Ilie Oleart

Balotelli y los saques de esquina abiertos

Brendan Rodgers ha tomado la decisión más arriesgada desde que aterrizó en Anfield. El fichaje de Mario Balotelli es una apuesta que puede acabar con parte de su prestigio si el italiano acaba siendo fiel a sí mismo. ¿Merece la pena el riesgo? 

 
Hace algunos años, el departamento de análisis de un gran club inglés decidió realizar un estudio sobre los saques de esquina. El equipo llevaba tiempo sin marcar y analizaron más de 400 saques de esquina de diferentes ligas de las últimas temporadas. Su conclusión fue tajante: el saque más peligroso es el cerrado al primer palo.
 
Los analistas se reunieron con el entrenador para explicarle su hallazgo. El técnico, un exfutbolista, se mostró escéptico: «Fui jugador muchos años y sé que el saque de esquina abierto es más efectivo». Estaba equivocado pero su error tiene una base lógica. Cuando rememboraba goles de saque de esquina, todos los que le venían a la mente eran remates de cabeza limpios por la escuadra. Su memoria no había almacenado muchos otros lanzados cerrados al primer palo que habían acabado en gol tras un barullo en el área pequeña, desviados por un defensa o mal despejados por el portero.
 
Esta anécdota, que aparece en las primeras páginas de Soccernomics, resulta útil también para explicar por qué algunos jugadores parecen valer más de lo que sus estadísticas demuestran. Y por qué Mario Balotelli parece una ganga por 16 millones de libras cuando en realidad sus números harían pensar que esa cifra es totalmente desorbitada.
 
Cuando uno piensa en Mario recuerda su celebración tras marcarle a Alemania en las semifinales de una Eurocopa. Piensa en su famoso «Why always me?» tras marcar un doblete al Manchester United en el recordado 1-6 de Old Trafford (Edin Dzeko también marcó un doblete ese día pero quién se acuerda). Mario es también un tipo famoso gracias en gran parte a sus salidas de tono tanto dentro (agresiones, expulsiones, etc.) como fuera (relaciones sentimentales, mansiones incendiadas, excursiones disfrazado de Papá Noel) del terreno de juego. Todo eso contribuye a situarle en el imaginario colectivo como el nuevo enfant terrible del fútbol mundial. Pero sus números nos cuentan otra historia.
 
Respecto a los delanteros del Liverpool de la temporada pasada y los de esta, Balotelli tiene el peor porcentaje de goles por partido junto con Rickie Lambert. Mientras Sturridge y Suárez se sitúan en un estratosférico 0,72 y 0,62 por partido (grosso modo, dos goles cada tres partidos), Lambert y Balotelli se sitúan en 0,37 (aproximadamente, dos goles cada seis encuentros). 
 
Las comparaciones resultan todavía más interesantes cuando utilizamos a otros jugadores que podrían haber acabado en el Liverpool este verano. Christian Benteke, Wilfried Bony, Michu o Romelu Lukaku tienen una media de goles por partido superior a la de Balotelli. La diferencia es que ellos no incendian mansiones lanzando fuegos artificiales desde el cuarto de baño.
 
Suele recurrirse al argumento de que Mario tiene un gran futuro por delante a sus 24 años. Bony tiene 25, Benteke 22 y Lukaku 21. El precio de mercado de los dos primeros a día de hoy es inferior a los 16 millones de libras abonados por Balotelli.
 
Brendan Rodgers ha demostrado ser un tipo inteligente y ha logrado devolver al Liverpool a la Champions League. Además de ser el técnico que se ha quedado más cerca de ganar el título de Premier League en los últimos 20 años. Se ha ganado un voto de confianza. Pero el fichaje de Mario Balotelli puede dilapidar parte de esa confianza ganada a pulso.
 

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