FA Cup
Liverpool | 2 |
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Manchester Utd. | 1 |
Ficha técnica |
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2 – Liverpool: Reina; José Enrique, Agger, Skrtel, Kelly; Carragher (Kuyt 62), Gerrard (Bellamy, 71), Henderson, Maxi Rodríguez (Charlie Adam, 62), Downing; Andy Carroll. |
1 – Manchester United: De Gea; Evra, Evans, Smalling, Rafael; Carrick, Scholes (Chicharito, 75), Giggs (Berbatov, 89), Park, Valencia; Welbeck. |
Goles: 1-0, m.20: Agger. 1-1, m.38: Park. 2-1, m.87: Kuyt. |
En el partido más destacado de la jornada copera del fin de semana, un Liverpool arcaico se acabó imponiendo a un Manchester United quizá demasiado cauteloso y sin profundidad, con un De Gea sin autoridad ninguna en el área. Ambos conjuntos optaron por poblar el centro del campo, como demostró Dalglish, al utilizar a Carragher de pivote, junto a Gerrard de martillo llegando y Henderson en la zona de diez. Ferguson alineó a Carrick, Scholes y Giggs, aunque el galés acabó por intercambiar su puesto con Park.
Comenzó mandando el United, de la mano de un siempre delicioso Paul Scholes, tanto en largo como en corto, desde atrás, preciso y atento. No encontraban sin embargo los “red devils” a Welbeck, huérfano sin Rooney, ausente por lesión, y demasiado solitario ante el poderoso eje formado por Agger y Skrtel, auxiliados además por Carragher. Los avances locales chocaban contra el muro del Liverpool como olas contra las rocas. Solo hubo una grieta en el entramado local, entre José Enrique y Agger, por donde se coló el ecuatoriano Valencia, mandando su disparo al poste derecho de Reina.
Funcionaba el Liverpool encomendándose a los centímetros de Andy Carroll y a la zancada poderosa de Gerrard. Poco más, teniendo en cuenta la nula participación de Downing y de nuevo de Maxi Rodríguez, mientras Adam y Bellamy aguardaban en el banco. Pero el Manchester United tiene un agujero negro en la portería. David de Gea tiene unas condiciones impresionantes bajo palos, pero fuera de ellos es una calamidad. El Liverpool, consciente de esta debilidad, optó por apuntar los córners a la frontal del área pequeña. Al segundo saque de esquina, Dani Agger cantó bingo y De Gea por soleares. Hasta tal punto crece la desconfianza en el portero español, que Sir Alex ordenó calentar a Lindegaard. Casi sin merecerlo, los “reds” se adelantaban y cedían metros y la posesión, llegando en ocasiones a acumular hasta ocho hombres por detrás del balón.
El Manchester United no es equipo flojo ni se vence con facilidad, más bien al contrario, de oficio va sobrado. Agarrado a Paul Scholes, comenzó a acercarse al marco de Pepe Reina. Sin embargo, lejos de la pausa de Scholes, el empate llegó en una jugada de vértigo entre Valencia y Rafael por el extremo derecho, quien envió un preciso centro que Park se encargaría de transformar en el empate poco antes del descanso.
Espadas en alto, arrancó el segundo tiempo con Giggs reubicado en el costado izquierdo, consciente de que Kelly se aventura por su banda una vez cada lustro. Scholes, secundado siempre por Carrick, seguía impartiendo su lección particular en la medular. Pero a falta de media hora para el final, al Manchester United, corroído por las dudas de De Gea, le empezó a faltar combustible, comenzando a ceder ante el creciente empuje primario del Liverpool, con un Scholes que además, parecía fundido. Esta dinámica se acrecentaría con los cambios efectuados por Kenny Dalglish: Kuyt por Carragher y Charlie Adam por el inexistente Maxi Rodríguez. Poco después, ingresaba Craig Bellamy por Gerrard. Nada menos. Aunque con un fútbol del pleistoceno, los “reds” tocaban de corneta y subían líneas, buscando una y otra vez a Andy Carroll. Solo un par de disparos lejanos y un desmarque a la espalda de Skrtel de Danny Welbeck mitigaban la sensación de que el partido se estaba inclinando para los de la ribera del Mersey.
Y cerca del pitido final, llegó el gol de Kuyt. Como no podía ser otra manera, vino de la forma más clásica y británica posible: saque largo y preciso de Reina a la cabeza de Carroll, quien la prolonga hacia Kuyt para rematar a gol, mal abrochado por Evra y peor defendido por David de Gea, que de nuevo pudo hacer bastante más. Pudo ser peor para el United, ya que apenas un minuto después, Carroll enviaba al larguero un centro de Downing. David de Gea, noticia, volvió a quedarse bajo el larguero.
No dio tiempo a más y el Manchester United ni siquiera pudo morir en el área de Pepe Reina. Lastrado por una pésima actuación de De Gea, los “red devils” fueron eliminados a pesar de dominar durante la mayor parte de las fases del partido, ante un Liverpool simplón y que nunca pareció contar con demasiadas alternativas. La suerte sin embargo, sonrió a Dalglish, que en apenas una semana se metió en la final de la Curling Cup y eliminó a su máximo rival en la FA Cup.