Josué Rubio

Demoliciones Lukaku

Arouna Koné y Gerard Deulofeu coparon los titulares tras la apabullante goleada del Everton por 6-2 ante el Sunderland este lunes. Sin embargo, Romelu Lukaku también aportó su cuota goleadora y cada vez más su destino parece lejos de Goodison Park.

 
Sam Allardyce y su Sunderland llegaron a Goodison Park con la moral por las nubes tras despedazar al Newcastle por 3-0 en el derbi de Tyne and Wear en la que además significaba la primera victoria de los Black Cats en liga tras diez intentos. Sin embargo, Roberto Martínez, que solo había logrado un punto en las tres jornadas anteriores (y sirvió para despedir a Brendan Rodgers del banquillo del archirrival ciudadano), se creció ante la necesidad e hizo algo poco frecuente: cambió su habitual sistema 4-2-3-1 para plantar un 4-3-3 en el que Gerard Deulofeu, esta vez sí, aprovechó al máximo sus minutos con un tanto que abrió la lata y dos asistencias. Arouna Koné fue el protagonista mediático por su hat-trick y la asistencia inicial al extremo catalán pero de ninguna manera podemos pasar por alto el partido de Romelu Lukaku.
 
El ariete belga firmó una de las mejores actuaciones desde que milita en las filas del conjunto Toffee anotando un gol en el que se aprovechó de la lentitud de Wes Brown y Billy Jones, y firmó dos asistencias para Koné (la segunda, con el exterior, es una auténtica obra de arte) que ponen de manifiesto un fantástico entendimiento con el punta marfileño y que dejan sus cifras en seis goles y cuatro asistencias en diez partidos. Romelu se movió por todo el frente de ataque, intercambiando la posición de nueve, con la precaución de no estorbar a Deulofeu, cediéndole todo el carril derecho para hacer sus diabluras.
 
Actuaciones como esta última demuestran que, quizá, el Everton se haya quedado pequeño para el delantero de ébano (el PSG ya mostró interés a principios de la semana pasada) y cada vez parece más claro que no tardará en marcharse en busca de un equipo que compita regularmente en la Champions League. No deja de ser paradójico que Lukaku no deje de hacer goles mientras los delanteros del Chelsea, el equipo de la mano del cual aterrizó inicialmente en la Premier League, sufren para ver puerta. Como hemos mencionado, Lukaku suma seis goles en liga esta temporada. Entre Diego Costa, Radamel Falcao y Loïc Rémy suman tres.
 
Lukaku llegó al fútbol inglés en el verano de 2011 con 18 años recién cumplidos y la etiqueta de ser «el nuevo Drogba» por su potente físico. Pero jamás tuvo oportunidades en el Chelsea. Tras una temporada sin prácticamente minutos (jugó 158 minutos en la Premier 2011-12), abandonó el club para irse cedido al West Brom. Allí marcó 17 goles y atrajo las miradas de media Europa. La temporada siguiente se marchó de nuevo cedido, esta vez en dirección al Everton, donde sumó otros 15 goles en Premier. Y atrajo las miradas de la otra media Europa.
 
En el verano de 2014, el Everton decidió apostar por Lukaku y le convirtió en el fichaje más caro de la historia del club después de pagar 28 millones de libras al Chelsea. La temporada pasada, el belga solo logró diez goles en liga, víctima posiblemente de la mediocre actuación de todo el equipo. Pero este curso parece haber recuperado sus mejores sensaciones.
 
En previsión de lo que pueda suceder en el futuro, Bob Martínez deberá explotar al máximo a Lukaku si quiere aspirar a la plaza de Champions que el Chelsea, con bastante probabilidad, dejará vacante y por la que deberá pelear, presumiblemente, con Liverpool y Tottenham. Quizás lograr esa plaza sería la única vía para conseguir que Lukaku permanezca una temporada más en Goodison Park.
 

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