El otro día preparando el artículo que publicamos en esta misma web sobre el 11 de la década de la Football League, me topé (virtualmente hablando) con Curtis Obeng, un defensa central que fichó el Swansea City allá por el año 2012, procedente del Wrexham. A día de hoy, más de tres años después, sigue siendo parte de la disciplina de los «cisnes» a pesar de no haber jugado ni un sólo partido partido oficial con el equipo. Ha sido cedido a diferentes equipos, pero debido a la brevedad de esas cesiones no ha podido ha jugar con gran regularidad como para tener una oportunidad en Swansea. Y es que siendo todavía parte del conjunto galés, se encuentra totalmente fuera de sitio.
Muchos son los jugadores que brillan, que destacan en equipos menores, en este caso del fútbol inglés y que luego no son capaces de cumplir con las expectativas. Por ejemplo, Dale Jennings, un extremo que maravilló hace unos cuatros años con el Tranmere Rovers en tercera división y fue fichado por el Bayern Múnich. Hoy en día se encuentra en plena lucha por seguir ganándose la vida dedicándose al fútbol vistiendo la camiseta del Barnsley. El caso de Obeng, aunque no ha llegado a un equipo de la talla del conjunto bávaro, se caso es similar.
Obeng, nacido el 14 de febrero de 1989 en la localidad de Stretford, surgió de la cantera del Manchester City. Pasó varios años en la academia Citizen antes de ser descartado por la entidad, pese a haber debutado con la selección sub-19 de Inglaterra. Entonces, encontró su oportunidad de jugar de manera regular en el Wrexham de Conference (5ª división). En su primera temporada con el conjunto del norte de Gales, disputó 33 de 46 partidos de liga posibles. Un encuentro más sería el que jugaría la temporada siguiente. Y en su tercera campaña, sería en la que finalmente explotaría y se asentaría como titular fijo en la zaga de los «dragones», llegando a disputar 29 encuentros. Sin embargo, no completó su tercera temporada ya que apareció el Swansea, que (se supone) vio un gran potencial en Obeng.
El conjunto del sur de Gales puso 200.000 libras sobre la mesa para cerrar el fichaje del excanterano del Manchester City, que se trasladó a Swansea para formar parte en principio del equipo sub-21. La temporada siguiente salió cedido en dos ocasiones. Primero al Fleetwood Town dos meses, con el que disputó seis duelos. Después, al York City, donde jugaría cuatro partidos en un préstamo de un mes. Y así terminaría su temporada.
Campaña nueva y de nuevo sin oportunidades en Swansea. Lo cual llevó a que volviese a salir a préstamo. En el tramo final de temporada recaló cedido en el Stevenage, equipo con el que estaría durante tres meses. Jugó 15 partidos con el conjunto de Broadhall Way pero su contribución no fue suficiente para evitar el descenso a League Two. Tras el descenso del Stevenage regresó al Liberty Stadium.
Daba comienzo un nuevo curso y estaba claro que Obeng iba a seguir sin contar para el primer equipo de los Swans. Tampoco había surgido ningún equipo en verano interesado en su cesión. En octubre volvió a salir, en otra de estas cesiones cortas que se producen en la Football League, siendo el destino en esta ocasión el Newport County de League Two. Una cesión que pillaba mucho más cerca ya que sólo unos 80 kilómetros separan a ambas ciudades. Con los Exiles disputaría tan sólo seis partidos antes de finalizar una cesión que no se extendería. Nadie más se ha interesado por él desde entonces y con la temporada cerca de acabar, un cambio de aires definitivo este próximo verano probablemente sería lo mejor para su carrera como futbolista. Finaliza contrato el 30 de junio y en Swansea está claro que se encuentra fuera de sitio, fuera de lugar y si en tres años no ha participado en ni un sólo partido, se augura muy complicado que ni siquiera le ofrezcan renovar.