Alvaro Oleart

Champions League: Man United- Barcelona

Barcelona y Manchester United se vuelven a ver las caras en la final de la Champions League tras la victoria azulgrana de 2009. Ambos han cambiado, aunque, al igual que dos años atrás, ambos contendientes vienen de ganar la liga. ¿Podrá esta vez el United con el todopoderoso Barcelona?

 
La final de la Champions League de 2009 jugada en Roma con los mismos contendientes no tuvo historia. Fue un veni, vidi, vici de los de Guardiola tras el gol de Eto’o en el minuto diez. El United presionó muy arriba y dominó los primeros minutos, pero tras el gol azulgrana los «red devils» desaparecieron del campo. El flamante campeón del año anterior en Moscú pareció un equipo vulgar, mareado por la velocidad con la que su rival movió el balón.
 
En 2009 el Barcelona sorprendió al mundo consiguiendo todos los títulos posibles gracias a un tipo de fútbol que ha conseguido enamorar a todos hasta tal punto que parece haberse llegado a un consenso mundial de que es el «mejor equipo del mundo».  La Champions League de 2009 significó la consolidación de un modelo futbolístico. Fue la primera Champions para Xavi, Iniesta y Messi jugando juntos como titulares, y la primera como entrenador de Guardiola, que ya ganó una Copa de Europa en Wembley con el Barcelona en 1992. 
 
En cambio, para el Manchester United aquella derrota supuso el cierre de una etapa en la que Cristiano Ronaldo era el líder y máximo exponente. Él era la estrella y el equipo jugaba para él, una estrategia que le dio buenos réditos a Sir Alex Ferguson hasta que el Barcelona les devolvió a la realidad en la final de 2009. Este Manchester United es muy diferente del de hace dos años, en el que no destaca nadie en concreto, sino el colectivo. Además, podría ser la tercera Champions League de Ferguson, un logro que ningún entrenador ha conseguido hasta ahora.
 
Los onces iniciales: sin sorpresas
 
Barcelona (4-3-3): Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Abidal; Busquets, Xavi, Iniesta; Pedro, Villa, Messi.
 
Manchester United (4-4-1-1): Van der Sar; Fabio, Vidic, Ferdinand, Evra; Carrick, Giggs, Park, Valencia; Rooney, Hernández.
 
Por parte del Barcelona, tan solo existe la duda del lateral izquierdo: si Abidal no juega finalmente, Mascherano entraría en el centro de la defensa y Puyol ocuparía el lateral izquierdo. Por parte del United, saldrá con su once habitual, con la única duda de cuál de los dos gemelos Da Silva ocupará el lateral derecho.
 
Las claves del United para detener el torrente ofensivo azulgrana
 
La defensa ha sido la principal arma de los de Ferguson para llegar a la final. Solo han concedido 0,33 goles por partido, contra el 0,67 de los barcelonistas. Dicho esto, se enfrentan al equipo más ofensivo del mundo. Los azulgrana han conseguido marcar una media de 2,25 goles por partido por 1,5 de los «red devils».
 
1. Frenar a Alves
 
El Barcelona juega con dos falsos extremos que tienden a ir al medio, por lo que son los laterales los que ocupan la banda ofensivamente. Por eso la labor defensiva de los dos interiores del Manchester United será muy importante, especialmente la del interior izquierdo, que se encargará de frenar las incursiones de Alves. Park, probablemente el mejor jugador ofensivo en tareas defensivas del mundo, será el encargado de realizar esa labor. El otro lateral representa menos peligro, toda vez que Abidal llega bajo de forma y Puyol, si finalmente es el que juega en esa banda, es diestro y no tiene un perfil ofensivo.
 
2. El espacio entre los defensas y el medio centro
 
Otro punto que deberán cubrir los «red devils» es el espacio que se crea justo delante de la defensa, el hábitat natural de Messi. Mourinho encargó a Pepe la tarea de barrer esa zona y cuando lo logró, el Barcelona se atascó. Al bloquear esa zona, el balón debe pasar por las bandas, donde el Barcelona no tiene verdaderos especialistas. Ni Villa ni Pedro son auténticos extremos, además de que los centros difícilmente crearán peligro, teniendo en cuenta la superioridad por alto de Ferdinand y Vidic sobre Villa, Pedro, Messi o Iniesta. Todo apunta a que el encargado de realizar esa labor será Carrick, que ha jugado una excelente segunda mitad de la temporada. Tanto Anderson como Fletcher salen de lesiones y les falta ritmo de partidos, sobre todo al segundo.
 
