El hecho de que al talentoso centrocampista francés Samir Nasri tan solo le quede un año de contrato con su actual club, el Arsenal, y la gran temporada que ha cuajado consiguiendo diez goles en 30 partidos ha despertado el interés de los grandes clubes para hacerse con sus servicios.
Uno de los grandes clubes interesados por el internacional francés es el actual campeón de la Premier League, el Manchester United. Los «red devils», pese a que se han hecho con la Premier y han jugado la final de la Champions League, están faltos de creatividad en el medio del campo. De ahí que se hayan interesado por jugadores ofensivos con buenas dotes creativas como el propio Nasri, Luka Modric y Wesley Sneijder, con el que estuvieron cerca de llegar a un acuerdo el verano pasado.
Pues bien, parece que este interés del United en Nasri ya se ha materializado en una reunión en la que el representante de Nasri ha mostrado el interés del francés en dejar el equipo dirigido por Arsène Wenger.
Wenger está desesperado por convencer a Nasri de que se quede bajo su disciplina, pues de no ser así agregaría un nuevo motivo a la más que posible salida del capitán «gunner», Cesc Fábregas, rumbo a un equipo con más opciones de conseguir títulos.
Esto supondría un drama para el Arsenal, pues a estas salidas podría sumarse la de Clichy al Liverpool por unos cinco millones de libras. El Arsenal ha defendido terriblemente mal esta temporada (Clichy ciertamente no ha tenido una buena temporada, pero ha jugado 33 partidos y todos como titular) y está necesitado de jugadores competentes en la línea defensiva, más si cabe después de que se le escapara el defensa Phil Jones, fichado por el Manchester United.
A tenor de los acontecimientos, dos cosas parecen claras: los jugadores del Arsenal se han cansado de no ganar títulos y están buscando otros equipos con más opciones, y, en segundo lugar, el Arsenal y Wenger no han seguido una correcta programación de renovaciones. Nasri y Clichy se escaparán este año porque solo les quedan doce meses de contrato y se niegan a renovar. No se habría llegado a esta situación si se les hubiera renovado hace unos meses. Faltan dos meses para empezar la temporada 2011-2012 y el futuro del Arsenal ya se está tiñendo de negro.