Premier League
Stoke City | 0 |
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Liverpool FC | 1 |
Ficha técnica |
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0 – Stoke City: Butland, Johnson, Cameron, Muniesa, Pieters (Wollscheid, m.45), van Ginkel, Whelan, Waiters, Adam (Sidwell, m.77), Afellay (Odemwingie, m.77), Diouf. |
1 – Liverpool FC: Mignolet, Clyne, Lovren, Skrtel, Gomez, Henderson, Milner, Ibe (Firmino, m.77), Coutinho, Lallana (Emre Can, m.61), Benteke. |
Goles: 0-1, m.85: Coutinho. |
Arrancó la liga para el Stoke City y el Liverpool en el encuentro que cerraba la primera jornada dominical de la temporada. El Stoke de Mark Hughes, llamado a llevar a cabo una evolución definitiva hacia un juego mucho más vistoso –teniendo en cuenta la tradición Potter de fútbol defensivo, áspero y ‘al pelotazo’-, recibía en el Britannia Stadium a un Liverpool inmerso en su enésimo intento de regresar a la élite del fútbol inglés.
Los primeros detalles llegaron con el anuncio de ambas alineaciones. En los Potters, todavía sin Bojan Krkic, debutaban Glen Johnson –frente a sus ex compañeros-, Marco van Ginkel e Ibrahim Afellay, mientras que el español Joselu comenzaba desde el banquillo. Brendan Rodgers, por su parte, daba entrada en el primer once inicial de la temporada a los laterales Nathaniel Clyne y Joe Gomez –en detrimento de Alberto Moreno-, a James Milner y al flamante fichaje en la delantera Christian Benteke. Roberto Firmino y Danny Ings no contaron con minutos desde el inicio.
El choque comenzó sin ritmo, con ambos equipos tratando de hacerse con la posesión pero sin fabricar jugadas de peligro que desembocasen en ocasiones de gol. En los primeros minutos de juego, Ibrahim Afellay rozó la expulsión, algo que hubiera supuesto un cambio radical en el devenir del encuentro. El neerlandés, no obstante, solo vio la amarilla y, en los minutos posteriores, comenzó a dejar los detalles de calidad que tanto los aficionados Potters como Mark Hughes esperaban observar cuando se oficializó el fichaje.
En general, la zona creativa del Stoke, a pesar de los constantes errores de Charlie Adam, dio una mejor imagen que la del Liverpool –con jugadores como Philippe Coutinho, Jordon Ibe o Adam Lallana absolutamente desaparecidos- durante la primera parte. Y por esta razón, hacia la media hora de partido, el Stoke apretó al Liverpool contra su área y pudo aprovechar varios errores de la defensa Red forzados por la presión rival. La única ocasión clara del primer acto llegó de esta forma y fue una triple oportunidad en la que el Liverpool pudo marcarse en propia puerta, segundos después pudo cometer penalti por mano y por último Glen Johnson estuvo a unos centímetros de anotar ante sus ex compañeros. El descanso llegó en el Britannia con un insulso empate a cero que no mostraba sensaciones positivas por parte de ningún conjunto.
El segundo tiempo comenzó con la sustitución de Erik Pieters en el Stoke por molestias físicas. Mark Hughes dio entrada a Philipp Wollscheid, que se colocó en el centro de la defensa desplazando a Marc Muniesa al lateral izquierdo. En el bando contrario, la puesta en escena del Liverpool no sufrió variaciones y, a los pocos minutos de juego, Dejan Lovren estuvo a punto de dejar a su equipo en inferioridad numérica tras un codazo totalmente injustificado sobre Mame Diouf. El partido seguía sin ritmo y los constantes parones no ayudaban a disfrutar del fútbol.
Pasados los primeros quince minutos del segundo acto, Brendan Rodgers decidió mover el banquillo, retirando del terreno de juego a Adam Lallana e introduciendo a Emre Can. Jugadores creativos como Firmino o Divock Origi seguían sin contar con la oportunidad del técnico norirlandés. El plan de Rodgers estuvo a punto de salir trastocado cuando un centro de Charlie Adam que rozó con el pie Mame Diouf obligó a Simon Mignolet a desviar la pelota a córner. Fue una de las últimas aproximaciones de los Potters al área red.
El Liverpool, a pesar de no mostrar una imagen sólida y un juego regular en el ataque, trenzó algunas jugadas combinativas que ayudaron a que el conjunto de Merseyside despertara del letargo en el que quizá había entrado en su última visita al Britannia Stadium la campaña pasada (cuando en la última jornada el Stoke endosó un 6-1 a los Reds). Llegó la hora del debut de Roberto Firmino, uno de los fichajes más prometedores del verano en la Premier League, que sustituyó a Jordon Ibe. Mark Hughes, por su parte, refrescó el centro del campo de su equipo dando entrada a Peter Odemwingie y Steve Sidwell, que sustituyeron a unos agotados Ibrahim Afellay y Charlie Adam.
Cuando todo apuntaba a que tanto Stoke como Liverpool se conformarían con un empate, un Coutinho que no había dado señales de vida durante el choque demostró que es uno de esos jugadores con la calidad suficiente como para ganar un partido en una acción aislada. Con un zapatazo espectacular desde fuera del área, el brasileño batió a un Jack Butland que rozó el balón pero no fue capaz de evitar que el disparo terminara en el fondo de la portería.
Con solo cinco minutos por delante tras el tanto del Liverpool, el Stoke City no fue capaz de reaccionar y cosechó su primera derrota de la temporada en el estreno ante su afición. Pese a los tres puntos, el equipo de Brendan Rodgers dejó una imagen preocupante a sus aficionados y el irregular Philippe Coutinho deberá ratificarse como el gran futbolista desequilibrante de los Reds tras la marcha de Raheem Sterling al Manchester City.