Ilie Oleart

Cinco conclusiones del mercado estival

Se cerró el mercado estival. Extraemos cinco conclusiones de este período, desde el equilibrio financiero de Wenger, hasta la habilidad de Moyes pasando por la desenfrenada actividad de Loftus Road. 

 
1. La prioridad de Wenger es equilibrar ingresos y gastos
 
A diferencia de las nuevas potencias de la Premier League, el Arsenal se rige por una estricta política financiera, que obliga a Arsène Wenger a no estirar más el brazo que la manga. Este verano, como cada período de fichajes, Wenger ha gastado (44 millones de libras) casi lo mismo que ha ingresado (43,7). Las ventas de Robin van Persie y Alex Song han permitido la adquisición de Olivier Giroud, Lukas Podolski y, sobre todo, Santi Cazorla.
 
A priori, parece un intercambio positivo. Van Persie, aunque ha reforzado a un rival directo, ya tiene 29 años y su ocaso como futbolista debería comenzar pronto (aunque su arranque en el Manchester United parezca indicar lo contrario). La venta de Alex Song, un titular indiscutible con un prometedor futuro por delante, resulta más difícil de justificar. Si Abou Diaby no se lesiona, se auguran buenos tiempos en el Emirates. Por desgracia, parece difícil que eso no ocurra.
 
2. Renovación total en el Chelsea
 
Roman Abramovich ha invertido unos 80 millones de libras en renovar su plantilla con jugadores jóvenes y talentosos, como el brasileño Oscar, el belga Eden Hazard o el nigeriano Victor Moses. Sin embargo, nadie parece considerar a los Blues como candidatos al título. ¿Por qué?
 
Primero, porque Roberto Di Matteo, a pesar de haber renovado por dos años como técnico, sigue antojándose como una solución temporal. Abramovich sueña con Guardiola para dirigir su nueva constelación de estrellas. Di Matteo no parece la persona indicada para aplicar un fútbol combinativo y vistoso en Stamford Bridge. Aunque mientras Hazard siga repartiendo asistencias como churros, todo es posible.
 
En segundo lugar, el equipo parece estar partido por la mitad. En el 4-2-3-1 de Di Matteo, las opciones en el medio centro son muy limitadas. Con las salidas de Essien y Meireles, solo Obi Mikel, Lampard o Romeu pueden cubrir ese lugar. Pocos cimientos para un edificio que pretende alcanzar las estrellas.
 
3. Nadie se mueve como Moyes
 
Pocos técnicos deben trabajar con tantas restricciones financieras como David Moyes. Y, sin embargo, cada año logra reforzar su equipo. Este verano, la venta de Jack Rodwell (que ni siquiera era titular) al Manchester City por 15 millones de libras, ha permitido al escocés comprar cuatro buenos jugadores: Steven Pienaar, Steven Naismith, Kevin Mirallas y Bryan Oviedo.
 
Aunque posiblemente, la mejor noticia para Moyes fue que nadie apareció con un maletín rebosante de libras el día 31 para llevarse a Marouane Fellaini. Veremos cuánto tiempo más logra retenerle.
 
4. El caos reina en Anfield
 
El gasto neto este verano en Anfield ha sido de 20 millones de libras. Y, sin embargo, el club parece haber perdido potencial. Jugadores útiles como Kuyt, Maxi, Bellamy, Aquilani, Adam o Carroll han abandonado la entidad. Para sustituirles, llegaron Borini y Allen. 
 
El mejor resumen del caos que se vive en el Liverpool lo plasma la cesión de Andy Carroll al West Ham. Brendan Rodgers, convencido que el club acabaría fichando un delantero (Sturridge era el elegido), permitió que Carroll abandonara la entidad. Al final, nadie llegó y Rodgers solo cuenta con dos delanteros, al menos hasta enero: Luis Suárez y Fabio Borini.
 
Para acabar de rematar las cosas, el dueño John W. Henry tuvo que publicar una carta justificando su política de fichajes y dejando entrever que fue el club quién se opuso a la contratación de Clint Dempsey, tildándole de solución a corto plazo.
 
5. QPR o ¿qué podría salir mal?
 
El club más activo del mercado estival ha sido el QPR. Los Rangers han contratado prácticamente todos los jugadores libres disponibles en Europa, incluyendo varios que parecían haber escrito ya hace tiempo el epílogo de sus carreras.
 
Mark Hughes ha gastado prácticamente lo mismo que ha ingresado, pero ha firmado contratos largos (y millonarios) a muchos de estos jugadores, lo cual podría provocar un deterioro financiero acelerado de la entidad. Como afirma la biblia sobre la compra-venta de jugadores, «Soccernomics», el fantástico libro de Simon Kuper y Stefan Szymanski, nunca deben ficharse jugadores consagrados de más de treinta años: su rendimiento caerá en picado y su salario está en su punto álgido.
 
Robert Green, Ryan Nelsen, Andy Johnson, José Bosingwa y Julio Cesar llegaron gratis. Jugadores con muy poco recorrido y unos salarios astronómicos en algunos casos. En cambio, los fichajes de Samba Diakité, Esteban Granero y Junior Hoilett apuntan en la dirección correcta. Jugadores jóvenes que puedan hacer crecer la entidad y situar al QPR donde su nómina se encuentra ya: en la zona media de la Premier League. 
 

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Ilie Oleart