Alvaro Oleart

¿Cuestión de sexo?

 No esperaba nada de mi último sábado por la noche. No tenía ni plan ni ganas de salir, así que, ilusamente, encendí la televisión en busca de algún programa que pudiera interesarme. 
 
Tras zapear por tertulias «rosas» del corazón y demás programas de nulo interés, enganché los cuartos de final del Mundial femenino entre Alemania y Japón. Me alegré de encontrar algo interesante en la televisión, aunque por nada del mundo esperaba ver algo parecido.
 
De entrada, la calidad, velocidad y destreza de las jugadoras germánicas y asiáticas me impactó, no esperaba un nivel de juego tan alto. Las 22 jugadoras corrieron, lucharon y buscaron desesperadamente el gol de la victoria, que llegó finalmente gracias a un majestuoso pase de Sawa que aprovechó a la perfección Maruyama para eliminar a las heptacampeonas. 
 

Sin embargo, lo que más me sorprendió fue que «solo» jugaron al fútbol. Parecía una forma primitiva de fútbol: No hubo patadas malintencionadas; no hubo tanganas; no trataron de perder tiempo a la hora de efectuar un saque de esquina, banda o puerta; solo hubo una protesta al árbitro, que inmediatamente fue sofocada con una tarjeta amarilla; y el último cambio de Japón, Iwabuchi, a falta de 4 minutos y cuando ya iban ganando 0-1, salió del campo… CORRIENDO. Sí, corriendo. Pudo salir caminando alegando cansancio o alguna lesión, e incluso pudo haber visto tarjeta amarilla porque no había visto ninguna, pero no. Salió corriendo. ¿Porqué, con la de partidos masculinos que me he tragado, nunca he visto nada parecido? 
 
Investigando en internet, encontré un estudio más que interesante ejecutado por la Universidad Técnica de Múnich (TUM), titulado: «Los hombres hacen más teatro que las mujeres en el fútbol». Han calculado el tiempo medio que tardan los jugadores en 56 partidos del Bayern de Munich para celebrar un gol, para ejecutar una sustitución y para levantarse tras recibir un golpe. Asimismo, han calculado las mismas variantes en también 56 partidos con el FFC Turbine Postdam, equipo campeón de la Bundesliga femenina.
 
Así como el estudio era interesante de por sí, los resultados no han sido menos: 
-Los jugadores del Bayern se toman una media de un minuto para celebrar un gol, las jugadoras del Postdam menos de 30 segundos. 
-Los jugadores del Bayern invierten 45 segundos en los cambios, las jugadoras del Postdam mujeres 35. 
-Los jugadores del Bayern tardan 30 segundos más en levantarse tras recibir un golpe que las jugadoras del Postdam mujeres.
 
Cuando llego un sábado por la noche a las seis de la mañana a casa, me pongo reflexivo y saco algunas conclusiones vitales. El pasado sábado no necesité salir hasta las seis de la mañana para sacar dichas conclusiones:
 
1. El fútbol femenino ya es mayor de edad y está preparado para dar un salto mediático importante, aunque no estoy seguro de que los espectadores del fútbol estén preparados para ver un partido de fútbol donde «solo» se juega a fútbol. Por suerte para los medios, eso se resolverá fácil. Un par de desnudos por aquí, rumores que liguen a una jugadora con un famoso por allá, se mezcla con la bisexualidad, y listo: el fútbol femenino ya será mediático.
2. El fútbol femenino ya tiene un adepto más.
3. Los hombres hacen más teatro que las mujeres en el fútbol.

 

PD: Fíjense en el último vídeo, el gol es más espectacular que cualquiera de Messi, Ronaldo o el mismísimo Maradona.

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Alvaro Oleart