Fernando Torres presenció el debut soñado de Demba Ba desde el banquillo, consciente posiblemente de la avalancha de burlas y críticas que se le avecinaban. El español necesitó 14 partidos, 732 minutos en concreto, para marcar su primer gol con el Chelsea después de que el club pagara 50 millones de libras por él en enero de 2011. Demba Ba necesitó 61 minutos para lograr dos.

 

Torres ha sido titular en 31 de los 33 partidos oficiales del Chelsea esta temporada, pero viendo el rendimiento de Ba, tal vez deba comenzar a acostumbrarse a ver los partidos desde el banquillo. A pesar de que Benítez insistió en que ambos pueden jugar juntos, el técnico suele preferir un solo delantero en ataque.

 

El Chelsea logró borrar la pésima imagen ofrecida el miércoles durante la inesperada derrota por 0-1 ante el QPR. Los Blues mostraron un fútbol ofensivo y alegre que les permitió acabar goleando a un rival que se había adelantado en el marcador por medio de Jay Rodríguez, que ocupó la delantera en detrimento de Rickie Lambert. El delantero inglés aprovechó la pésima actuación defensiva de César Azpilicueta y Gary Cahill.

 

Fue entonces, cuando las cosas se pusieron complicadas, cuando apareció Juan Mata. Tras una rápida combinación entre Victor Moses y Eden Hazard, Mata levantó el balón por encima de Boruc y permitió a Ba abrir su cuenta con el Chelsea tras adelantarse a Steven Davis para empujar el balón a puerta vacía.

 

Diez minutos después y tras una presión continuada de los Blues, Moses puso el 1-2. Ya en la segunda parte, Ivanovic marcó de cabeza tras un centro de mata para poner el 1-3. Luego, Ba marcaría el segundo en su cuenta particular tras rematar un centro de Hazard.

 

La guinda la puso Frank Lampard de penalti en la recta final tras manos de Maya Yoshida. El inglés, que entró en el 65, empató con Kerry Dixon como segundo máximo goleador de la historia del Chelsea con 193 goles, a solo nueve de Bobby Tambling. Los aficionados visitantes corearon «Sign him up» para presionar al club a renovar al mediocampista. Benítez esquivó las preguntas de los periodistas sobre el asunto en la rueda de prensa. Pero amenaza con convertirse en otro frente de guerra. Y el técnico español ya tiene varios abiertos.