Si hay algo que el futbol inglés nos proporciona a menudo son las dramáticas historias de clubes que están al borde de la extinción por problemas financieros. Portsmouth, Wrexham, Brighton o Swansea son algunos ejemplos de entidades que han logrado esquivar la desaparición, gracias en la mayoría de los casos a la intervención a última hora de sus propios aficionados. Sin embargo, otros clubes como el Chester, han tenido que refundarse cual ave fénix para sobrevivir a los abatares del destino.
El Chester es un modesto equipo que se localiza en una ciudad situada al norte de Reino Unido, en el condado de Cheshire, a unos 30 kilómetros de Liverpool, casi sobre la frontera norte con Gales. La ciudad cuenta con una población de algo más de 300.000 personas aproximadamente.
Desde su fundación en 1885, el club fue bautizado como Chester F.C. y se unió a la liga en 1930. En 1983, el club pasó a llamarse el Chester City y en 1992 se trasladó al DEVA Stadium (el nuevo escenario de la ciudad). Sin embargo, a los dos años de utilizar dicho escenario debió retirarse a Macclesfield (nada menos que a 70 kilómetros de Chester) para jugar sus partidos, debido a adecuaciones que debían realizarse en el estadio, al que regresarían dos años después.
Ya conocidos con el nombre de Chester City, los Seals lograron el ascenso a tercera división en 1986 de la mano del fantástico Harry McNally, que con un presupuesto muy limitado fue afianzando una plantilla con el objetivo de lograr el ascenso. A pesar de las restricciones financieras, el equipo de McNally llegó a clasificarse para un play-off de ascenso a segunda división. A partir de 1992, el club vivió una serie de ascensos y descensos pero se mantuvo casi toda la década de los 90 en la tercera división.
Menos de 500 espectadores presenciaron la desaparición en 2010
Tres ascensos en 3 años han colocado al club al borde de la Football League
A partir de 1998, bajo la administración de Mark Gutterman, el club empezaría su debacle económica. La deportiva no tardaría en llegar. En 2000, el club perdió su estatus en la Football League tras 69 años en la liga. Sin embargo, logró regresar en 2004 y el equipo logró mantenerse en League Two con marcados altibajos durante cinco años. En la temporada 2008-09, el club volvería a caer en el Conference y empezarían sus más graves problemas económicos.
Solo dos semanas después del último partido de la temporada, el club fue intervenido judicialmente con unas deudas de 7 millones de libras, por lo que se aplicó una penalización de diez puntos. La sanción aumentó hasta 25 puntos al descubrirse otras irregularidades financieras.
Tras ser incapaces de cumplir varios de sus compromisos de liga, su continuidad en la competición fue sometida a votación y finalmente el 18 de febrero el club fue expulsado de la liga. En marzo, el Chester F.C. dejaba de existir.
Sin embargo, ese mismo mes, unas 1.000 personas se reunieron para decidir la formación del nuevo club y escoger el nombre. El 70% optó por Chester FC, que había sido el nombre del club durante sus primeros 98 años de existencia (antes de pasar a ser Chester City F.C.). El club recibió el apoyo de la entidades públicas, que concedieron el uso del Deva Stadium, el antiguo estadio del Chester City.
Desde su renacimiento, el Chester solo ha vivido éxitos. El club ha conquistado tres campeonatos consecutivos desde la octava división, donde comenzó tras su refundación. A partir de la próxima temporada, con una economía muy estable y dirigidos por los hinchas, el Chester se perfila desde ya como candidato a regresar al Football League.
La clave en todo este proceso ha sido la intervención de los aficionados. Cuando el club era todavía Chester City, la asistencia al estadio era paupérrima. La media de espectadores en el estadio en la temporada 2005-06 fue de casi 3.000 espectadores., pero la temporada del descenso, la media cayó por debajo de los 2.000. En la última temporada, la media se situó por debajo de los 1.300. El 19 de enero de 2010 se vivió la peor entrada con solo 425 espectadores (la asistencia más baja en la historia del club en cualquier división). La asistencia en el último partido de la historia del club en casa fue de solo 460 espectadores el 6 de febrero.
Sin embargo, la temporada pasada, el Chester F.C. fue el club de Conference North con una media de asistencia más elevada, con 2.583 espectadores (el segundo club con mayor asistencia fue el Halifax con 1.222). Una vez más queda demostrado, como en los casos de
Wrexham (su rival acérrimo),
Wimbledon,
Bradford o
Swansea, que cuando los aficionados se hacen cargo de una entidad, el futuro pierde sus tonos negruzcos para adquirir tonalidades más claras. Mucho más claras.