Carles Maronda

Deadline Day: Locura en el Centro Comercial

 
Altas, bajas, cesiones, compras, rescisiones de contrato, cláusulas abonadas y en el peor de los casos… jugadores sin equipo. Es el mercato en estado puro. El último día. El “deadline day”. El mercado se cierra y los equipos se apresuran a confeccionar sus plantillas.
 
Lo mejor del mercado actual de fichajes es que se cierra cuando ya han transcurrido 2 o 3 jornadas de liga. Esto supone que los equipos que de momento han ido sacando los partidos adelante se sienten más tranquilos y pueden mover ficha, pero sin realizar ninguna locura. En cambio, los más divertidos son, por un lado, aquellos equipos que han empezado fatal la temporada y por otro, los “nuevos ricos”
Si habías empezado la competición y no estabas 100% convencido de tu plantilla y de golpe, te llevas un par o tres de derrotas: mal asunto. Los directivos y técnicos se vuelven locos. Se imaginan al estadio dentro de dos meses pidiendo su dimisión a gritos y quieren revertir esa situación. ¿Cómo? Existen dos maneras:
 
Manera A: Un fichaje de relumbrón que acapare portadas. El problema principal es que el última día de mercado todo esta un poco emborronado. ¿Saben a lo que me refiero no? Los jugadores medianos parecen grandes jugadores. Los veteranos parecen haber rejuvenecido 5 años. Los que en julio valían 15 ahora valen 25 y los que valían 25 ahora te los traspasan por 40 + variables + alguna jugador tuyo (y suerte que no pueden incluir una ronda del Draft como en la NBA). Total, que pueden acabar realizando verdaderos despilfarros por un jugador que tampoco sabes con seguridad que te va a salvar la temporada. (léase Andy Carroll fichando por el Liverpool por 40 millones hace dos inviernos)
 
Manera B: Varios fichajes pequeñitos que den más empaque a la plantilla. Normalmente estos jugadores no suelen ficharse para ser titulares, sino como fondo de armario para dar más posibilidades al equipo. La idea no es mala pero se necesita una red de ojeadores y de negociadores de garantías para no llevarse fiascos. Además al realizar demasiados fichajes de golpe es difícil conjuntar a toda la plantilla con tan poco tiempo de preparación. (Léase el Sunderland la pasada campaña, que acabo cediendo a Steve Bruce por no poder acoplar los numerosos fichajes realizados)
 
Y luego están los “nuevos ricos” Oh! que sería del mercato sin los “nuevos ricos”… Desde ese lejano 2003 en que llegó Roman Abramovich, cada año algún magnate se dispone a alegrarnos los calurosos días de Julio y Agosto, comprando y vendiendo activos como si estuviera en Wall Street. Este verano, el galardón se lo llevan los Jeques del PSG (relevando a nuestros amigos del Manchester City que llevaban 2-3 años en lo más alto) después de fichar entre otros a la dupla del Milan Thiago Silva y Zlatan Ibrahimovic.
El problema es que, a pesar del equipo de estrellas que están montando, el PSG aún no conoce la victoria en tres jornadas de la Ligue 1. ¿Pondrán solución los jeques a tan desafortunada situación? Tic, tac, tic, tac… el tiempo se acaba…
 

Sobre el autor

Carles Maronda