Estamos tan acostumbrados esta temporada a ver cómo el United se salva en los últimos instantes, que los espectadores que abarrotaban Carrow Road no respiraron tranquilos hasta que sonó el pitido final. Pero por una vez, no hubo un número final de escapismo en el espectáculo del United. Ni el Chicharito, titular hoy, fue capaz de evitar la derrota de los Red Devils.

 

El nivel que mostró el United tal vez habría servido para ganar al Braga o al renqueante Aston Villa de Paul Lambert, pero hoy se toparon con un Norwich que llegaba tras cinco partidos imbatido que cada vez recuerda al equipo sólido de la temporada pasada. Un solitario gol de cabeza de Anthony Pilkington a la hora de partido fue más que suficiente para llevarse la victoria. Pilkington, a quién el United liberó siendo joven, fue el mejor del partido. Hodgson, en la grada, debió tomar buena nota.

 

Hughton ha logrado infundir a los suyos un espíritu aguerrido, luchador, determinado. Los Canaries completaron una actuación memorable, desde John Ruddy bajo palos hasta la pareja Bassong-Turner en defensa y, por supuesto, el infatigable Grant Holt en punta.

 

El United acusó la baja por lesión de Wayne Rooney junto a Robin van Persie. Los Red Devils controlaron el balón pero fue un dominio estéril que no desembocó en ocasiones claras. Michael Carrick y Ryan Giggs generaron poco juego y Javier Hernández estuvo desaparecido toda la tarde.

 

Van Persie fue el primero en avisar a los tres minutos con un disparo desde fuera del área que atajó Ruddy magníficamente. Poco después, el portero inglés tuvo que intervenir ante Ashley Young al final de la primera parte. Young lleva dos partidos a un nivel paupérrimo y no tardará en desaparecer del once del equipo. Por su parte, el Norwich podría haberse adelantado si Holt hubiera estado más atento a los centros de Javier Garrido y Robert Snodgrass.

 

El gol llegó en la segunda parte. Garrido, una amenaza constante desde el lateral izquierdo, centró y Pilkington se adelantó a Chris Smalling para rematar de cabeza impecablemente y superar a Anders Lindegaard.

 

El Norwich se replegó siin complejos. El United intensificó su dominio y se sucedieron las ocasiones. Danny Welbeck, que entró de cambio, casi marca de cabeza después de que su remate rebotara en Bassong. Sin embargo, los Canaries contraatacaban con peligro y en el último minuto, Howson tuvo la oportunidad de sentenciar.

 

«Obtuvimos lo que merecimos», dijo un exultante Hughton. «Defendimos como si fuéramos uno, creo que estuvimos magníficos todo el partido». El propio Ferguson reconoció el mérito del rival. «Defendieron bien y el portero hizo dos o tres excelentes intervenciones en momentos clave». Por una vez, el United recibió exactamente lo que merecía.