Premier League
Southampton | 0 |
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West Ham | 0 |
Ficha técnica |
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0 – Southampton: Boruc; Clyne, Lovren, Fonte, Shaw (Chambers, 77); Schneiderlin, Rodríguez, Wanyama, Lallana (Ward-Prowse, 71); Osvaldo, Lambert. |
0 – West Ham: Jaaskelainen; Demel (Rat, 61), Collins, Reid, O’Brien; Noble, Nolan, Diamé, Morrison (Taylor, 77), Jarvis; Maiga (Vaz Te, 68). |
Goles: No hubo. |
En unos primeros minutos comandados por el West Ham, la primera intentona vino de la mano de Momo Diamé, que se coló por potencia en el área, pero su disparo fue desviado a córner por el polaco Artur Boruc. Y después de eso, el Southampton se sacudió el dominio visitante para empezar a mandar, una tendencia que se convertiría en la tónica del choque.
Una de las ocasiones más claras de las que dispuso el Southampton llegó pronto gracias al talento de Jay Rodríguez en banda izquierda, que dio un servicio impecable a Pablo Osvaldo y cuando toda la grada celebraba el gol, Jussi Jaaskelainen salvó el tanto con una gran estirada.
La posesión estaba en los pies de los Saints, pero si algo bueno tiene este West Ham es que pese a sufrir, consigue que su rival no goce de excesivas ocasiones. Es más, hasta el ecuador de la primera mitad, el Southampton no volvió a inquietar a los Hammers, y esta vez fue por un fallo en el despeje de Reid que cayó a los pies de Rickie Lambert, pero su disparo no tomó puerta.
A partir de entonces, nada de nada, salvo una jugada polémica que pudo perjudicar al West Ham. El West Ham lanzó una contra, Nolan conectó con Jarvis, este disparó y el rechazo lo introdujo en la portería desde fuera del área el propio Nolan. Pero la jugada había sido invalidada por fuera de juego de Jarvis. En la repetición no se despejaron las dudas, y parece incluso que el jugador visitante estaba en posición correcta.
Antes del pitido final, solo un lanzamiento lejano de Ravel Morrison en el minuto 40 inquietó alguna de las dos porterías. Dominó la posesión el Southampton, pero no lo aprovechó.
El paso por vestuarios sentó mejor a los locales, que pronto pudieron romper la igualada por medio de Victor Wanyama, que chutó desde larga distancia obligando a Jaaskelainen a realizar una gran intervención para mandar la pelota a córner. Y en el lanzamiento de esquina, el Southampton tuvo una oportunidad pintiparada para adelantarse, pero el cabezazo de Rickie Lambert fue repelido por el poste.
Y si el balón y las ocasiones estaban en manos de los de St. Mary’s, el ritmo cansino beneficiaba a los de Sam Allardyce, que más que nunca demostraba su poco gusto por el fútbol ofensivo. Pero, ¿quién se atreve a discutirle si pese a todo mantiene su portería a cero y consigue que su rival también se contagie del ritmo pesado que él plantea?
Porque el guión fue el de tantos días, el adversario de los de East London dispone de pocas oportunidades, y esas pocas son malogradas por un gran Jussi Jaaskelainen, que en el día de hoy fue el mejor del partido sin lugar a dudas. Dos intervenciones muy destacadas del finlandés llegaron muy seguidas en la mitad del segundo periodo. La primera vino de la mano de Morgan Schneiderlin, pero su volea encontró la mano del portero y se marchó a saque de esquina; la segunda fue una contra del Southampton que acabó en los pies de Lambert en el pico del área. El chut del inglés hizo que Jaaskelainen se luciera con un paradón para guardar en videotecas.
De ahí al final del partido, las ocasiones brillaron por su ausencia, disponiendo de la última el West Ham. Tras una larga combinación, el balón cayó en las botas de James Collins dentro del área y libre de marca, pero el central la envió al cielo del sur de Inglaterra. Con estas acabó el encuentro, dominado y con mejores sensaciones de los Saints. Pero el fútbol, para fortuna de Sam Allardyce, no es solo eso.