51 alineaciones distintas en 51 partidos, por primera vez en casi 20 años el club no competirá en la Champions League, el equipo ha alcanzado la menor cantidad de puntos en una temporada de Premier, el acceso al mal menor de la Europa League está más que complicado, derrotas de local ante rivales que hacía años que no ganaban en Old Trafford (West Brom, Newcastle, Everton), eliminación en tercera ronda de la FA Cup ante el Swansea como local, verdaderas palizas ante Liverpool y Manchester City… el Manchester United de David Moyes acumula récords negativos. Las causas son múltiples: la política de fichajes ha resultado pésima (acá hay que dispensar al bueno de David y hacer foco en Ed Woodard), la herencia de Sir Alex ha resultado un regalo envenenado (tanto en cuanto a los grandes resultados conseguidos en el club durante las dos últimas décadas como en cuanto a esa plantilla que a gritos pedía renovación), los refuerzos no han rendido (Marouane Fellaini nunca lo ha hecho y Juan Mata parece jugar más para dar la razón a Mourinho que para otra cosa), un vestuario complicado al que Moyes nunca consiguió convencer y un grupo de futbolistas mediocres con los Evans, Smalling, Young, Cleverley, Büttner y Welbeck a la cabeza.
El United de Moyes acumula récord negativos pero Moyes no es el único culpable
La herencia de Ferguson era un regalo envenenado
Analizando un poco más en profundo, han sido innumerables las causas. Como aficionado al Everton, siempre he agradecido el trabajo del escocés en Goodison Park pero también he sido crítico con el mismo y hace ya tiempo indiqué que Moyes no era el técnico ideal para el Manchester United y que no triunfaría en Old Trafford. Lo que no esperaba es que el bueno de David durara tan poco. Es obvio que luego de este séptimo puesto, con difícil panorama para entrar en Europa y pocas muestras positivas desde lo futbolístico y desde el vestuario (los jugadores parecen haberle soltado la mano y algunos ya habían decidido irse), han hecho que la familia Glazer perdieran toda confianza en Moyes y decidieran que sea otro el que inicie la reestructuración del club con los 200 millones de libras que piensan gastar. La derrota en Goodison no fue para nada la causa, aunque seguro apuró la determinación. Acaso puede que esta situación se haya empezado a hornear desde la promoción de Ryan Giggs al cuerpo técnico, pero lo cierto es que han sido muchas las causas que llevaron a este final. Desde lo futbolístico el equipo nunca se encontró, muchas veces no se sabía a qué jugaba, ni cuál era el estilo. Encima, las individualidades (con excepción de Wayne Rooney y tal vez del cumplidor Patrice Evra) nunca estuvieron a la altura ni sacaron la cara por el equipo. Desde lo dirigencial, Ed Woodard hizo una pésima tarea en el mercado de verano que terminó con el fichaje solitario de Fellaini (en su pobre temporada influyen tanto él como Moyes, que nunca lo ubicó donde mejor le rindió) cuando un cinco de salida y un nueve se marcaban como prioritarios.
No quisiera olvidarme de un aspecto clave en este fracaso, la estrepitosa defensa del United, con Nemanja Vidic y Rio Ferdinand en el final de sus carreras y afectados con lesiones. Han tenido la suerte de jugar Evans, Smalling y Jones de centrales, los cuales creo no exagerar al aseverar que no dan la talla para jugar en la gran mayoría de los equipos de la Premier League, por no hablar de Rafael que por momentos parece un jugador que no conoce las nociones básicas de este juego. Poco queda por acotar de Alexander Büttner que cada vez que juega nos lleva a preguntarnos porque fue que Ferguson lo llevó a los “diablos rojos”. Si seguimos analizando el pobre andamiaje defensivo del equipo no podemos obviar las actuaciones de Cleverley, Fletcher y Carrick (este último de lo mejorcito del equipo pero muy lejos de su ideal y con problemas físicos). Desde lo táctico, el equipo muchas veces se veía largo, sin ideas claras a la hora de atacar y cuando se adaptaba un esquema defensivo era fácilmente vulnerable.
La defensa del equipo ha sido el punto más débil durante la temporada
Gary Neville afirmó que Moyes «fue usado como chivo expiatorio»
Para ir cerrando, tampoco las culpas son todas de David. Acá hay culpas desde lo dirigencial y una herencia pesada dejada por Sir Alex, el que nunca se marchaba y que cuando lo hizo es porque avizoraba y veía lo que venía, una renovación con la que él no parece haber querido cargar. Es ahí donde, a pesar de sus culpas y sus errores, coincido un poco con los dichos de Gary Neville que expresó que “Moyes fue usado como chivo expiatorio”. El manager ha sido muy flojo en su tarea pero acá el análisis debería ser mucho más profundo. Veremos qué es lo que se viene para el Manchester United, pero de principio solo me atrevo a decir que si en serio los Glazer piensan en Phil Neville o Ryan Giggs como nuevo técnico es que no han aprendido mucho de sus errores. En tanto a David Moyes, esperemos que vuelva a mostrar su buen trabajo en otro lado. De mi parte creo que el próximo lugar de trabajo del escocés será en su tierra natal al mando del Celtic o en la Premier cuando Pardew deje el Newcastle.