Aquellos que amamos la liga inglesa y la defendemos a capa y espada frente a nuestros amigos y compañeros como la competición regular más intensa y emocionante del fútbol europeo, no podemos evitar sentirnos algo decepcionados esta semana con la andadura de “nuestros” equipos en la Champions League.
La realidad es la siguiente: Manchester United y Manchester City, que se encontraban en la mayoría de apuestas como los candidatos más potentes para hacer frente a Barcelona y Madrid, fueron eliminados a las primeras de cambio. Lo del City, aún tiene cierta compresión (aunque tampoco mucha) por lo difícil de su grupo y la relativa inexperiencia de sus jugadores en esta competición. Pero lo del United… fracaso estrepitoso.
Así que los dos equipos que pasaron a la fase eliminatoria eran, curiosamente, los dos equipos que habían tenido más altibajos esta Premier: Chelsea y Arsenal.
Sabemos que la Champions League es una competición especial y que muchas veces no tiene relación con el camino que siguen los equipos es la competición doméstica. Históricamente ha habido clubs que no se encontraban ni en posiciones europeas en sus respectivas ligas, pero que en la Liga de Campeones llegaron a un meritorio puesto o incluso se alzaron con el cetro (Si la memoria no me falla, el Liverpool de Rafa Benítez cumplió esta regla)
Aferrados a este efecto, los amantes de la Premier nos confiamos en que los inestables Arsenal y Chelsea pudiesen ir avanzando eliminatorias y trayendo a los mejores equipos de Europa a Londres para jugar partidos de primer nivel mundial. Pero salvo milagro, estamos a punto de llevarnos el segundo chasco de la temporada a nivel continetal. Los equipos de Villas-Boas y Wenger tenían el partido de vuelta en casa y frente a ellos dos equipos italianos. Vayamos por partes:
Si no fuese porque la imagen del club se dañaría mucho si recibiese otra goleada, seguro que Wenger colocaría a todos los suplentes, canteranos e incluso a él mismo para el partido de vuelta frente a Milan. El 4-0 de la ida se antoja imposible de remontar. Perdonen mi pesimismo amigos…Pero hoy en día, ni el Arsenal es tan bueno, ni en Milan tan malo.
En lo del Chelsea aún se vislumbra un ligero rayo de esperanza ¿No lo creen? El resultado no es bueno, ni mucho menos. Pero el gol de Mata puede acabar siendo importante en la vuelta. Los de Villas-Boas solo necesitan un 2-0, que no es un resultado ni mucho menos descabellado, y más teniendo en cuenta que si hay un equipo novato entre los 16 que se encuentran disputando los cuartos de la competición este es el Nápoles. Stamford Bridge les puede impresionar…
Ya les he contado las cosas buenas, ahora les cuento las malas. El Chelsea hace meses que no juega a nada. Es un secreto a voces que el vestuario esta desfragmentado y que no tienen ninguna confianza en el entrenador. Un 2-0 es un resultado asequible, pero como , por poner un ejemplo, David Luiz haga de las suyas y los italianos marquen un gol, la cosa se complica bastante. Y por último, el Nápoles es un equipo inexperto sí, pero un equipazo al fin y al cabo, con grandes jugadores como Lavezzi, Hamsik y Cavani, que fue capaz de doblegar al Manchester City en el mano a mano que los dos batieron dentro del grupo de clasificación por la segunda posición.
Así que como les decía, la cosa pinta gris casi negra para los equipos ingleses y a un servidor se le acaban los recursos para seguir defendiendo en las tertulias futboleras con amigos, compañeros y familiares aquella frase tan recurrente de “La Premier es la mejor liga del mundo”.
Al menos, siempre nos quedará la Europa League…¿o no?
La realidad es la siguiente: Manchester United y Manchester City, que se encontraban en la mayoría de apuestas como los candidatos más potentes para hacer frente a Barcelona y Madrid, fueron eliminados a las primeras de cambio. Lo del City, aún tiene cierta compresión (aunque tampoco mucha) por lo difícil de su grupo y la relativa inexperiencia de sus jugadores en esta competición. Pero lo del United… fracaso estrepitoso.
Así que los dos equipos que pasaron a la fase eliminatoria eran, curiosamente, los dos equipos que habían tenido más altibajos esta Premier: Chelsea y Arsenal.
Sabemos que la Champions League es una competición especial y que muchas veces no tiene relación con el camino que siguen los equipos es la competición doméstica. Históricamente ha habido clubs que no se encontraban ni en posiciones europeas en sus respectivas ligas, pero que en la Liga de Campeones llegaron a un meritorio puesto o incluso se alzaron con el cetro (Si la memoria no me falla, el Liverpool de Rafa Benítez cumplió esta regla)
Aferrados a este efecto, los amantes de la Premier nos confiamos en que los inestables Arsenal y Chelsea pudiesen ir avanzando eliminatorias y trayendo a los mejores equipos de Europa a Londres para jugar partidos de primer nivel mundial. Pero salvo milagro, estamos a punto de llevarnos el segundo chasco de la temporada a nivel continetal. Los equipos de Villas-Boas y Wenger tenían el partido de vuelta en casa y frente a ellos dos equipos italianos. Vayamos por partes:
Si no fuese porque la imagen del club se dañaría mucho si recibiese otra goleada, seguro que Wenger colocaría a todos los suplentes, canteranos e incluso a él mismo para el partido de vuelta frente a Milan. El 4-0 de la ida se antoja imposible de remontar. Perdonen mi pesimismo amigos…Pero hoy en día, ni el Arsenal es tan bueno, ni en Milan tan malo.
En lo del Chelsea aún se vislumbra un ligero rayo de esperanza ¿No lo creen? El resultado no es bueno, ni mucho menos. Pero el gol de Mata puede acabar siendo importante en la vuelta. Los de Villas-Boas solo necesitan un 2-0, que no es un resultado ni mucho menos descabellado, y más teniendo en cuenta que si hay un equipo novato entre los 16 que se encuentran disputando los cuartos de la competición este es el Nápoles. Stamford Bridge les puede impresionar…
Ya les he contado las cosas buenas, ahora les cuento las malas. El Chelsea hace meses que no juega a nada. Es un secreto a voces que el vestuario esta desfragmentado y que no tienen ninguna confianza en el entrenador. Un 2-0 es un resultado asequible, pero como , por poner un ejemplo, David Luiz haga de las suyas y los italianos marquen un gol, la cosa se complica bastante. Y por último, el Nápoles es un equipo inexperto sí, pero un equipazo al fin y al cabo, con grandes jugadores como Lavezzi, Hamsik y Cavani, que fue capaz de doblegar al Manchester City en el mano a mano que los dos batieron dentro del grupo de clasificación por la segunda posición.
Así que como les decía, la cosa pinta gris casi negra para los equipos ingleses y a un servidor se le acaban los recursos para seguir defendiendo en las tertulias futboleras con amigos, compañeros y familiares aquella frase tan recurrente de “La Premier es la mejor liga del mundo”.
Al menos, siempre nos quedará la Europa League…¿o no?