Lejos quedan aquellas primeras cuatro jornadas de Premier League en las que los villanos sorprendieron a propios y extraños con un gran inicio demoledor. Al final, la realidad acaba siempre por imponerse y, cuando tienes una de las peores defensas de la competición, es normal que acabes cayendo hasta la 15ª posición que en estos momentos ocupa el conjunto de Paul Lambert.

 

Pero esta argumentación, válida para explicar los últimos pinchazos del Villa, no nos sirve para explicar la derrota de este domingo frente a los Spurs. Muy bien plantado en el campo y con unos 15 primeros minutos bastante buenos en lo que a juego se refiere, el equipo local acababa por adelantarse en el marcador tras una gran jugada individual por la banda derecha del otrora joven promesa, ahora el primo del tenista Tsonga que juega al fútbol, Charles N’Zogbia, que asistía a Andreas Weimann para que este marcase.

 

Mientras tanto, los de Maurcio Pochettino seguían a la expectativa, sin jugar demasiado bien al fútbol (en ocasiones duele ver lo desaprovechado que está un jugador como Christian Eriksen) y solo creando peligro a balón parado o en tímidos contraataques tras alguna ocasión del Aston Villa. O de Christian Benteke, que viene a ser lo mismo.

 

Y precisamente Benteke iba a ser el protagonista del partido. Tras una jugada un tanto confusa cuando quedaba en torno a la media hora de juego, el delantero belga acabó siendo expulsado y, sin él, desapareció el equipo local del campo.

 

Mauricio Pochettino movió el banquillo y, a balón parado, se llevó el partido en las postrimerías del mismo. Primero marcaría Nacer Chadli tras un saque de esquina y, cuando el partido ya parecía acabado, el canterano Harry Kane marcaría uno de los goles de la jornada de falta directa.

 

Pintan –aún más – negras las cosas para el Villa si no es capaz ni de ganar un partido en casa en el que se había adelantado en el marcador ante un rival tan contemplativo como el Tottenham. Y estos siempre están a tiempo de descubrir que si empiezan a jugar menos por bandas y más a utilizar al que es uno de los mejores mediapuntas de la Premier, Eriksen –como ocurrió en su día con Luka Modric-, igual acaban jugando mejor al fútbol y ganando partidos sin recurrir a la estrategia