Se le atragantó y de qué manera al Manchester City su primera visita a Gales, ante un Cardiff City que demostró si bien no tener demasiados argumentos, saberse la lección de memoria. Todo lo contrario que sus oponentes de ayer, que aún no han aprendido los nuevos axiomas de Manuel Pellegrini. La vacante de Vincent Kompany fue ocupada por Javi García, conformando un frágil eje central con Joleon Lescott.

 

El Cardiff arrancó aguerrido, encimando muy arriba a los citizens y fantásticamente timoneados por Wittingham, quien dispuso de la primera ocasión de gol del partido a los cinco minutos en una falta. Muy atrasado Touré, exiliado Silva en el extremo zurdo e incomparecido Fernandinho, al City le costaba Dios y ayuda abatir las dos líneas defensivas galesas, agrupadas y compactas en cuarenta metros por delante de Hart. Entre las oportunidades de los de Pellegrini tan solo se contabilizó algunos disparos de Dzeko, Touré y Silva, todo balas de fogueo. Para Lescott y Javi García la tortura se llamaba Frazer Campbell, que dispuso de dos claros manos a manos contra Hart, la segunda tras pifia del mediocentro español. La sombra de Kompany, más que alargada, era inabarcable. De Navas, bien controlado por Taylor, tampoco había muchas nuevas.

 

Con el inicio del segundo tiempo, al Manchester City se le allanó el terreno, merced a un golazo de Edin Dzeko, inadvertido hasta entonces, y la inclusión de Nasri por Jesús Navas, que entrego a Silva las llaves del carril del mediapunta. Pero entre los planes de Malky Mackay no figuraba la capitulación. Ni diez minutos transcurrieron hasta la llegada del empate. Kim, certificando su gran partido, agarró la pelota cerca del área, dejó atrás a Zabaleta y su centro lo remató en offside Campbell. Hart lo rechazó pero no pudo evitar que el islandés Gunnarsson anotase el empate. Sin el desborde de Navas y con un Touré espeso, los de Manchester no veían puerta, salvo en un disparo de Silva tras una brillante asociación entre Agüero y Negredo, ingresado por Dzeko. Compareció Milner por Fernandinho para adelantar a Touré, el conocido plan B de Mancini. Pero ni por esas.

 

Sin embargo, lo peor para el City aún no había llegado. En un córner botado por Wittingham, Joe Hart se entretuvo en empujar a Gunnarsson, lo que aprovechó Frazer Campbell para marcar, casi sin querer, el segundo gol. En otro córner poco después, sería Zabaleta el que se quedase dormido. De nuevo Campbell aprovechó el regalo citizen y subió el tercero al marcador, poniendo un terreno de por medio que al City ya le resultaría imposible de recorrer, pese a que Negredo recortó distancias en el descuento, absurdamente prolongado hasta los seis minutos, provocando que el pulso de los aficionados del Cardiff se alterase.

 

Estuvo muy cerca el Kun de anotar el empate en el último minuto, pero la estrelló en el lateral de la red y el partido concluyó. Victoria merecida y de mérito para el Cardiff City, consciente de sus limitaciones, pero al que nunca le faltaron ni ánimos ni fe en sus propias posibilidades, labradas en el gran trabajo de Mackay. Tras su rotunda victoria del pasado lunes, se esperaba más del Manchester City, al que se le hizo imposible atravesar el campo de trincheras que le puso enfrente el Cardiff. Eso y dos goles en sendos córner lo acabaron por condenar. La charla de Pellegrini en el vestuario citizen se presume dura tras regalar dos goles en dos córners seguidos, algo inadmisible en un equipo que pretende salir campeón en una liga tan competitiva como la Premier.