Champions League
Arsenal | 3 |
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AC Milán | 0 |
Ficha técnica |
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3 – Arsenal: Wojciech Szczesny, Thomas Vermaelen, Laurent Koscielny, Kieran Gibbs, Bacary Sagna, Alexandre Song, Alex Oxlade-Chamberlain (Marouane Chamakh, 75), Theo Walcott (Park Chu-Young, 84), Tomas Rosicky, Gervinho, Robin van Persie. |
0 – AC Milán: Christian Abbiati, Philippe Mexes, Ignazio Abate, Thiago Silva, Urby Emanuelson, Djamel Mesbah (Daniele Bonera, 90), Mark van Bommel, Antonio Nocerino, Stephan El Shaarawy (Alberto Aquilani, 70), Zlatan Ibrahimovic, Robinho. |
Goles: 1-0, m.7: Koscielny. 2-0, m.26: Rosicky. 3-0, m.43: Van Persie (p.). |
El Arsenal se despidió a lo grande de Europa. Con la cabeza alta. Tan alta que toda Europa les echará de menos en la Champions League.
Los «gunners» casi logran lo imposible. Convirtieron lo que parecía un mero trámite tras el 4-0 de la ida en un partido digno de la mejor competición de clubes del mundo. La primera parte de los de Wenger fue una oda al fútbol, puntuada por los goles de Laurent Koscielny, Tomas Rosicky y Robin van Persie.
Alex Oxlade-Chamberlain reservó un viaje con todos los gastos pagados a Polonia y Ucrania en verano. Rosicky y Theo Walcott secundaron su magnífica actuación. Pero el Arsenal no fue capaz de culminar su actuación en la segunda parte.
Van Persie había pedido al equipo que «jugara con el corazón». Y el equipo respondió. Oxlade-Chamberlain, Walcott y Rosicky despedazaron al Milán. Koscielny marcó el primero. Luego lo hizo Rosicky y Van Persie puso el tercero con un excelente penalti. Un aficionado mostró una pancarta que rezaba ‘’We Believe’’. Esa era la sensación que recorría el Emirates.
El Arsenal era pura adrenalina. Mark van Bommel fue amonestado por derribar a Rosicky, que encaraba portería. El Milán comenzaba a verse desbordado.
La estrategia de Wenger surtió efecto. Rosicky se situó detrás de Van Persie, mientras Gervinho y Walcott desbordaban por las bandas.
Los aficionados del Emirates sufrían. Pero nada comparado con lo del pobre Djamel Mesbah. Walcott y Oxlade-Chamberlain se turnaron para hacerle pasar la peor noche de su carrera.
Oxlade-Chamberlain comenzó en la medular junto a Song. Pero no parecieron solo dos Alex, sino tres. O cuatro. El joven Ox ejemplificó la actuación de todo el equipo. Decidido. Dinámico. Y pronto, esperanzado.
Oxlade-Chamberlain lanzó un córner desde la izquierda y Koscielny aprovechó la falta de marca para marcar el primero de cabeza. El primer requisito para remontar era marcar temprano. Habían transcurrido siete minutos.
La presión del Arsenal tuvo dos consecuencias. Primero, dejó al Milán sin oxígeno. Segundo, los laterales Bacary Sagna y Kieran Gibbs fueron amonestados por el colegiado Damir Skomina. La tercera llegó a los 26 minutos.
Thiago Silva despejó fatal un envío de Walcott desde la derecha y Rosicky recogió el balón, se detuvo un segundo para pensar y envió el balón al único hueco donde el guardameta Abbiati no podía llegar. 2-0. La misión imposible cada vez lo parecía menos.
Un gol en contra habría acabado con las esperanzas del Arsenal. Los jugadores defendieron con sus vidas. Walcott retrocedía para recuperar el balón. Lo mismo que Gervinho. Pero el objetivo de recuperar el balón era siempre el mismo: marcar.
Algo que sucedería de nuevo a falta de tres minutos para el descanso. Oxlade-Chamberlain se adentró en el área con decisión y tuvo que ser frenado en falta. No por uno, sino por dos jugadores, Mesbah y Antonio Nocerino. Así de difícil se había vuelto frenar a The Ox.
Van Persie lanzó la pena máxima con fuerza y precisión. Era el 3-0. De repente el Arsenal era el favorito para clasificarse a cuartos de final.
En la segunda parte llegó el miedo. No a que no llegara el cuarto, sino a recibir el gol en contra que habría sentenciado la eliminatoria. Robinho tuvo varias ocasiones para lograrlo pero entonces emergió la figura de Szczesny, que detuvo todos los intentos que se acercaron a su portería.
La ocasión más clara para los milanistas llegó a falta de 13 minutos. Alberto Aquilani, cedido por el Liverpool, entró en la segunda parte y envió un fantástico balón para Nocerino, que solo tenía que empujar el balón. En lugar de eso, disparó a las manos de Szczesny. Detrás de Nocerino estaba Ibrahimovic, que posiblemente no habría sido tan benévolo. El sueco fue la referencia de su equipo en ataque pero Koscielny completó un partido impecable y no le dejó respirar.
El reloj corría inexorable. El Arsenal se quedó sin gasolina, falto de opciones en el banquillo. Chamakh y Park saltaron en la recta final. Más por el agotamiento de The Ox y Walcott que por lo que pudieran aportar. El Arsenal se quedó a las puertas. Pero recuperó su orgullo, lo cual no es algo menor en la situación actual de los «gunners».