La gran estrella de la noche en White Hart Lane fue sin duda Emmanuel Adebayor. Los Spurs aún se felicitan por haber conseguido su traspaso sobre la campana del mercado veraniego, pues el togolés esta rindiendo a un gran nivel y completando unas cifras dignas de un gran nueve de la Premier League. Hoy firmó los dos goles ante el Aston Villa que impulsan a los locales hasta un meritorio tercer lugar, sólo superado por los dos equipos de Manchester y por encima de Chelsea o Arsenal entre otros.

 

El Tottenham se reafirma como una de las buenas noticias de la competición. Ha completado su mejor arranque liguero desde 1990 y acumula ya 25 puntos en 11 partidos. Es su séptima victoria en ocho encuentros y aún tiene un partido menos por el encuentro aplazado de la primera jornada ante el Everton. Si saca adelante el choque que le resta por jugar se pondría a un punto del Manchester United.

 

La primera sorpresa de la noche la vimos en el banquillo local y no fue causada por la suplencia de un gran jugador, sino por la aparición del técnico de los Spurs. Harry Redknapp, pese a los consejos de su médico, regresó al banquillo tras haber sido sometido a una intervención quirúrgica en el corazón hace dos semanas para desbloquear sus arterias coronarias.

 

El técnico del Aston Villa, Alex McLeish, se mostró asustado por la virtudes del Tottenham, un equipo con mucha calidad en el medio campo gracias al trío formado por Scott Parker, Luka Modric y Rafael Van der Vaart y a los dos incansable extremos Lennon y Bale. El galés volvió a repetir una de esas grandes actuaciones que le hicieron famoso en toda Europa destrozando el flanco derecho del Villa, a pesar de que McLeish colocó al central español Carlos Cuéllar como lateral derecho y a Hutton, el jugador que habitualmente ocupa esa posición, por delante de él. Ni por esas logró frenar a Bale.

 

Poco tardó Adebayor en poner en jaque a la defensa del Villa rematando un centro de Aaron Lennon. Solo fue un avance de lo que el togolés haría en el minuto 14. Van der Vaart realizó la apertura a Bale, que colgó el esférico para Adebayor que, rompiendo las leyes de la física, levantó sus 191 centímetros para realizar una chilena que se coló en la red de Given.

 

Con Darren Bent y Agbonlahor muy descolgados y sin apenas recursos, los locales controlaron el partido a su antojo sin sufrir demasiados apuros pese a lo corto del resultado. Aún así, las contadas ocasiones en las que el Villa se acercó, los centrales King y Kaboul se bastaron para que la cosa no pasase de ahí, un mero acercamiento.

 

A cinco minutos del descanso, de nuevo la conexión Bale-Adebayor destrozó al Villa. El galés cabalgó por la banda a su antojo, como estuvo haciendo casi todo el encuentro, y soltó un centro duro y raso al primer palo. Collins intentó despejar el esférico pero no hizo más que dejar el balón aún más franco a Adebayor para que pusiera el 2-0 en el electrónico.

 

La segunda parte no tuvo historia. McLeish dio entrada a Bannan por un Cuéllar que tuvo una desdichada actuación en su regreso a la titularidad después de meses de lesión, en un intento por añadir más mordiente a su equipo. El centrocampista escocés puso en evidencia a su técnico demostrando que debería haber jugado desde el inicio, pero con el partido tan cuesta arriba no logró variar el resultado pese a sus buenos movimientos en la medular.

 

A pesar de la derrota, los villanos siguen en una cómoda octava posición aunque sus cifras no auguran que este puesto vaya a mejorar de aquí en adelante, sino todo lo contrario. De los doce partidos jugados solo han conseguido tres victorias y dos de ellas fueron ante el último y penúltimo clasificado (Wigan y Blackburn, respectivamente) y antes de cerrar la primera vuelta aún le quedan rivales complicados como el Manchester United, el Liverpool, el Arsenal o una difícil visita al Britannia Stadium.