Tyne & Wear es el nombre que recibe uno de los cuatro condados que conforman North East England, la región más septentrional de las nueve en las que se divide Inglaterra. Así, sólo los condados de Northumberland y Cumbria (ambos con frontera con Escocia) se ubican en una latitud mayor. La posición geográfica de Tyne & Wear ha sido, y es, determinante para la cultura y el estilo de vida del condado norteño, que se encuentra relativamente aislado de las grandes urbes británicas, como Londres, Birmingham, Liverpool o Manchester.
Sin embargo, Tyne & Wear puede presumir de formar parte del selecto grupo de cinco condados que cuentan con más de un equipo en la Premier League, junto a aquellos en los que se localizan precisamente esas cuatro grandes ciudades mencionadas en el párrafo anterior: Greater London, West Midlands, Merseyside y Greater Manchester, respectivamente.
La denominación del condado norteño viene dada por los dos ríos que surcan el territorio: el Tyne, que atraviesa Newcastle-upon-Tyne, y el Wear, que desemboca en la ciudad portuaria de Sunderland. Y también son estas dos ciudades las que acogen a los dos únicos conjuntos del norte de Inglaterra que disputan la Barclays Premier League.
Tyne & Wear es uno de los cinco condados con más de un equipo Premier
El derbi Newcastle-Sunderland es uno de los más encarnizados del país
Así, Newcastle y Sunderland comparten una rivalidad histórica que también se ha trasladado, como es lógico, al ámbito futbolístico. El derby norteño es un enfrentamiento hostil y encarnizado (fue declarado hace pocos días como el enfrentamiento más feroz en Inglaterra por el Telegraph, sólo superado por el Cardiff-Swansea), pero que está en cierto modo alejado de los focos mediáticos. El vínculo entre ambos clubes podría definirse como una relación de amor y odio: a pesar de la profunda animadversión que despiertan el uno en el otro, la ubicación marginal –geográficamente hablando– en la que se encuentran, a mucha distancia de cualquier otra ciudad con un equipo en la máxima categoría del fútbol inglés, provoca cierta simpatía mutua que se basa en el sentimiento de pertenencia a una zona concreta del territorio.
La temporada 2015/16, sin embargo, no ha comenzado bien para ninguno de los dos equipos, que ocupan las dos últimas posiciones de la tabla clasificatoria y son los únicos clubes que todavía no han conseguido ninguna victoria en la presente campaña. Sin embargo, aunque sus cifras son semejantes (tres empates y cinco derrotas), las causas de las mismas difieren en varios puntos.
Comencemos por el Sunderland. Los Black Cats parecían, ya desde la pretemporada, uno de los principales candidatos a descender a Championship. Los coqueteos que han experimentado con las posiciones bajas de la tabla durante las últimas temporadas pueden ser un presagio certero para uno de los conjuntos más débiles de la Premier League. Los primeros partidos de la campaña, dos derrotas rotundas frente a Leicester City y Norwich, teóricos rivales directos, evidenciaron las carencias de un equipo que hasta ahora ha transmitido unas sensaciones francamente nefastas. Parecía que el choque frente al West Ham del pasado fin de semana podía suponer un punto de inflexión (el Sunderland se puso 2-0 arriba), pero finalmente se le escapó esa primera victoria de la temporada.
Lo cierto es que la situación del equipo hasta hace poco dirigido por Dick Advocaat era algo que podía preverse, en cierto modo. La plantilla es muy floja en prácticamente todas sus líneas. La defensa es lamentable (con 18 tantos, es el club que más ha encajado), pero eso es algo que todo el mundo veía venir, excepto el lumbreras que creyó que Younes Kaboul y Sebastián Coates formarían un eje de la zaga de garantías. Además, el resto de contrataciones veraniegas tampoco están aportando excesivamente, y cuenta con una lista relativamente amplia de jugadores que en su momento fueron muy prometedores y ahora buscan reconducir de algún modo –y sin mucho éxito– su carrera: Yann M’Vila, Jack Rodwell, Fabio Borini…
La dimisión de Advocaat después del decepcionante empate frente al West Ham es fruto de la desesperación. El entrenador neerlandés no tenía fe en ser capaz de sacar el equipo adelante. Con los mimbres que tiene la plantilla, si su sucesor alcanza el objetivo de mantener al equipo en la Premier League un año más, podremos catalogarlo como milagro. Mucho tienen que mejorar las cosas en el Sunderland para que haya tres equipos que sumen menos puntos que ellos.
