El técnico del Chelsea, Carlo Ancelotti, está estudiando la posibilidad de enviar a Fernando Torres al banquillo en el partido más importante de la temporada, el que enfrentará a su equipo con el Manchester United en Old Trafford con el título de liga en juego.
«El niño» fue titular contra los «spurs» el sábado pero el delantero fue sustituido en el minuto 62 por Salomon Kalou, que logró anotar el gol decisivo del partido. Pero no parece que vaya a suceder lo mismo el domingo. En lugar de Torres, Ancelotti planea situar a Didier Drogba solo en punta. El marfileño ya marcó el año pasado en Old Trafford en un partido igual de trascendente. Torres ya fue titular en Old Trafford en el partido de Champions, mientras que Drogba se quedó en el banquillo, lo que entonces fue considerado como un grave error de Carletto, que sustituyó a uno por otro en el descanso.
Torres solo ha marcado un gol en 15 partidos con el Chelsea, por los 9 que marcó en 23 partidos con el Liverpool en los primeros meses del campeonato. Pero ahora se presenta ante él una ocasión única, tanto si empieza en el banquillo como si sale de recambio. Un doble o nada: 90 minutos para decidir si es héroe o villano.
Al igual que sucedió con Edin Dzeko hace unas semanas, Torres podría justificar su fichaje en un solo partido. Y es el del domingo. Si Torres lograra marcar el gol de la victoria y darle a su equipo el título, todas las críticas, dudas y controversias que han arreciado sobre el madrileño desde que llegó a Londres, quedarían instantáneamente borradas. Imaginen la situación: tiempo añadido, empate a cero, Torres coge el balón en medio campo, encara a Ferdinand, le deja atrás con su potente zancada, aparece Vidic, al que mantiene a raya con el brazo, encara a van der Sar y le bate por bajo. 0-1. El Chelsea es casi campeón, Torres se convierte en leyenda viva del Chelsea y 50 millones de libras se transforman en migajas.
Pero el fútbol es como el viento, un instante puede soplar en una dirección y al segundo siguiente en la contraria. Cierren los ojos (o mejor solo uno, que si no no podrán seguir leyendo) y recreen esta situación en su cabeza: Torres es titular el domingo. A pesar de su lucha constante, Vidic y Ferdinand se muestran infranqueables. «El niño» desaparece del juego, inclina la cabeza y se resigna cuando ve su número reflejado en la pizarra del cuarto árbitro. Sale del campo entre los abucheos de los aficionados locales y de los visitantes. El partido acaba en empate y el United tiene medio título en el bolsillo. No sería descabellado que los periódicos ingleses comenzaran a plantear la posible salida de Torres en verano. ¿Destino? Inter o Manchester City, los dos únicos clubes que podrían pagar lo que pagó el Chelsea en verano por un jugador que se ha devaluado un 50% en seis meses.
La solución, el domingo en Old Trafford. Y si las cosas salen mal, esta vez ya no habrá ni una boda real ni un terrorista islámico que desvíen la atención.
