Las intercepciones y sobre todo los despejes estaban al orden del día en las inmediaciones del área de los visitantes. Tanto despejes provocaron que el Stoke recibiese una cantidad indecente de córners a favor. Sin embargo, este tipo de acciones ya no son tan aprovechadas en el Brittania. Con el cambio de estilo propulsado por Mark Hughes y el hecho de no estar en esta ocasión sobre el césped ni Ryan Shawcross ni Peter Crouch hizo que no sacasen tanto partido como antaño de las jugadas a balón parado.

Con el Stoke volcado en campo contrario, el Watford comenzó a sacar provecho del espacio había dejado descubierto el conjunto de Hughes. Sobre todo por mediación de Almen Abdi, el Watford incidía en campo rival. Con Troy Deeney bajando constantemente y peleando cada esférico, el Stoke se estaba quedando descolocado. Estuvieron a punto de verse 0-1 en el marcador cuando, primero Odion Ighalo y segundo Deeney, el Watford envió dos balones al larguero en una misma jugada. Aunque esto fue la premonición de un gol Hornet que se produjo pocos minutos después cuando Abdi conectó con Deeney, que maximizó el resbalón de Phillip Wollscheid para disparar y batir a Jack Butland en lo que supuso su primer gol en la Premier League.

En el comienzo de la segunda parte se vio a un Stoke espeso y falto de ideas con las que penetrar en la defensa rival. Ante esta situación, el Watford, lejos de dar un paso atrás para defender la ventaja, siguió sumando enteros y creando complicaciones para la zaga local. Al ver que no eran capaces de tomar el control de la situación, Hughes movió ficha por partida doble con las intrusiones de Peter Crouch por un inoperante Joselu y de Jon Walters por un atascado Xherdan Shaqiri. Sin embargo, el técnico galés se vio frustrado al observar que sus movimientos no habían terminado de surtir efecto.

El Watford siguió a lo suyo. Dando entrada al ecuatoriano Juan Carlos Paredes por el escocés Ikechi Anya para dinamitar a una retaguardia Potter cada vez más fatigada y en cierta medida más expuesta al estar el resto del equipo buscando con cada vez más ahínco el empate. Y en una acción en la que el central derecho Marc Wilson intentó sacar el esférico jugado desde atrás pese a la insuficiente colaboración de la pareja de medio centros, Odion Ighalo le presionó hasta quitarle la posesión y acto seguido pasarle el balón un Abdi que llegaba en carrera y que continuó hasta que encontrar un buena posición para el disparo. Tiro potentísimo del futbolista suizo ante el que Butland poco pudo hacer y los chicos de Quique Sánchez Flores veían como se ponían 0-2 por delante en el luminoso.

El Stoke trató de imponerse y de hacer recular a sus contrincantes, pero no era su día. Hughes, con su gesto contrariado, era testigo de como el Watford de Quique Sánchez Flores seguía presionando, seguía buscando el balón y como no les dejaban ni un milímetro. El Stoke acabó totalmente desquiciado ante otra excelsa actuación de unos Hornets que siguen maravillando.