres. La magia de la Champions, por otra parte, volvió a relucir. Los Sky Blues, imparables en liga, cayeron ante un equipo que no ha ganado esta temporada en Italia todavía. La Liga de Campeones es otra historia.
4. En Londres no se disipa tampoco el mal tiempo
El Arsenal volvió a hacer el ridículo. Perdió ante la cenicienta del grupo en un partido infumable. Y no lo tendrá fácil ante Olympiakos y Bayern de Múnich si estos triunfan en sus partidos ante el Dinamo de Zagreb (y es probable que así sea). Sólo ha transcurrido una jornada y ya surgen las dudas. Quizá esta temporada ni se pisen los octavos. Por su parte, el Chelsea goleó al débil Maccabi sin grandes alardes y con un juego no totalmente convincente. La goleada no encubre la mediocridad. De Eden Hazard (que incluso erró un penalti), Alexis Sánchez y Mesut Özil no hay noticias. Veremos el sábado en el duelo de Stamford Bridge.
5. Las ventajas de la Europa League
El Liverpool hizo un partido correcto en Burdeos. Empató contra el Girondins pero se llevó las buenas sensaciones del partido de Mamadou Sakho y Pedro Chirivella. El joven centrocampista español entró en el primer tiempo tras la lesión de Kolo Touré (¡sorpresa!) y rindió a buen nivel para los Reds. Junto a Jordan Rossiter, Brendan Rodgers tiene recursos para la sala de máquinas de Anfield. El Tottenham, mientras, remontó al Qarabag en White Hart Lane en un aburrido encuentro que dejó la nota positiva de Heung-Min Son jugando de delantero y haciendo un doblete. Sin duda, algo bueno tiene que tener lastrar el rendimiento en liga jugando entre semana.
