Premier League
Ficha técnica |
2 – Arsenal: Wojciech Szczesny, Per Mertesacker, Laurent Koscielny, Carl Jenkinson, Kieran Gibbs (André Santos, 51), Mikel Arteta, Tomas Rosicky (Yossi Benayoun, 77), Alexandre Song, Theo Walcott, Gervinho (Andrey Arshavin, 68), Robin van Persie |
1 – Sunderland: Simon Mignolet, John O’Shea, Wes Brown, Michael Turner, Ahmed Elmohamady, Sebastian Larsson (Ji Dong-Won, 67), Stéphane Sessegnon (Connor Wickham, 79), Kieran Richardson, Jack Colback, Lee Cattermole (Craig Gardner, 87), David Vaughan |
Goles: 1-0, min:1 Van Persie. 1-1, min:31 Sebastian Larsson. 2-1, min:82 Van Persie |
Solo 27 segundos tardaron en encontrarse Rosicky, Gervinho y Van Persie. El primero buscó al marfileño con un pase a la espalda de O’Shea y Gervinho hizo lo que mejor sabe, explotar su velocidad y zancada para acercarse a la meta rival y poner un pase que Van Persie convirtió en gol con un buen toque ante el que Mignolet nada pudo hacer.
Con el marcador a favor, el Arsenal se sintió más cómodo, puesto que le ayudó a sacudirse la presión. Este comienzo auguraba una tarde plácida en el Emirates ante un trastocado Sunderland.
Las mejores oportunidades llegaban de los pies de Van Persie y Gervinho que con sus galopadas hacían estragos en la nerviosa zaga de los «black cats». El Arsenal tuvo ocasiones para poder aumentar su ventaja, pero pasados 25 minutos, fue el Sunderland el que decidió desesperarse, salir de la cueva y buscar la portería rival. Entonces volvimos a ver la peor cara del equipo de Wenger, un conjunto que aunque vaya por delante en el marcador, se vuelve algo timorato cuando el contrario le ejerce un poco de presión. El murmullo de disgusto en el Emirates empezó a crecer y poco a poco ese murmullo se volvió abucheos y silbidos para los locales, como si el respetable predijera lo que pasaría en solo unos minutos.
Cuando acabábamos de rebasar la media hora de juego, Arteta se midió en un salto con Cattermole y el español sacó demasiado el codo. El árbitro señaló falta a unos 30 metros de la portería del Arsenal. Sebastian Larsson intuyó que era su oportunidad. Ejecutó un potente pero colocado disparo a la escuadra izquierda de Szczesny que supuso el empate a uno en el marcador.
El Arsenal siguió inoperante hasta la media parte y un Sunderland que parecía venir de paseo a Londres se pudo ir al descanso por delante en el marcador si no llega a ser por la falta de puntería de sus atacantes.
La segunda parte fue una muestra clara de impotencia por parte de dos equipos que saben que debería estar rindiendo mucho más de lo que indican su juego y resultados.
El arbitró Howard Webb tuvo trabajo suficiente como para repartir nada más y nada menos que seis amarillas en la segunda mitad. Ninguno de los
dos equipos quería perder y buscaron en el cuerpo a cuerpo el posible remedio.
Wenger dio entrada a Arshavin por Gervinho, que hacía minutos que andaba desconectado del partido, en el minuto 68. La entrada del ruso dio algo de fuerza al ataque «gunner» y sus asociaciones con Van Persie fueron lo más peligroso que pudimos ver en la segunda parte.
A falta de un cuarto de hora, el Sunderland dio un paso atrás. El equipo local suele sentirse en la obligación de ir a por el partido y en cambio el visitante, casi intuitivamente, prefiere conseguir aunque solo sea un punto a domicilio y volver a su casa sin una derrota a sus espaldas. Parecía que los «black cats» conseguirían este propósito, pero a falta de ocho minutos para el final, Van Persie volvió a demostrar porqué es el pilar básico de este Arsenal.
El delantero holandés aprovechó una falta en la frontal para colocar el balón en la escuadra izquierda haciendo gala del guante que tiene en la bota izquierda. Mignolet no pudo hacer nada y el Emirates, y sobre todo Wenger, respiraron aliviados mientras subía el 2-1 al marcador.
El resultado ya no se movió y el Arsenal consiguió tres puntos que hunden un poco más al Sunderland, que por momentos vio el empate muy cerca. Seguramente la victoria dará algo de aire a los «gunners» pero antes de mirar a zonas más altas de la clasificación, primero deberían procurar que Van Persie ni tan solo se resfríe, porque aunque sobre el campo haya hombres como Gervinho, Arshavin o Arteta no podemos dejar de pensar: ¿que sería de este Arsenal sin el crack holandés?