Alvaro Oleart

Di Matteo se inmola en Craven Cottage (1-1)

En un partido en el que ambos equipos aburrieron a las piedras, el Chelsea volvió a mostrarse predecible y lento, características que se agudizan con la ausencia en el once de Juan Mata. Lampard, de penalti, y Dempsey fueron los goleadores. El Chelsea queda sexto a dos puntos de Tottenham y Newcastle.

 

Premier League

Fulham 1
Chelsea 1
Ficha técnica
1 – Fulham: Schwarzer; Kelly, Hangeland, Hughes, Riise; Murphy (Etuhu, 74), Diarra (Orlando Sá, 81), Duff, Frei (Kacaniklic, 88); Dembélé, Dempsey.
1 – Chelsea: Cech; Ivanovic, Cahill, Terry, Bertrand; Lampard, Mikel, Meireles (Mata, 70); Ramires (Drogba, 83), Kalou, Torres.
Goles: 0-1, m.45: Lampard (p.). 1-1, m.82: Dempsey.
No es ningún secreto que Juan Mata es el mejor jugador del Chelsea. De largo. Sin embargo, la verdadera repercusión del media punta en los «blues» se nota más en su ausencia que en su presencia como ha quedado claro en Craven Cottage.
 
Con el español en el campo, el Chelsea es un equipo previsible y lento, que sólo saca los partidos adelante gracias a la pegada de algunos de sus jugadores. Es decir, es un equipo aburrido de ver, salvo por algunas perlas del internacional español. En cambio, sin Mata en el campo, el Chelsea es todo lo anterior pero con un par de diferencias. Ni los «blues» sacan los partidos adelante ni los espectadores tienen la más mínima esperanza de disfrutar de algún destello de calidad.
 
El partido visto en Craven Cottage dejó todo ello a la vista. A pesar de ponerse por delante, gracias a un torpe penalti cometido por Murphy sobre Kalou y ejecutado por Lampard justo antes del descanso, el Chelsea fue un desastre en cuanto a juego.
 
Lo único que no se le podía reprochar al Chelsea al inicio de la segunda mitad era el resultado. Pero cayó esa breva para el Fulham. Lo hizo a falta de diez minutos, cuando Dempsey anotó su 16º gol de la temporada en liga con un excelente cabezazo a la salida de un córner. El punto que dio el delantero estadounidense al Fulham no les será útil en la práctica, pero siempre es agradable arruinar la velada a unos vecinos. Además, lo cierto es que su gol hizo justicia. El Fulham jamás fue inferior al Chelsea.
 
Más allá de la derrota, que provoca que los «blues» caigan a la sexta plaza, a dos puntos de Tottenham y Newcastle y a cuatro del Arsenal, es preocupante la actitud de Roberto di Matteo. Hasta ahora lleva una racha casi impecable de resultados, pero lo cierto es que el Chelsea nunca ha llegado a elevar verdaderamente su nivel de juego. Se ha limitado a ganar más por pegada y suerte que por juego.
 
Ante el Fulham, Di Matteo no acertó en ninguna de sus decisiones. Mikel, Lampard y Meireles fueron incapaces de mover el balón con velocidad en el centro del campo. Tampoco funcionaron Ramires y Kalou en los extremos. El primero no es un extremo puro (todavía no se ha inventado la posición futbolística ideal para un maratoniano como Ramires) y el segundo es simplemente demasiado limitado para jugar en un equipo como el Chelsea. Para colmo, los cambios llegaron tarde. Mata apenas tuvo 20 minutos y Drogba ni diez. Y dejó sentados en el banco los 90 minutos a Sturridge y Romeu, dos jugadores que podrían mejorar notablemente las prestaciones de este predecible equipo, como ya hicieron con Villas-Boas. Jugando así, es inevitable que el Barça les pase por encima y sería un milagro que alcanzaran la cuarta plaza en liga.
 

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Alvaro Oleart