Los sucesos negativos pueden ser, paradógicamente, mejores que los positivos en sí mismos. Existen dos modos de reaccionar ante un hecho negativo. El primero es derrumbarse ante la adversidad y rendirse, lo cual tendrá un final catastrófico, mientras que el segundo consiste en ser capaz de entender qué ha hecho mal uno para que algo salga mal, y así aprender de ello.
Exactamente esto último aconteció hace 10 días. El Arsenal salió completamente humillado de Old Trafford tras un más que contundente 8-2. Pese al dramático resultado, el Arsenal y Arsene Wenger no han podido tener mayor bendición que perder tan rotundamente el 28 de agosto. Y es que, a falta de dos días para el cierre del mercado de traspasos y tras numerosos e infructuosos años, Arsene Wenger ha visto la luz.
A lo largo de todo el mercado estival, Wenger había contratado a cuatro jugadores que, salvo Gervinho (24 años), no llegan a los 20 años y que hasta su llegada al Emirates Stadium no habían disputado ni un solo encuentro correspondiente una competición de primera división europea: Joel Campbell (19 años), Alex Oxlade-Chamberlain (18 años) y Carl Jenkinson (19 años).
Pues bien, tras el 8-2, en los últimos dos días de mercado Wenger llevó a cabo un cambio revolucionario en su política de fichajes. Por un lado, porque en 48 horas se hizo con cinco jugadores, la cifra máxima de hombres contratados en un verano durante los últimos cuatro años. Por otro, por el perfil completamente opuesto a los fichados hasta ahora, pues, si antes de la derrota Wenger andaba en busca de jugadores con más futuro que presente, en las últimas 48 horas en que el mercado de traspasos estaba abierto, priorizó irrefutablemente la experiencia a la juventud.
Para darse cuenta de ello, no hay más que analizar mínimamente la trayectoria de estos jugadores: Park Chu-Young (26 años y tres temporadas en la Ligue 1), Mikel Arteta (29 años, siete temporadas en la Premier League y 12 en equipos europeos de primera división), André Santos (28 años, dos temporadas en la primera división turca y 22 partidos jugados con la selección brasileña), Per Mertesacker (26 años y ocho temporadas en la Bundesliga) y Yossi Benayoun (31 años, seis temporadas en la Premier League y 13 años como profesional en equipos europeos de primera división). Ninguno de ellos está por debajo de los 26 años, y, salvo Arteta, todos tienen experiencia con sus respectivas selecciones.
Personalmente, me surgían muchas dudas acerca de si el Arsenal, sin Fábregas y Nasri, iba a ser capaz de mantenerse en la mitad superior de la tabla, algo que quedó patente en el 8-2. Pese a ello, si ese 8-2 se hubiera dado cuando el mercado ya estuviera cerrado o hubieran tenido la «suerte» de haber ganado o empatado en Old Trafford, posiblemente no hubieran fichado a estos cinco jugadores y el Arsenal estaría destinado a sufrir en la mitad inferior de la tabla.
Sin embargo, la buena respuesta de Arsene Wenger a la derrota ha hecho que, en 48 horas, los aficionados «gunners» hayan recuperado la esperanza de ver a su equipo competir en la mitad superior de la tabla e incluso quizá luchen por los puestos europeos.