El Newcastle no tuvo un gran rendimiento pero sí una gran individualidad. Hatem Ben Arfa logró abrir un partido que estaba muy cerrado luego de dejar en el camino a cuatros jugadores rivales y empujar el balón hacia la red con el puntín de su botín. Papiss Cissé redondeó el marcador luego de que Shola Ameobi le enviara un gran centro que el senegalés solo debio empujar.

 

En un partido que en la previa parecía facil para las «urracas», los dirigidos por Owen Coyle dejaron en claro que no serán presa fácil para ningún equipo. A pesar de las diferencias (Newcastle pelea puestos europeos, el Bolton el descenso), el partido fue muy parejo. El Bolton incluso comenzó jugando mejor y pudo lastimar en varias ocasiones pero careció de mordiente a pesar de la presencia de Kevin Davies en el once inicial.

 

A los dirigidos por Alan Pardew se los vio confiados en la cancha, hasta excesivamente. El Newcastle no tuvo ideas claras. Manejó el balón pero no creó situaciones claras. En cambio, el Bolton, sin necesidad de la pelota sí llegaba con peligro al área rival. A Kevin Davies le faltó un talle más en su botín o algo más de confianza para enfrentar mano a mano a Tim Krul.

 

Pero los encargados de poner la ventaja fueron los locales, cuyo juego careció de brillo pero tienen jugadores que son capaces de brillar en el más oscuro de los momentos. Como Ben Arfa. A los 73 minutos, el francés tomó la pelota en mitad de campo y a base de regates en velocidad logró dejar a cuatros rivales atrás y batir a Bogdan en su salida.

 

Este gol sentenció el partido, ya que Bolton acusó mucho el gol y no tuvo recursos para remontar la situación. Además, estaba Papiss Cissé en cancha, es decir, que la ventaja podía agrandarse en cualquier momento. Y así fue. Shola Ameobi envió un centro-pase que permitió que el flamante «9» de Newcastle solo tuviera que empujar el balón hacia la red.

 

El Bolton estuvo bien plantado sobre la cancha, supo jugarle de igual a igual a un Newcastle que está luchando por entrar a la Champions League, pero dio la impresión de renunciar a buscar algo más. Los «trotters» siguen un punto por encima del descenso a falta de seis jornadas.

 

En cuanto a Newcastle, es un equipo que viene totalmente impulsado por los resultados, como indican sus cinco victorias consecutivas. Si bien es cierto que no tuvo un buen rendimiento esta tarde, tiene grandes individualidades que aparecen cuando se los necesitan. En las últimas semanas fue Cissé y esta tarde le tocó hacerlo a Hatem Ben Arfa.

 

Un punto aparte es necesario para el gran delantero Demba Ba, que está entre los cinco máximos goleadores de la liga con 16 goles. Sin embargo, con la llegada de su compatriota Papiss Cissé asumió una labor secundaria que lo aleja mucho del gol y lo sacrifica mucho más. Su frustración resulta cada día más evidente. La semana anterior, tras el segundo gol de Papiss frente al Swansea, no festejó el tanto de su equipo. Y esta tarde volvió a repetirse la misma situación, luego de que Pardew decidiera dar entrada a Shola Ameobi en su lugar. En el momento de su retirada, Alan Pardew quiso saludarlo pero el senegalés se negó con un gesto evidente de disgusto. La única nota negativa de un Newcastle que va lanzado hacia Europa.