No, no vamos a innovar nada. Quizá estemos algo cansados de “los momentos del año”, pero pretendemos justo lo mismo, una retrospectiva de 2012 y captar con la cámara de nuestra memoria aquellos momentos inolvidables que nos proporcionó el fútbol inglés en lo que ha sido un año histórico, trufado de momentos para recordar, para lo bueno, para lo malo (depende de los colores a los que se profese devoción), para lo curioso, lo simpático y para lo desagradable (que procuraremos que sean pocos). Y eso que Inglaterra no volvió a pasar de cuartos de final.
El doce no es ningún número fetiche ni nada por el estilo, sino que obedeceremos a la distribución numérica de los meses que tiene el año, pero sin ningún orden cronológico. Trenzando con el dígito final del año que se acaba y en el que, según algunos, también debió acabarse el mundo, también hemos optado por recoger doce momentos capitales, de modo que algunos otros y probablemente igual de importantes, como la marcha a Francia de Joey Barton, se han quedado fuera de la lista. Cosas del guión, disculpen las molestias. También relatamos la que para nosotros ha sido la verdadera highlight del año, ya fuera de la lista. Como premisa, adelantamos que no vamos a intentar ser objetivos. Harina de otro costal sería que lo lográsemos. Allá vamos:
• El primero de todos y primero en la lista por evidente, el gol de Agüero en el último minuto del descuento del último partido de la Premier. El partido, histórico, tuvo de todo: desde un Joey Barton emulando a Sonny Corleone hasta una remontada del QPR con diez jugadores esperada solo por aquellos aficionados del Rangers que se pasaron con la cerveza en el Etihad. O ni siquiera ellos. Mientras, en Sunderland los aficionados del United se frotaban las manos con un nuevo título de Premier, el mayor batacazo de la Historia y un saco de bromas a restregar en los morros de sus vecinos citizens. Pero pasados dos minutos del minuto noventa, Dzeko empataba el partido. Y dos después, el Kun ponía fin a los cuarenta y cuatro años de travesía por el desierto. El cielo volvía a ser azul.
• La cara de Joe Hart antes de que Andrea Pirlo patease su penalti en la tanda del Inglaterra-Italia de la Eurocopa. La cara de estupefacción que puso después de que el balón besase como una tímida amante las redes de su portería. Suponemos que también le dieron ganas de aplaudir. Como comprenderán, una nueva eliminación en cuartos de final de Inglaterra en penalties no supone ninguna novedad ni hecho resaltable.
• La constatación, triste, de la fuerza del poderoso caballero Don Dinero en el MK Dons-Wimbledon de la presente edición de la FA Cup, saldado con victoria local. Tiempos mejores volverán para el Wimbledon. El refundado y, de alguna manera, el original, claro.
• La tremenda actuación de Andy Carroll en el Newcastle-Liverpool, recuperando uno de los géneros que arrasaba en el Nueva York de entreguerras: el vodevil. Su show incluyó una mezcla casi perfecta de lo cómico, lo acrobático y lo grotesco. Su estúpido piscinazo cuando se encontraba en franca situación de abrir el marcador, digno de todos nuestros aplausos.
• La tremenda remontada y la demostración de poder del Arsenal en el Emirates frente al Tottenham en febrero para darle la vuelta a dos goles y acabar 5-2. Huelga decir que poco antes el Milán le había colado cuatros roscos en San Siro. Pero aquella fenomenal reacción de furia expresada en juego y goles bien merece la pena ser incluida entre los highlights del año.
• Los milagros del Chelsea en la Champions a lomos de Didier Drogba. En Nápoles. Ante el Benifca en Stamford Bridge. Ante el Barça en Stamford Bridge y en el Camp Nou. Y ante el Bayern de Múnich en el propio Allianz Arena para ganar la Champions y dejarnos pasmados a todos aquellos que presumíamos de cuerdos. Didier Drogba cometió sendos penalties infantiles en Barcelona y en Múnich. Ambos, marrados por Messi y Robben. A cinco minutos del final del tiempo reglamentario, el marfileño empató en el primer acercamiento a Neuer. Luego anotaría el penalti de la gloria. Fue la primera “orejona” que arribó a Londres.
• La portada de The Sun anunciando en mayo la designación de Hogdson como nuevo seleccionador inglés. Demostrando su espíritu de superación, el rotativo británico enunció su portada de deportes con un ingenioso “Bewing on the Euwos! (We´ll see you in Ukwaine against Fwance)” utilizando la ya famosa incapacidad del bueno de Roy de pronunciar la letra “r”. Bravo.
• El regreso a la Premier del West Ham. Seamos serios, sin las pompas de jabón, la Premier no es lo mismo. Bienvenidos y que sea por mucho tiempo.
• La destitución de Steve Kean en el pasado septiembre. Pocos entrenadores pueden tener en su currículum haber soliviantado a una ciudad entera. Por el cielo de Blackburn hasta volaron avionetas con mensajes de “Steve Kean out!”. Más irónicos, los parroquianos de Ewood Park llegaron a pedirle como sucesor de Fabio Capello. La FA no atendió a sus peticiones, aunque la directiva del Rovers sí lo haría. Ya en septiembre de 2012, jugando la Championship.
• Hablando de entrenadores, también habría que citar la cálida acogida en Stamford Bridge de Rafa Benítez tras el cese de Di Matteo. Pocas muestras de cariño han sido tan conmovedoras y tan efusivas. Pocos entrenadores han sido tan apreciados por su hinchada. Concretamente, no se recordaba un caso igual desde la llegada de Brian Clough a Leeds en 1974.
• El desagradable rifirrafe ente Luis Suárez y Evra en el Manchester United-Liverpool de febrero. Tras la acusación de racismo del francés, el uruguayo rehusó públicamente la mano del capitán del United en el saludo inicial. Según algunos testigos, Evra quiso agredirle después en el túnel de vestuarios.
• El gol de Thierry Henry al Leeds United en su momentánea vuelta al Arsenal, probablemente el momento del año en el fútbol inglés donde lo emocional desempeña un papel más importante. Las lágrimas tras desvelar su estatua, el anuncio de su regreso, el calentamiento por la banda del Emirates, la recepción del pase de Song en el perfil izquierdo (el de siempre, el acostumbrado), el disparo a pierna cambiada, medido, al ángulo inferior derecho del arco del Leeds, la voz entrecortada del comentarista y la locura del estadio, el abrazo con Arsène Wenger. La victoria gracias a su gol. La celebración con el fondo del Emirates tras el partido. Las lágrimas de bastantes hinchas. La sensación de que el tiempo no había pasado. El regreso del verdadero Rey.
• Y bueno, el de propina y a título personal y pidiendo perdón de antemano a los lectores simpatizantes del United. No se puede ser imparcial ni describiendo una rosa, llegó a decir Rafael Alberti. Si recordamos un momento de 2012 dentro de lo que ha sido el fútbol en Inglaterra, lo primero que se nos viene a la cabeza es la monumental victoria del Athletic de Bilbao en Old Trafford frente al Manchester United en la Europa League. Un marcador que se quedó hasta corto tras la exhibición de los de Bielsa. Una victoria para recordar durante generaciones, que tocó la fibra sensible de muchísimos aficionados, entre los cuales nos incluimos. Toda una demostración de poder de este singular club en uno de los escenarios más míticos del fútbol mundial. Una semana después, se repetiría la historia en San Mamés.
Tengan buen final de año y entrada del nuevo y que tengan un 2013 si no feliz, al menos sí curioso. Sean buenos, pero solo lo necesario. Y permanezcan siempre atentos a La Media Inglesa.