Leandro Bianchi

Adiós al canguro

Tras quince temporadas en el fútbol inglés entre Millwall y Everton, el australiano Tim Cahill se despide de las canchas inglesas para enrolarse en los New York Red Bulls de la MLS. Un jugador constante, trabajador y sacrificado que siempre dio la cara. Se marcha un clásico de la Premier League.

 

Julio de 2004. David Moyes encaraba su tercera temporada al frente del Everton e incorporaba para la misma a un mediocampista de 25 años que había tenido buenos momentos en el modesto Millwall que había arribado a la final de la Copa de Inglaterra. Por un un millón y medio de libras le ganaba de mano al Crystal Palace y se quedaba con este desconocido australiano, llamado Tim Cahill, que venía de buenas temporadas en el ascenso inglés.

 
Esa incorporación se transformaría con el tiempo en una de las mejores incorporaciones del técnico escoces (junto con Joleon Lescott, Phil Jagielka o Leighton Baines, entre otros), que acostumbraría a buscar jugadores no tan reconocidos como política de reforzar su equipo.
 
El efecto de Cahill fue inmediato, realizando una gran primera temporada en Goodison, marcando 13 goles y siendo declarado por la afición como el mejor futbolista de la temporada. Las siguientes temporadas no distaron mucho de la primera y Tim se convirtió en pieza clave en los esquemas de Moyes, que hasta llegó a usarlo de centrodelantero en varias ocasiones. Entre sus principales características, hay que remarcar su excelente salto y cabezazo a pesar de su estatura, ya que mide 1,75 metros, y la mayoría de sus goles fueron marcados por esa vía. Entre otros atributos, cabe resaltar la tenacidad y espíritu de lucha para afrontar cada partido, la versatilidad para adaptarse a varias posiciones y su llegada al gol, lo que se ve plasmado en sus números (68 goles en 256 partidos con el equipo azul), muy buenos para un centrocampista de ataque. Además, se trata de un jugador que aparece siempre en momentos claves, ya sea en el Everton como en su selección (primer jugador australiano en anotar en una Copa del Mundo).
 
En esta ventana de transferencia, a la espera del comienzo de la temporada 2012-13, David Moyes decidió transferir al australiano de 32 años en un millón de libras al New York Red Bulls. Es cierto que los mejores momentos del australiano ya han quedado atrás y la última temporada fue bastante pobre, marcando solo dos goles, pero también es cierto que Tim Cahill será recordado por los hinchas de los Toffees por siempre. Fue y será un jugador muy querido por todos e indudablemente ha dejado su sello en los arcos y banderines (por su clásico festejo de los goles) de Goodison y toda Inglaterra.
 

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Leandro Bianchi