Premier League
Chelsea | 3 |
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Tottenham | 0 |
Ficha técnica |
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3 – Chelsea: Courtois, Ivanovic, Cahill (Zouma, 46), Terry, Azpilicueta, Fàbregas (Mikel, 76), Matic, Willian, Oscar, Hazard, Drogba (Remy, 67). |
0 – Tottenham Hotspur: Lloris, Chiriches, Fazio, Vertonghen, Davies, Mason (Paulinho, 58), Bentaleb, Lennon (Chadli, 58), Lamela (Soldado, 74), Eriksen, Kane. |
Goles: 1-0, m.19: Hazard. 2-0, m.22: Drogba. 3-0, m.73: Remy. |
El partido fue una muestra clara de la marcha que llevan ambos equipos en la temporada. El Chelsea, sacando partidos adelante sin dificultades, de forma eficaz y sin un fútbol demasiado brillante. El Tottenham volvió a dejar una sensación de sinsabor e incapacidad. Un prometedor inicio y un desalentador desarrollo del partido. Flojos los Spurs, que siguen sin ganar en Stamford Bridge desde 1990.
Los planteamientos fueron muestra de las dos caras del fútbol. El romanticismo y el pragmatismo. La ensoñación y la realidad. Por un lado, la pléyade de jóvenes del Tottenham, encabezada por Harry Kane, propuso un fútbol creativo y atractivo. De elaboración. Los prometedores Spurs proporcionaron una exhibición durante el primer cuarto de hora. Christian Eriksen, Erik Lamela, Aaron Lennon y el mencionado Kane trajeron de cabeza a la defensa de los blues al inicio, creando ocasiones y pudiendo adelantarse en el marcador. El esperanzador Harry remató al poste y fuera en las mejores ocasiones de los de Pocchetino.
En el otro lado, el vencedor, quedó el Chelsea. El pétreo mediocampo de los blues sigue dando resultado. Donde la creatividad tiene un papel secundario al orden y la táctica. Donde los errores no tienen cabida. Y los detalles están cuidados exhaustivamente.
Por errores llegaron los dos primeros tanto. El primero, de Vlad Chiriches, derivó en una pared entre Eden Hazard y Didier Drogba que el belga definía a la perfección por debajo de Hugo Lloris. En el segundo, Lloris despejaba mal y Hazard le devolvía el favor al marfileño para que definiera con facilidad por el primer palo. Nadie echó de menos al sancionado Diego Costa en el Bridge.
El fútbol control del Chelsea permitió poco más en el primer tiempo. Con ese ritmo de partido, Drogba sí puede seguir en el fútbol de élite. Cuando la calidad y la experiencia tienen más valor que la resistencia y la velocidad. La capacidad del marfileño de ganar la posición y de ser decisivo con el balón en los pies sigue intacta. Otra cosa es si hablamos de que pueda aguantar más de una hora de partido a buen nivel. O si puede ganar una carrera.
Harry Kane fue de lo poco salvable de su equipo. Su movilidad y capacidad combinativa, además de la facilidad que tiene para disparar le convierten en un jugador realmente complicado de defender. Tiene inteligencia táctica y visión de juego. Dentro de poco acabará en uno de los grandes.
Entretanto, Rémy había entrado por Drogba y había hecho el 3-0 tras driblar a Jan Vertonghen y definir con parsimonia ante Lloris. La victoria, sin ser demasiado brillante, sí fue contundente. Simbolizó a la perfección la temporada de ambos clubes. El Chelsea, solvente y fiable. Con un equipo sólido y defensivamente estable. Por su parte, el Tottenham sigue sembrando dudas. Con una plantilla prometedora pero muy inestable. Con dudas en su entramado defensivo y sin continuidad en su juego.
Nueva jornada y nueva victoria en Stamford Bridge. La vida sigue igual al suroeste de Londres. En el norte hay más nubarrones. Al final, la realidad y el pragmatismo siempre se imponen.