Por su parte, la situación de su rival regional sí ha causado una mayor sorpresa general. A pesar de que el Newcastle acabó la 2014/15 en decimoquinta posición, a sólo cuatro puntos de descender a Championship, la gran cantidad de capital invertido en fichajes y la plantilla que han formado invitan a pensar que sobre el río Tyne deben mirar más hacia la zona alta de la tabla. Evidentemente, luchar por los puestos europeos puede ser un objetivo demasiado ambicioso, pero por nombres y expectativas, el Newcastle está obligado a tratar de quedar entre los diez primeros clasificados.
La dimisión de Advocaat es fruto de la desesperación y la falta de fe
La situación del Newcastle es más sorprendente tras invertir casi 70M€
Las quejas públicas de los aficionados de los Magpies contra Mike Ashley, propietario del equipo blanquinegro, han surtido efecto: este período estival el Newcastle ha realizado contrataciones de renombre con el objetivo de dar un paso al frente. Un defensa físico y con proyección (Chancel Mbemba), un organizador potente y llegador (Georginio Wijnaldum), un extremo habilidoso (Florin Thauvin) y un delantero joven y con poderío aéreo (Aleksandar Mitrovic); cuatro incorporaciones muy interesantes por las que se pagaron casi 70 millones de euros y que venían a completar una plantilla equilibrada y con potencial para dar que hablar en esta Premier League.
Sin embargo, hasta la fecha, las Urracas han sido incapaces de sumar alguna victoria en su casillero. Los tres puntos cosechados hasta la fecha y una diferencia de -11 goles les sitúan en la última posición de la clasificación después de ocho jornadas disputadas. En el caso del Newcastle, es más complejo dilucidar las causas de su horrible inicio de campaña. Cierto es que el calendario no ha sido absolutamente favorable (ya ha jugado contra los cuatro mejores de la última Premier), pero sus enfrentamientos contra equipos de la zona media tampoco se han saldado satisfactoriamente para sus intereses: un empate frente al Southampton y tres derrotas contra Swansea, West Ham y Watford.
Quizás el mayor problema del Newcastle radica en las dificultades que se encuentra a la hora de generar fútbol: la pareja de centrocampistas titulares, formada por Jack Colback y Vurnon Anita, son la dupla menos creativa que se ve en el mundo del fútbol desde la de Van Bommel – De Jong con Holanda en el mundial de Sudáfrica. La aportación de Wijnaldum en este apartado, con su tendencia natural a irse hacia el área, tampoco ayuda a dar fluidez al juego del equipo. Por su parte, Thauvin todavía no ha destacado productivamente, exceptuando un partido de Capital One Cup. Y Mitrovic lleva un gol y una expulsión en ocho jornadas, dato que debería mejorar el exdelantero del Anderlecht (27 goles la pasada campaña) si pretende asentarse como delantero centro titular del Newcastle.
Si bien Dick Advocaat ya ha caído, Steve McLaren también está en la cuerda floja. Los Magpies, que desde que Alan Pardew hizo las maletas para volver a ‘su’ Crystal Palace no han vuelto a ser los mismos. Necesitan revertir la situación lo antes posible para escalar puestos en la tabla y volver a su posición lógica. Que este equipo tuviese que luchar por lograr la permanencia sería una sorpresa mayúscula, teniendo en cuenta el nivel de la plantilla y comparándolo con otros clubes de la Premier League.
Por lo pronto, en la décima jornada, el 25 de octubre, el Stadium of Light servirá como enclave para el primer Tyne-Wear derby de la temporada. Un duelo contra tu rival histórico puede ser un excelente punto de inflexión que te marque el camino a seguir. O el golpe fatal que termine de hundir a uno de los dos equipos del noreste inglés.