El Chelsea evitó la remontada del Liverpool y logró su tercera FA Cup en cuatro años. El magnífico gol de Andy Carroll en la segunda parte provocó un final de infarto pero no logró culminar la remontada. Aunque estuvo cerca el Liverpool gracias a un remate del propio Carroll tras un centro de Luis Suárez que Petr Cech sacó sobre la línea. Todo el banquillo del Liverpool y Carroll festejaron el gol, pero Phil Dowd dejó seguir. A tenor de las imágenes, correctamente. La impresión es que el balón no alcanza a cruzar la línea por completo.

 

Tras unos primeros diez minutos soporíferos, el partido cobró vida con el primer gol. Jay Spearing, que protagonizó un partido para el olvido, regaló el balón a Juan Mata. El español pasó a Ramires, que superó fácilmente a José Enrique y batió a Pepe Reina por el palo corto.

 

El gol dejó muy tocado al Liverpool. Lejos de reaccionar, los «reds» siguieron mostrándose cautos. Suárez permaneció aislado en punta y Craig Bellamy no fue capaz de actuar de enlace entre la medular y el uruguayo. El Chelsea, mientras, se encontraba cómodo en el partido, aunque tampoco inquietaron demasiado la portería rival. Un disparo lejano de Drogba fue la aproximación más peligrosa del Chelsea en toda la primera parte tras el gol.

 

La mejor ocasión del Liverpool llegó tras un cabezazo de Jordan Henderson que le cayó a Suárez, pero no fue capaz de dirigir su remate a puerta. Los «reds» no crearon mucho más pero al menos acabaron la primera parte atacando.

 

Gerrard comenzó la segunda parte reclamando un penalti que no existió, a lo que respondió el Chelsea con su segundo gol. Drogba marcó su octavo gol en Wembley. El marfileño no falla nunca en las grandes ocasiones. Frank Lampard envió un pase en diagonal marca de la casa hacia Drogba, que disparó ajustado al palo izquierdo de Reina.

 

Suárez respondió con un disparo que Cech desvió a córner. Fue entonces cuando Kenny Dalglish tomó la decisión que pudo cambiar el partido. Entró Carroll por Spearing a los 55 minutos, lo cual provocó que Gerrard retrasara su posición junto a Henderson y Suárez quedara más libre, flotando por detrás de Carroll. Sin embargo, las mejores ocasiones en este período fueron para el Chelsea, que aceptó con gusto la invitación del Liverpool para jugar a la contra.

 

Justo cuando parecía que el Chelsea sería quién aumentara la renta, el Liverpool generó un gol de la nada. Downing robo el balón en posición de extremo izquierdo y le cayó a Carroll, que regateó a John Terry, creó espacio y batió a Cech con su zurda. Fue el punto de inicio de los mejores minutos del Liverpool, que acorraló al Chelsea y generó una ocasión tras otra.

 

El partido, muerto hasta entonces, cobró vida. A lo que respondió Drogba con sus mejores dotes para el arte dramático en un vano intento de romper el ritmo del Liverpool. La polémica llegó con el gol del renacido Carroll, que luego estuvo cerca de empatar pero Terry bloqueó su disparo. El Chelsea se llevó la Copa pero el Liverpool ganó un delantero.