Por fin el Emirates pudo disfrutar de una victoria contundente de los suyos después de la tensión acumulada en las últimas semanas. A los «gunners» les costó abrir el marcador, ya que el Bolton salió con actitud defensiva esperando poder lanzar algún contraataque. Pero cuando el Arsenal marcó, los «trotters» volvieron a mostrar su falta de mordiente en ataque y de actitud para poder remontar un resultado en contra. Además, jugaron con diez hombres desde el minuto 55 por la expulsión de Wheather en el minuto 55.

 

Los diez primeros minutos del encuentro fueron un tanteo mutuo donde el Bolton cedió el balón al Arsenal, que lo movió con poca verticalidad esperando que se abriese un hueco en la zaga visitante. La primera oportunidad para los de Wenger llegó a raíz de una falta en la frontal que sirvió Robin Van Persie buscando la escuadra del portero. El esférico se marchó fuera por poco.

 

Diez minutos más tarde llegaron más malas noticias para Owen Coyle, que tuvo que retirar a su delantero David Ngog por lesión. En su lugar entró Kevin Davies, sacrificado por el técnico en el once titular.

 

Los siguientes minutos trascurrieron en la tónica general del encuentro. El Arsenal combinaba bien, pero cuando llegaba a la zona de peligro se le apagaban las luces y no creaba excesivo peligro. El Bolton, por su lado, parecía sentirse a gusto en su campo y contentarse con aguantar el 0-0 los máximos minutos posibles, esperando que los «gunners» cometieran algún error para salir en tromba.

 

Los locales probaron fortuna antes del descanso con disparos de Ramsey y Walcott, pero ninguno de los dos consiguió ver puerta.

 

Las cosas cambiaron rápidamente después del receso. Lo que el Arsenal no había podido hacer en los 45 minutos de la primera mitad, marcar un gol, lo hizo en solo 40 segundos de la segunda.

 

En un contraataque guiado por Ramsey, el galés sirvió el balón a Van Persie que recibió el esférico en la esquina izquierda del área y con un chut cruzado batió a Jussi Jääskeläinen.

 

Con un gol en su cuenta, el Arsenal se mostró más tranquilo y las ocasiones llegaron con más facilidad, aunque en el Emirates se palpaba nerviosismo por las sorprendentes remontadas que han sufrido los «gunners» en los últimos tiempos. El respetable quería más goles.

 

Las cosas acabaron de ponerse de cara para el Arsenal en el minuto 55. David Wheater derribó a Walcott cuando el 14 enfilaba portería. El árbitro lo consideró ocasión manifiesta de gol y mandó al jugador del Bolton a la caseta.

 

Después de la expulsión, el escenario no pudo ponerse mejor para los locales: un Arsenal en su estadio, con un hombre más y el marcador a favor ante un Bolton con muy pocos recursos. La victoria parecía sencilla hasta para un equipo tan inestable como lo es hoy en día el Arsenal. El gol local estaba por llegar.

 

En el minuto 71, con un Bolton muy mermado físicamente, Van Persie aprovechó una internada de Walcott con su correspondiente centro raso al área de castigo, para poner la bota y desviar el balón a la red. El holandés sentenció allí el partido y esta vez sí, el Emirates respiró algo más tranquilo.

 

Hasta el pitido final solo vimos intentonas del Arsenal por regalar a su público una goleada después de las penurias pasadas en los últimos encuentros. Ramsey, Walcott y Van Persie tuvieron buenas ocasiones desde distintas zonas del área que, por suerte para el Bolton, Jääskeläinen consiguió salvar impidiendo que la derrota fuera más abultada para los de Coyle.

 

Donde sí que no pudo hacer nada el meta finlandés fue en el gol del Alex Song en el minuto 89. El camerunés recibió un buen pase de Ramsey y cerca del punto de penalti fusiló la portería visitante colando el balón por la escuadra y cerrando así el partido.

 

Sin duda, esta victoria dará más margen a los de Wenger, que siguieron mostrando algunas carencias importantes, pero que por lo menos esta vez se llevaron los tres puntos. En cambio, el Bolton ni juega a nada ni consigue puntuar. Además, la proxima semana recibe al Chelsea. El bueno de Owen Coyle está en serios apuros.