Ilie Oleart

Capello tuvo el valor que le faltó a Terry

Fabio Capello dimitió como técnico inglés en respuesta a la decisión de la Federación inglesa de arrebatarle la capitanía a John Terry. Independientemente de sus resultados (buenos) y sus logros (escasos), la decisión honra a un hombre consecuente con sus ideas. 

 
La dimisión de Fabio Capello ha provocado un alud de reacciones en Reino Unido, la mayoría negativas. Algunos critican que haya abandonado el barco pocos meses antes de una cita importante, mientras que otros recuerdan que bajo su mando, la selección inglesa no exhibió su mejor juego. Otros incluso recuerdan su pésima nivel de inglés a pesar de sus cuatro años en el cargo.
 
Todo eso es cierto. Pero no es toda la verdad. Al dimitir, Capello ha demostrado el valor que le faltó a John Terry para asumir sus actos y admitir que había insultado a Anton Ferdinand. O para renunciar de motu propio a la capitanía y evitar toda esta polémica que ha acabado con Capello.
 
Respecto al juego de la selección, la Federación era consciente el día que nombró a Capello, que había elegido los resultados por encima de la estética. Y en ese capítulo, el italiano no ha decepcionado.
 
Capello asumió las riendas del equipo tras la destitución de Steve McClaren, que no logró clasificar a la selección para la Euro de 2008. El italiano llevó a Inglaterra a la Copa del Mundo tras ganar 9 de los 10 partidos de clasificación. Venció en todos los partidos en Wembley y solo perdió ante Ucrania una vez sellada la clasificación. Inglaterra fue la máxima goleadora de la zona UEFA con 34 goles, 6 más que España.
 
Capello optó inicialmente por rotar la capitanía. Gerrard fue el capitán en el primer partido de Capello, Ferdinand en el segundo y John Terry en el tercero. También lo llegó a ser David Beckham, que cumplió 100 partidos como internacional con Capello, aunque John Terry acabó siendo seleccionado como capitán permanente.
 

LA FA optó por los resultados sobre la estética y eso fue lo que obtuvo

Consideró, con razón, que la FA había minado su autoridad

Uno de los momentos álgidos de la etapa de Capello llegó a finales de 2008, cuando Inglaterra infligió a Alemania su primera derrota en Berlín en 35 años tras un gol de John Terry en el minuto 83 que supuso el 1-2 definitivo.
 
La preparación para la Copa del Mundo no pudo comenzar peor. Capello le quitó la capitanía a Terry tras un escándalo de faldas. Su sucesor, Rio Ferdinand, se lesionó antes del partido inaugural de Inglaterrra y abandonó la concentración. En la fase de grupos, Inglaterra empató con Estados Unidos y con Argelia. Una pírrica victoria sobre Eslovenia por 1-0 le permitió clasificarse para octavos.
 
Entonces llegó el peor momento de la Inglaterra de Capello. Una rejuvenecida Alemania goleó por 4-1 a Inglaterra y la expulsó de la Copa del Mundo. Su 4-4-2 fue criticado duramente, así como la posición de Steven Gerrard en la banda izquierda. La ausencia de Theo Walcott en el equipo también causó una gran controversia.
 
Para la clasificación para la Euro de 2012, Capello transformó su sistema en un 4-3-3 con Darren Bent en punta y Rooney por la izquierda. El experimento fue un éxito y la selección se clasificó para la Euro con 5 victorias, 3 empates y ninguna derrota.
 
En total, Capello dirigió a la selección en 42 partidos. Logró 28 victorias, lo que significa un 66,67% sobre el total, el porcentaje más alto entre los técnicos ingleses de los últimos 20 años. Empató 8 encuentros y perdió solo 6 (los amistosos contra España y Brasil, y solo dos derrotas en partidos oficiales, contra Ucrania y Alemania).
 
Capello consideró, y con razón, que la Federación había minado su autoridad al arrebatarle la capitanía a Terry. Y que debía defender a uno de sus jugadores cuando era declarado culpable antes de ser juzgado. Fue consecuente con sus ideas y dimitió. En el fútbol de hoy en día, pocos habrían tenido el coraje de hacerlo. Arrivederci, Fabio.
 

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Ilie Oleart