Alvaro Oleart

El Aston Villa abusa de un inocente Wigan (2-0)

El Aston Villa de Alex McLeish siguió en la línea que le caracteriza esta temporada, jugando mal y logrando mantenerse invicto. Hoy logró una importante victoria ante un inocente Wigan, que no fue capaz de materializar ninguna de sus ocasiones. Agbonlahor y Bent fueron los goleadores.

 

Premier League

Aston Villa 2
Wigan 0
Ficha técnica
2 – Aston Villa: Given; Hutton, Dunne, Collins; Delph, Warnock, Petrov, Ireland (Heskey, 57), Bannan; Agbonlahor (Weimann, 86), Bent (N´Zogbia, 74).
0 – Wigan: Al-Habsi; Stam (McArthur, 56), Caldwell, Figueroa, Van Aanholt; Moses, McCarthy (Sammon, 85), Boyce, Watson, Diamé (Maloney, 71); Di Santo 
Goles: 1-0, m. 36: Agbonlahor; 2-0, m. 62: Bent
«McLeish ha hecho al Villa difícil de ganar, ahora debe hacerlo más fácil de ver». Esta genial frase de Henry Winter fue corroborada por los espectadores presentes en Villa Park en el día de hoy, aunque esta vez, a diferencia de la pasada jornada, la hinchada rival no gritó «Boring, boring, Villa».
 
De entrada, el planteamiento «villano» volvió a ser rancio. El sobrepoblado centro del campo, en el que cohabitaban cuatro medio centros, no fue suficiente para mantener la posesión del balón. Tampoco vivió el Villa de contraataques, puesto que los dos hombres llamados a dirigirlos por su habilidad y velocidad, Marc Albrighton y Charles N’Zogbia, estaban en una posición errónea: en el banquillo.
 
Así, el Villa vivió de la pegada de sus dos delanteros. El primero en aparecer fue Agbonlahor, sin duda el «villano» más en forma. Poco antes del descanso, el veloz delantero aprovechó un excelente envío de Barry Bannan para recortar a Caldwell y abrir el marcador. 
 
Tras el descanso, se vio a un voluntarioso Wigan, pero poco se puede hacer ante la pegada de Bent, y, sobre todo, ante la falta de mordiente de su delantero titular, Franco di Santo.
 
La victoria local no hace otra cosa que confirmar la posición de Alex McLeish en el banquillo de Villa Park, un lugar que a punto estuvo de ocupar Roberto Martínez. Posiblemente, el técnico español se estará arrepintiendo por no haber aceptado la oferta del Villa. Y es que debe de ser desesperante ver cómo un equipo como el suyo repite una y otra vez los mismos errores que la pasada campaña, en la que fue el segundo peor equipo en cuanto a goles anotados, solo por delante del Birmingham City, dirigido precisamente por Alex McLeish.
 

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Alvaro Oleart