Roman Abramovich ha dedicado nueve años y cientos de millones de libras a lograr la Champions League. Una victoria que permite acceder a la disputa del Mundial de Clubes. Los Blues deberán repetir aquella gesta para lograr este título tras fallar en su primer intento.

 

Los tiempos en que los clubes europeos se paseaban y humillaban a sus rivales sudamericanos ya han quedado en el olvido. Igual que la displicencia que alguna vez mostraron al enfrentarse con esos rivales. La reacción de los jugadores del Chelsea dejó patente el duro revés que la derrota ha supuesto. Ramires enterró su cara entre las manos, David Luiz recogió su premio al mejor jugador del partido de su equipo reticentemente y con restos de lágrimas en sus mejillas.

 

Fue la primera vez en seis años que un club sudamericano se llevaba la victoria. El Corinthians es un equipo brasileño con tintes italianos como ya dejó en evidencia en las actuaciones que le condujeron a conquistar la Copa Libertadores en 2012. Solo cuatro goles en 14 partidos encajó el Timao en su ruta hacia el título.

 

Rafa Benítez rotó a su equipo respecto a la victoria contra Rayados. David Luiz regresó a la defensa, Lampard y Ramires entraron en el once, y Moses sustituyó a Oscar. Unas rotaciones que deberán continuar el miércoles en Leeds, donde el equipo deberá disputar un partido de cuartos de final de Copa de la Liga que parece más un problema que un partido. En 2005, después de que su Liverpool perdiera ante São Paulo en el Mundial de Clubes, Benítez tuvo ocho días antes de reemprender la competición. En esta ocasión, aterrizarán en Londres el lunes y el martes deberán desplazarse a Leeds con la obligación de evitar otro traspiés. El Chelsea ha perdido la Community Shield y la Supercopa de Europa, y está eliminado en la Champions League.

 

El Chelsea pagó cara su falta de puntería, en especial en la primera parte. Todo lo contrario que Corinthians, que transformó su única ocasión clara de gol por medio del peruano Paolo Guerrero a mediados de la segunda parte. El gol de Guerrero dejó en evidencia la fragilidad defensiva de los Blues. David Luiz llegó tarde al corte al borde del área y fue superado. Después de la parada inicial de Cech, Guerrero cabeceó a placer al fondo de las mallas. Ningún defensa pugnó con él por el balón. David Luiz, Ashley Cole y Ramires estaban sobre la línea de gol.

 

A partir del gol, el fútbol desapareció. Las pérdidas de tiempo fueron constantes y la frustración acabó adueñándose del Chelsea. En el último minuto, Cahill y Emerson se enzarzaron en el centro del campo y el inglés acabó expulsado.

 

La mejor ocasión de empatar la tuvo Fernando Torres. Un saque de banda de César Azpilicueta en el descuento sembró el pánico en la defensa brasileña, que fue incapaz de despejar el balón, que le cayó al español frente a la portería con solo Cassio delante. El balón acabó en las manos del guardameta. Torres sí fue capaz de marcar instantes después. En fuera de juego.

 

Torres venía de marcar cinco goles en tres partidos (eso sí, ante Nordsjaelland, Sunderland y Monterrey) pero Benítez tuvo que defenderle una vez más. «Estaba ahí, tuvo oportunidades, marcó un gol anulado. Estoy de acuerdo en que debe aprovechar esas ocasiones en una final porque no es fácil crearlas. Al menos ganó muchos balones en el aire, estaba fresco y está mejorando físicamente».

 

El mejor del partido fue sin duda el portero Cassio, que detuvo todas las ocasiones generadas por los ingleses. Evitó claras oportunidades de Cahill y Moses en la primera parte y la más clara de Torres. El Chelsea deberá reponerse rápidamente de este batacazo. Otro similar en Leeds el miércoles podría aumentar la presión sobre Benítez hasta límites insostenibles.