Muchos medios dirán que con esta derrota se desvanecieron las esperanzas de alzarse con el título del Arsenal. Mentira. Sus esperanzas se comenzaron a disiparse en verano, durante la confección de plantilla. Un grupo de jugadores con clase que no saben ganar dirigidos por un entrenador que prefiere pasar seis años sin títulos a modificar un ápice su filosofía de juventud. Y aún así, a pesar de sí mismo, el Arsenal podría haber llegado al final luchando codo a codo con el Manchester United. Pero no pudo marcar al Blackburn en el Emirates (0-0), dejó escapar dos puntos ante el Liverpool en el tiempo añadido (1-1) y cuando tenía el partido ganado en Newcastle (0-4) y en White Hart Lane (1-3), el equipo se puso a temblar como una hoja y acabó empatando ambos. Demasiados errores para un equipo que aspira a ganar el título.
En esta ocasión, fue Tamir Cohen, que entró de recambio en la segunda parte, quién remató de cabeza y superó a Wojciech Szczesny después de un corner lanzado por Matt Taylor. Wenger agarró una botella de agua y la lanzó al suelo con rabia. Posiblemente debía estar preguntándose cómo es posible que un equipo que practica el mejor fútbol del país lleve ya seis años, contando el presente, sin llevarse un triste trofeo a las vitrinas.
En ataque, el Arsenal es una gozada. En defensa, un espanto. Su fútbol es rápido, incisivo, entretenido y el gol que marcaron esta tarde fue una excelente demostración de su filosofía de juego, una maravillosa combinación entre Fàbregas y van Persie que acabó con el gol de este último.
En la primera parte, sin embargo, el Bolton creó peligro con demasiada facilidad. Daniel Sturridge (los “trotters” se deben estar preguntando todavía que habría pasado si hubiera podido jugar la semifinal de la FA Cup) abrió el marcador en el minuto 38, su séptimo gol en nueve partidos desde que llegó a préstamo del Chelsea. Y el Bolton podría haber puesto el 2-0 si Kevin Davies hubiera transformado un penalti que detuvo Szczesny apenas dos minutos después del descanso.
Un minuto después, Robin van Persie superó a Jussi Jaaskelainen para poner el empate a uno después de combinar con el español Fàbregas.
El Arsenal fue víctima entonces de las paradas de Jaaskelainen, su pésima defensa, su propia deficiente concreción de cara a puerta y algunas jugadas que acusaron un exceso de elaboración. Fue una actuación que simbolizó perfectamente lo que ha sido la temporada para los «gunners»: buen juego, toque, precisión, posesión muy superior a la del rival (llegó a ser 75%-25% esta tarde), ocasiones claras…y derrota en el último minuto.
Bolton: Jussi Jääskeläinen, Zat Knight, Gary Cahill, Grétar Steinsson, Paul Robinson, Matthew Taylor, Fabrice Muamba (Mark Davies, 72), Lee Chung-Yong, Johan Elmander (Ivan Klasnic, 92), Daniel Sturridge (Tamir Cohen, 85), Kevin Davies
Arsenal: Wojciech Szczesny, Laurent Koscielny, Gaël Clichy, Bacary Sagna, Johan Djourou, Francesc Fabregas, Alexandre Song (Marouane Chamakh, 65), Theo Walcott (Andrey Arshavin, 73), Jack Wilshere (Aaron Ramsey, 84), Samir Nasri, Robin van Persie
Goles: 1-0: Sturridge (38), 1-1: van Persie (48), 2-1: Cohen (90)