3. Tapar la salida de balón
 
Rooney, acostumbrado a no trabajar defensivamente, deberá presionar constantemente la salida de balón, que pasa prácticamente siempre por las botas de Busquets. Éste le da el ritmo necesario al juego barcelonista, y quizá Ferguson trate de impedir una fácil salida de balón con Busquets a base de una fuerte presión ejercida por Rooney.
 
4. Los contragolpes
 
El United deberá prestar atención a acabar las jugadas. Pese a que el Barcelona es un equipo acostumbrado a tener el balón, también es muy peligroso al contragolpe. Villa, Messi y Pedro son jugadores muy rápidos que con espacios pueden ser mortales. Será fundamental para el United evitar los contragolpes barcelonistas acabando las jugadas y haciendo faltas tácticas. Ahí el United estará en manos del árbitro y el nivel de tarjetas que aplique.
 
¿Cómo hacerle daño al Barcelona?
 
1. Lateral izquierdo
 
Parece el lugar más lógico para atacar por parte del United. Ninguno de los posibles dueños del lateral izquierdo (Abidal, Maxwell, Puyol o Adriano) está al 100%, lo que propiciará que gran parte del juego pase por una banda derecha que muy probablemente ocupará Valencia. El ecuatoriano deberá explotar los uno contra uno para sacar buenos centros o incluso meterse hacia dentro. Gran parte de las opciones del United pasarán por las botas del interior derecho de los «red devils». Además, presumiblemente el lateral izquierdo no subirá demasiado al ataque, con lo que el interior derecho no trabajará tanto en defensa y podrá mantenerse fresco para el ataque.
 
2. Rooney y «chicharito»
 
El inglés deberá multiplicarse si juega en la posición en la que lo está haciendo últimamente (de 10, por detrás de «chicharito). En defensa deberá presionar a Busquets, mientras que en ataque deberá bajar a recibir el balón y distribuirlo, además de ser capaz de llegar arriba con energía suficiente como para poder asistir al «chicharito» Hernández.
 
El «chicharito» tendrá ante sí una prueba de fuego. Jugará más solo que nunca, así que deberá mostrar una faceta en la que no es un especialista, la capacidad para aguantar el balón de espaldas. El United pateará el balón de vez en cuando, por lo que se antoja fundamental la capacidad del mexicano para aguantar el balón y esperar la llegada del resto de compañeros para iniciar la jugada. También deberá aprovechar su mayor velocidad respecto a los centrales azulgranas, Puyol y Piqué, para tirar buenos desmarques. No hace falta decir que su efectividad será más importante que nunca, pues no disfrutará de excesivas ocasiones.
 
3. Jugadas a balón parado y juego aéreo
 
El Barcelona es vulnerable en las jugadas a balón parado, por lo que la estrategia de los de Ferguson puede ser un arma muy importante. Del mismo modo, los ingleses son superiores en el juego aéreo, donde destacan los dos centrales, Vidic y Ferdinand.
 
4. Ritmo de partido y fondo de armario
 
El Barcelona tiene una plantilla corta, así que sus jugadores clave llegan con más partidos que los del United. Además, los suplentes del United son superiores a los del Barcelona. Si las cosas van mal, los «red devils» tendrán en el banquillo a Nani, Fletcher o Berbatov. Si el partido se alarga, las probabilidades del United aumentan.
 
La opinión de La Media Inglesa
 
Lo lógico es que el United ceda la iniciativa al Barcelona, tal y como ya ha hecho en varias ocasiones a lo largo de esta temporada (como ante el Arsenal en la Premier o el Olympique de Marsella y el Shalke en la Champions). Dicho esto, al igual que en 2009, es posible que busque presionar los primeros 20 minutos muy arriba. Hace dos años no tuvieron suerte, pues estaban siendo superiores antes del gol de Eto’o en el minuto diez. Será clave para el United marcar el primer gol. Si el Barcelona se pone por delante, las probabilidades de ganar del Manchester se reducirán exponencialmente. Los catalanes se dedicarán a retener el balón y aprovechar los espacios que deje el United a la espalda.
 
Porcentajes: Manchester United 35% – FC Barcelona 65%
 

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Alvaro Oleart