Fue un fichaje fallido en verano de 2013, cuando David Moyes intentó traerlo a las filas del Manchester United. Un supuesto emisario del club inglés intentó hacerse con sus servicios, un episodio que acabó como un fraude. La negativa del Athletic demoró la llegada del mediocentro vasco hasta el 26 de junio de 2014, fecha en la que desde Old Trafford se hacía oficial su fichaje. Ander Herrera rechazó jugar la Champions con el Athletic para conquistar Inglaterra (y veremos si también Europa) con el Manchester United.
Los primeros partidos con la elástica ‘red devil’ denotaban muy buenas sensaciones: Herrera maravilló en la gira de pretemporada en Estados Unidos. Pese a lesionarse en el primer partido de liga contra el Swansea, volvió dos semanas después contra el Queens Park Rangers, donde brilló con un gol y una asistencia, y contra el Leicester, donde marcó de tacón. Aun así, otra lesión, esta vez en la costilla, en el partido contra el West Ham en Old Trafford, lo volvió a apartar de los terrenos de juego y esta vez por varias semanas. Fue aquí donde le surgió a Herrera una competencia fuerte, quizá inesperada incluso por los propios aficionados, en la figura de Marouane Fellaini. El belga se redimió de su mal primer año concluyendo unas más que notables actuaciones en partidos importantes como Chelsea en Old Trafford y Manchester City en el Etihad, además del partido contra el West Brom en The Hawthorns.
Fue en el partido contra el Hull en Old Trafford cuando Ander Herrera volvió a deslumbrar. Aunque no lo hizo de inicio, sino al entrar al minuto 13 debido a una lesión de Di María. El vasco no desaprovechó su oportunidad y conectó perfectamente con Mata, Carrick y Rooney, en la que fue la mejor actuación hasta entonces de un Manchester United que poco había convencido al aficionado.
Año nuevo, vida nueva
En 2015 las cosas cambiaron para Ander Herrera. De lesiones, pocos minutos disputados y ser incluso descartado en alguna convocatoria pasó a tener más oportunidades, más protagonismo y actuaciones completas con goles, asistencias y convertirse en una solución clave en el centro del campo del Manchester United. El equipo quizás no dejaba la imagen deseada sobre el terreno de juego, pero el momento deportivo y los resultados eran los deseados. La dupla formada por Ander Herrera y Daley Blind se afianzó en la medular de los ‘red devils’ y el equipo comenzó a funcionar mucho mejor a nivel de resultados, adquiriendo estabilidad y regularidad.
Las cifras avalan esta racha: nada más y nada menos que diez victorias y un empate en once partidos. Asimismo, las cifras también avalan la buena temporada del mediocentro vasco en su primer curso como jugador del Manchester United. Ander Herrera ha anotado ocho goles (seis en Premier League y dos en FA Cup), superando así su mejor marca goleadora y ha repartido cinco asistencias en total (cuatro en liga y una en FA Cup), jugando un total de 2.139 minutos.
Claves de su buen rendimiento
No podemos entender el buen papel de Ander Herrera esta temporada si no hubiera sido por la presencia de otros hispanohablantes en el vestuario –David De Gea, Juan Mata, Antonio Valencia, Víctor Valdés, etc.–, además del hecho que Louis Van Gaal ya tiene experiencia en el fútbol español. Este primer hecho es clave para la rápida adaptación de Herrera. Además, una vez entendió cómo Van Gaal quería que jugara –esperando el balón y no yéndolo a buscar constantemente–, Herrera se consolidó como indiscutible en los esquemas del técnico holandés. Por último, las propias características del fútbol inglés han permitido a Ander Herrera explotar a nivel deportivo, convirtiéndose en una de las referencias de este nuevo Manchester United.
A los 25 años de edad, hay quién ya le ha preguntado si se ve como el nuevo Scholes. Quizás esa pregunta pueda sonar demasiado atrevida, pero si se formula es porque hay alguien que ya ha tenido esa visión de Ander Herrera como un ídolo para la afición y como una referencia en una medular de un Manchester United donde pocas referencias hay en cuanto a creación de juego más allá de un ya veterano Michael Carrick.