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El Arsenal ha rechazado la primera oferta del Manchester United por Samir Nasri y ha comunicado a los campeones que no venderán al francés por menos de 25 millones de libras. El United deberá decidir ahora si están dispuestos a abonar esa cantidad después de que este miércoles se supiera que hace dos semanas presentaron una oferta de 20 millones de libras.
Los clubes decidieron no hacer pública la oferta pero parece evidente que el United, que ya ha invertido 50 millones en Phil Jones, David de Gea y Ashley Young, ha dado el paso decisivo para llevarse a Nasri a Old Trafford y reforzar su posición como el principal motor del mercado estival hasta el momento.
Al mismo tiempo, amenazan con convertir este verano en un via crucis para Arsène Wenger, que está tratando de digerir la casi segura marcha de Cesc Fàbregas al Barcelona y ahora deberá asumir la posibilidad cada vez más próxima de perder a otro de sus mejores jugadores. Nasri debe volver al Arsenal para iniciar la pretemporada este jueves y se espera que el jugador, de 24 años, que se encuentra en su último año de contrato, informe al club de que quiere irse. El Arsenal está dispuesto a ofrecer un sueldo muy superior al que tiene ahora pero aún así será difícil que puedan competir con el dinero que pondrán encima de la mesa en Old Trafford.
La noticia de la oferta del United podría desembocar en contraofertas del Manchester City, el Inter de Milán y el Chelsea, que han permanecido atentos al caso de Nasri y están sopesando la posibilidad de presentar una oferta.
El City negó la semana pasada haber presentado una oferta de 20 millones, y que no tenían intención de hacerlo. Sin embargo, parece que están reconsiderando sus opciones después de fracasar en el fichaje de Alexis Sánchez del Udinese. Si decidiera competir contra el United, el City tiene los recursos financieros como para ofrecer a Nasri el mejor salario. La dificultad para el Arsenal es que Nasri será agente libre dentro de un año y, a menos que firme un nuevo contrato, su valor comenzará a depreciarse rápidamente. Wenger, por tanto, debe decidir si lo mejor para el club no será cobrar el dinero y reinvertirlo en el equipo.
