El Manchester City se despidió de la liga en el Emirates y Mario Balotelli se encargó de que el golpe tuviera tintes bochornosos. La ventaja del United pasó de los cinco a los ocho puntos y la imagen de los jugadores del City al final del encuentro habla por sí misma.

 

Algunos se quedaron inmóviles con las manos en las caderas. Otros cayeron de rodillas y cuando finalmente se encaminaron hacia el fondo donde se encontraban los aficionados visitantes fue para pedir disculpas. O al menos, eso pareció.

 

Para entonces, Balotelli ya estaba en el vestuario. El italiano mereció ser expulsado dos o tres veces y al final lo logró. Será difícil verle de nuevo vistiendo el uniforme del City. Por primera vez, Roberto Mancini reconoció que «probablemente» intentaría venderle. Su paciencia se acabó y nadie podrá culparle por eso.

 

Mancini también afirmó que José Mourinho tenía razón cuando describió a Balotelli como «inmanejable», aunque volvió a reiterar su afecto por él: «Le quiero como persona».

 

En la recta final, cuando se deciden las ligas, el City ha ganado uno de sus últimos cinco partidos, logrando 5 puntos de 15. El Arsenal mereció la victoria, que le permite recuperar la tercera plaza a dos puntos del Tottenham Hotspur.

 

El equipo de Arsène Wenger dominó, tuvo ocasiones claras por medio de Robin van Persie y Theo Walcott, falló a puerta vacía dos veces y finalmente logró la recompensa a los 87 minutos, cuando Mikel Arteta robó el balón a David Pizarro en medio campo, avanzó hacia el área del City y batió a Joe Hart con un disparo seco. Con un poco más de fortuna, el Arsenal podría haber goleado.

 

El City solo tuvo una ocasión en la primera parte, pero Balotelli la desperdició y acabó mostrando su frustración golpeando el poste.

 

En la segunda parte, el italiano tuvo otra oportunidad clara pero golpeó el aire. Sin embargo, la mejor ocasión visitante llegó en el minuto 53 por mediación de Samir Nasri. Pero el City ya no es el que era hace meses, como demostró la cómica jugada que protagonizaron Agüero y Zabaleta, que casi se chocan intentando rematar un balón. Aunque posiblemente, el mensaje que mejor ejemplifica la debacle del City fue el que lucía Balotelli en su camiseta: «You only live once» («Solo se vive una vez»).

 

Si solo se vive una vez, Balotelli está desaprovechando su ocasión. Y su talento. Fue sorprendente que el italiano no fuera expulsado hasta el último minuto por su segunda amarilla. A los 21 minutos, cometió una entrada terrorífica sobre Alex Song que merecía la roja. El italiano plantó sus tacos sobre la rodilla de su rival, una entrada que podría haber acabado con una lesión grave. Si el árbitro, Martin Atkinson, informa a la FA que su vista estaba tapada, como demuestra la televisión, Balotelli podría ser sancionado de forma retrospectiva. Por segunda vez esta temporada tras el pisotón a Scott Parker.

 

La debacle del City no debe quitar méritos al Arsenal, que presionó bien y siempre fue peligroso. Van Persie envió un cabezazo al palo y otro golpeó a Thomas Vermaelen sobre la línea de gol cuando ya entraba. Vermaelen y Yossi Benayoun fueron incapaces de empujar un balón sin portero desde el área pequeña tras un disparo de Walcott al palo.

 

Al final del partido, el segundo entrenador del City, David Platt, obligó a los jugadores a dirigirse hacia la zona desde estaban sus aficionados. Para entonces, Carlos Tévez y varios de sus compañeros ya se habían marchado del campo. Una forma triste de acabar un día fatídico. Pero siempre se puede ir a peor. Sir Alex Ferguson podría ganar su 13er título en el Etihad Stadium el 30 de abril.