FA Cup
Manchester Utd. | 1 |
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Arsenal | 2 |
Ficha técnica |
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1 – Manchester United: De Gea, Valencia, Smalling, Rojo (Januzaj, 73), Shaw (Jones, 45), Blind, Di María, Herrera (Carrick, 45), Fellaini, Young, Rooney. |
2 – Arsenal: Szczesny, Bellerin (Chambers, 66), Mertesacker, Koscielny, Monreal, Coquelin, Cazorla, Oxlade-Chamberlain (Ramsey, 51), Özil, Sánchez, Welbeck (Giroud, 74). |
Goles: 0-1, m.25: Monreal. 1-1, m.29: Rooney. 1-2, m.61: Welbeck. |
Sólo podía quedar uno. Y fue el Arsenal. Es posible que los Gunners acaben salvando la temporada si concretan el camino a la final y se proclaman campeones. Ello, unido al habitual cuarto puesto en Premier dejaría saciados temporalmente a los aficionados del norte londinese. Cayó el Manchester United. Queda un año más en blanco y con inciertas expectativas de futuro a medio y largo plazo. La sombra de Sir Alex Ferguson sigue siendo alargada.
El partido representó en el inicio el perfecto caos que poseen ambas escuadras. Imprecisiones a espuertas, errores y despropósitos. Media hora de revelación sobre dos grandes de la Premier muy venidos a menos. Este mismo encuentro, hace una década, habría atraído la atención por su nivel. En la actualidad, sólo la reverberación como instituciones. Equipos sin identidad. Sin fútbol. Sin argumentos.
A la media hora de partido todo se envalentonó. Volvió la esencia del fútbol inglés a Old Trafford. El ritmo, las aclamaciones, las cuantiosas llegadas al área. El atractivo.
Primero golpeó el Arsenal con una serie de desbordes y rebotes de Alex Oxlade-Chamberlain que habilitaron a Nacho Monreal para abrir el marcador. David De Gea salvó todo lo que pudo y más. Pero es difícil atisbar la definición de un defensor. Su escasa habilidad de cara a los guardametas hace muy dificultosa la labor de adivinar el cómo y el dónde irá el esférico. Esta vez por el palo corto. 0-1.
No tardó en reaccionar el United. Ángel Di María centraba desde la derecha y Wayne Rooney remataba de cabeza para empatar el partido. La reacción del equipo mancuniano había sido primorosa y auguraba una completa remontada basada en las dos piezas básicas que construyeron el tanto. No fue así.
Rooney es un futbolista excepcional. Puede jugar como referencia, de segundo delantero, incluso en el mediocampo. Ha modulado su carácter y es una institución dentro del vestuario de los Red Devils. Su aportación en el campo es indudable. Al igual que su compromiso. Pero es racional que si se le utiliza de ariete no tenga la misma influencia en el juego. Y si juega más atrás la idéntica capacidad goleadora.
De ahí al descanso continuaron las exclamaciones en las gradas. Es decir, siguió habiendo espectáculo en el campo. Dejó de existir el mediocampo (tampoco es difícil viendo ambos planteles) y se sucedieron las llegadas al área. En el segundo tiempo, vuelta al sopor.
Tras el descanso, Louis Van Gaal sustituyó a Luke Shaw y Ander Herrera por Phil Jones y Michael Carrick. Para colmo, Antonio Valencia colmó el horror de su actuación individual con una desacertada cesión a David De Gea. Tan mala fue que Danny Welbeck tuvo tiempo de alcanzar la pelota, hacerse un autopase y definir a puerta vacía. Y todo eso sin tropezarse. Una proeza, vaya. Se adelantaba el Arsenal.
Posteriormente, el equipo mancuniano se empeñó más en reclamar al colegiado Michael Oliver que en remontar o igualar la contienda. Finalmente, expulsado Di María y amonestado Adnan Januzaj. Que cada día se aleja más de Ryan Giggs y se acerca más a Federico Macheda.
Sin hacer demasiado, venció el Arsenal. Y pudo sacar más tajada sino es por la actuación del providencial español que ocupa la portería de Old Trafford. El United dice adiós a salvar los muebles de la campaña. El Arsenal suspira aliviado. Y sonríe. Puede que la 2014-15 no acabe tan mal.