Llegaban Newcastle y QPR a este duelo en una situación precaria. Las «urracas» asomadas al precipicio del descenso y el QPR ya con un pie en el abismo.

 

Comenzó el primer tiempo como un claro reflejo del presente en la tabla de ambos equipos. El QPR nunca encontró la forma de acompañar al solitario Djibril Cissé, que suma solo dos goles en liga esta temporada. El Newcastle, por su parte, cada vez tiene menos ideas. Tampoco la baja de Yohan Cabaye ayuda en este sentido.

 

Los dirigidos por Alan Pardew tomaron la iniciativa del partido. A base de fuerza más que de táctica lograron encerrar al QPR en su portería, mientras los seleccionados por Harry Redknapp solo intentaban golpear al contraataque. Papiss Cissé dispuso de un cabezazo dentro del área pero no pudo darle dirección. La sequía del Cissé del Newcastle también resulta preocupante. El senegalés solo suma dos goles en liga. Su pólvora no está mojada. Está inundada.

 

El segundo tiempo siguió la misma tónica que la primera. El QPR se replegaba en busca de cazar una contraataque o mantener el empate como mal menor. La mejor acción de Papiss Cissé llegó a la hora de juego, cuando cedió su posición a Shola Ameobi. El senegalés abandonó el campo muy enojado y hasta abucheado por algunos aficionados locales debido a la decepción que está generando este torneo.

 

El cambio de Pardew resultaría providencial. Tras una asistencia de Sylvain Marveaux, Shola consiguió sacarse un jugador de encima en el área y colocar el balón contra el poste más lejado del portero Robert Green, que nada pudo hacer ante tal gesto de calidad del nigeriano.

 

El partido mantuvo el guión trazado desde un inicio a pesar del gol. Las dos principales ocasiones en la recta final llegaron de tiro libre. La oportunidad para los locales nació de los pies de Marveaux pero la pelota se fue rozando el poste del arquero. Por bando rival, Adel Taarabat ejecutó un tiro libre que Tim Krul pudo controlar en dos tiempo. Un encuentro cerrado y disputado acabó decidiéndose por una acción individual de Shola Ameobi.

 

Los dirigidos por Alan Pardew llevan dos victorias y seis derrotas en sus últimos ocho partidos. Las dos victorias llegaron justamente ante Wigan y QPR, dos equipos en zona de descenso. Las «urracas» muestran destellos del buen juego de la temporada pasada pero siguen sin arrancar. El Newcastle sigue sin sumar una sola victoria a domicilio. A pesar de una ligera mejoría, el QPR solo ha sumado seis puntos en cinco partidos con Harry Redknapp. El técnico inglés deberá mejorar ese porcentaje y rápido o puede llegar a marzo sin esperanzas de salvarse.