El pésimo bagaje del Bolton en los primeros diez partidos de liga (seis puntos y un «goal average» de -14) daba pocas esperanzas de lograr la victoria a los de Owen Coyle, que todavía no habían sido capaz de jugar el estilo combinativo que buscan. Sin embargo, el Stoke llegó al rescate.

 

Concretamente fue su portero Asmir Begovic el que rescató al Bolton, puesto que el portero de los «potters» regaló los dos primeros goles en los primeros 25 minutos. El primero fue obra de Kevin Davies cuando solo habían transcurrido dos minutos de partido, mientras que el segundo fue obra de Chris Eagles tras un malentendido entre Begovic y Huth.

 

No satisfechos con el 2-0, los «trotters» siguieron buscando la portería rival con ahínco. Su dominio tuvo premio en la última media hora de partido, en la que anotaron nada menos que tres goles, dos de Klasnic y otro de Eagles.

 

Este partido significa mucho más que una victoria para el Bolton. No solo se han llevado los tres puntos, sino que han logrado por primera vez en la temporada exhibir el estilo de juego que pretende Owen Coyle. Además, los dos delanteros han marcado (Klasnic y Kevin Davies) y, sobre todo, el inconmensurable Chris Eagles, un jugador que llegó procedente del Burnley este verano, ha tomado definitivamente las riendas de este equipo.

 

Por contra, el Stoke no consigue alejar los fantasmas de su horrible rendimiento fuera del Britannia. Hoy regalaron la posesión al Bolton y nunca fueron una amenaza real para los «trotters».