Al Liverpool le está penalizando en exceso la baja de Luis Suárez y, de momento, Kenny Dalglish sigue sin dar con la tecla para suplir al delantero uruguayo. Los “reds” siguen invictos en casa, pero solo han conseguido cuatro victorias en once partidos. Un pobre bagaje para un equipo que aspira a puestos europeos.

 

La sorpresa de la tarde saltó en la alineación ideal. Andy Carroll, que se presumía como la referencia atacante para los locales, empezó el partido en el banquillo. Si había algún rival oportuno para las características de Carroll, sin duda era el Stoke de Tony Pulis, pero de nuevo Dalglish demostró lo poco que confía en el exjugador del Newcastle.

 

Dalglish alineó a tres centrales (Carragher, Coates y Skrtel) y a los dos habituales laterales de recorrido (Jonhson y José Enrique) y colocó solo en punta al holandés Kuyt, que aún no ha estrenado su cuenta goleadora esta temporada.

 

La primera mitad fue casi soporífera, llegando casi a anestesiar al siempre entregado público de Anfield. Solo Etherington para el Stoke puso a prueba a Reina desde la media distancia. Para los “reds”, Downing y Henderson lo intentaron mediante disparos desde fuera del área que nunca llegaron a inquietar al guardameta Sorensen.

 

La segunda mitad empezó con la misma parsimonia que la primera y parecía que el 0-0 ya estaba escrito con letras de fuego. El Liverpool abusó de balones lejanos para que el siempre correoso Kuyt se pelease con los centrales del Stoke. Pero el delantero holandés, que hoy tenía una buena opción para reivindicarse y postularse como el sustituto natural de Suárez, no tuvo su mejor tarde e incluso desató los murmullos de la grada al vacilar en una opción que parecía clara pero que acabó conjurando la zaga visitante.

 

A falta de media hora, Dalglish finalmente introdujo a Carroll para que buscase algún centro entre los centrales del Stoke que permitiese al Liverpool perforar la portería de Sorensen.

 

A medida que pasaron los minutos, el Stoke fue retrocediendo metros y olvidándose de inquietar a Pepe Reina, mientras que los “reds” intentaron a contrarreloj encontrar esa oportunidad que rompiese el empate.

 

En el minuto 77, Kuyt estuvo cerca del gol. Un mal despeje de Woodgate le cayó a José Enrique, que centró el esférico desde la izquierda para Kuyt, pero de nuevo el delantero holandés no vio puerta y su remate se marchó desviado.

 

A cinco minutos del final, de nuevo el Liverpool rozó la victoria, pero el remate de Skrtel a la salida de un córner botado por Bellamy se fue por poco por encima del larguero.

 

Los locales tuvieron contadas ocasiones para llevarse el encuentro, pero aún así, Dalglish tendrá que seguir dándole vueltas al equipo, para encontrar la forma de solventar la falta de gol que afecta al Liverpool. Luis Suárez ha cumplido ya cuatro de sus ocho partidos, pero todavía le faltan por cumplir dos más de Premier. A este ritmo, cuando regrese, el Liverpool se habrá despedido ya de la Champions League.