Todavía no es como para que el Manchester United se ponga a temblar, pero lo cierto es que sin hacer ruido, casi de puntillas, el Chelsea está de nuevo en la lucha por el título. Solo necesitó una mitad para deshacerse del Birmingham y ya está segundo, después del enésimo tropiezo del Arsenal. Ancelotti ya ha hecho sus números: si ganan los cinco partidos que les quedan (uno de ellos contra el Manchester United), los diablos rojos tendrán que sacar 10 puntos sobre 12 en los otros cuatro partidos (uno de ellos contra los «gunners»).
Los actuales campeones han logrado 19 de los últimos 21 puntos. Después de caer en Europa, el Chelsea ha recuperado la confianza. Si no hubieran perdido a media defensa durante la temporada, tal vez estarían por delante de los diablos rojos.
Al anunciar que ya estaban fuera de la lucha por el título, Ancelotti ha quitado presión al equipo y los jugadores todavía están a tiempo de hacerle quedar mal.
El equipo de Alex McLeish llegó a Stamford Bridge con otras preocupaciones, más vinculadas con el descenso y con disfrutar de unas merecidas vacaciones después de su histórico triunfo en la Carling Cup. Unos minutos bastaron para comprobar que el Birmingham no plantaría cara en Londres.
En el descanso el Chelsea mandaba ya 2-0. Nada más empezar, una apertura de Terry hacia Ferreira, que ocupó el lateral derecho esta noche, derivó en el centro de éste hacia Didier Drogba, un jugador renacido en las últimas semanas. El marfileño habilitó a Florent Malouda, que marcó a placer.
El Chelsea solo fue inquietado ocasionalmente por Cameron Jerome o la imaginación de Sebastian Larsson. Pero antes de la media hora, Kalou decantó definitivamente el encuentro después de que Salomon Kalou evitara a Roger Johnson y Stuart Parnaby. Ben Foster hizo la estatua en el gol pero estuvo brillante para impedir dos intentos de Drogba y otro de Frank Lampard.
El City, a solo cinco puntos del descenso, no podía permitirse salir goleado. El daño psicológico podría pasarles factura en el futuro, así como la diferencia de goles. Además, tiene un calendario de espanto, con visitas a Liverpool, Tottenham Hotspur y Newcastle. La relajación del Chelsea también contribuyó a la mejora de los visitantes. El cabezazo de Johnson tras saque de esquina de Larsson puso el miedo en el cuerpo «blue». Solo un suicidio del Chelsea podría haber ofrecido una oportunidad al Birmingham. Y eso es lo que quiso intentar David Luiz, que cometió un absurdo penalti sobre Matt Derbyshire a falta de 14 minutos para que Larsson marcara desde el punto de penalti.
Aunque para entonces, la diferencia ya era de 3 goles. Ryan Bertrand, que había salido de refresco por la lesión de Ashley Cole, puso un excelente centro solo cinco minutos después de debutar con el primer equipo para que Malouda, desapercibido entre los dos centrales rematara y lograra su duodécimo gol de la temporada.
Fernando Torres salió poco después del 3-0. Es evidente que Drogba está en un estado de forma mucho mejor que el español, que deberá resignarse a ver desde el banquillo lo que resta de temporada. Con Drogba el Chelsea es otro equipo. Quién sabe si uno que puede llegar a tiempo de darle emoción a la liga.
Chelsea: Cech, Ferreira, David Luiz, Terry, Cole (Bertrand, 56), Essien, Mikel, Lampard, Kalou (Anelka, 67), Drogba, Malouda (Torres, 67)
Birmingham: Foster, Carr, Johnson, Ridgewell, Parnaby (Davies, 79), Larsson, Gardner, Ferguson, Fahey, Hleb (Derbyshire, 70), Jerome (Bentley, 70)
Goles: Malouda (3, 61), Kalou (26), Larsson (76)