Champions League
FC Barcelona | 1 |
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Manchester City | 0 |
Ficha técnica |
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1 – FC Barcelona: Ter Stegen, Dani Alves Booked (Adriano, 91), Piqué, Mathieu, Alba, Rakitic (Rafinha, 84), Mascherano, Iniesta, Messi, Suárez, Neymar. |
0 – Manchester City: Hart, Sagna, Kompany, Demichelis, Kolarov, Nasri (Jesús Navas, 45), Fernandinho, Y Touré (Bony, 72), Milner (Lampard, 87), Silva, Agüero. |
Goles: 1-0, m.31: Rakitic. |
El partido fue injusto. En cuanto a que el Barcelona debió sentenciar la eliminatoria mucho antes. A que Manuel Pellegrini se mereció un castigo mucho mayor. Y en cuanto a que la exhibición de Leo Messi no se vio recompensada en los 90 minutos. Y por tanto no superó a Cristiano Ronaldo en la tabla de máximos goleadores de la historia de la Champions League.
El Barcelona fue superior. En las fases de partido en las cuales quiso. Atacó y defendió mejor que el Manchester City. Y cuando bajó el pistón las ocasiones siguieron llegando por pura inercia. Mostró ser mucho más equipo que los Sky Blues durante los 180 minutos de la eliminatoria. Línea por línea es un equipo de mucho más nivel. Pero colectivamente tiene unos automatismos mucho más asumidos y labrados. En definitiva, es más. En todo.
El Barcelona empezó fuerte con el cometido de resolver la eliminatoria por la vía rápida. Y sobre todo de la mano de Leo Messi. El encuentro fue posiblemente la prueba definitiva de la recuperación de Leo Messi hacia la élite del fútbol mundial e histórico. Tras unos años de rendimiento menor ha conseguido volver a tener la influencia de antaño en el juego del Barcelona. Recibe más, participa más y marca igual. Pero con un paradigma de juego mucho más completo. Más decisivo. Determinante.
El City no rindió mal en ataque. Pero sus recuperaciones se hacían demasiado atrás. Con muchos metros por recorrer y más espacio a ocupar por sus efectivos. Más complicado que adelantando la línea de fuera de juego reduciendo espacios para la creatividad de los culés. Un entramado defensivo posicional, en una síntesis entre una presión alta y un repliegue absoluto, fue encajando en cada jugada a los ingleses en su área. De forma paulatina. Lenta. Y representativa del mediocre rendimiento de Pellegrini y sus jugadores.
En uno de los destellos de Messi, en un contragolpe, asistía a Ivan Rakitic para el 1-0. La exhibición del argentino eclipsó las desacertadas actuaciones de Neymar y Luis Suárez. El Barcelona encontró espacios a espuertas. Cuando y como quiso. Y Messi fue el que de forma más inteligente y pragmática los usó. Asistió mucho, remató poco. Y se lució como antaño.
En el segundo tiempo el City fue ganando metros y profundidad. Yayá Touré cogía el timón del partido y del mediocampo. El City se acercaba. Sin llegar a rematar ni a crear verdadero peligro. Y como era de esperar, el chileno errante volvió a fallar. Quitó al centrocampista marfileño cuando era el mejor del equipo.
En una internada de Jesús Navas por la derecha Gerard Piqué le trabó. Penalti. Las opciones del City volvían a reavivarse. En caso de marcar, había eliminatoria. 10 minutos por delante para apelar a la épica. 600 segundos para conformar una de las mayores injusticias del fútbol. Los Sky Blues no hicieron una eliminatoria defensiva o cobarde. Sino una eliminatoria deficiente. Con enormes carencias. Afortunadamente, Marc-André Ter Stegen detuvo el penalti lanzado por Sergio Agüero.
Ahí moriría el partido. El Barcelona siguió creando ocasiones y Joe Hart, el mejor del partido por una legua, desbaratándolas. Pellegrini volvió a realizar un perjuicio al fútbol metiendo a Frank Lampard con la eliminatoria en un contexto totalmente irrecuperable. Adiós a una leyenda en una situación en la que jamás podría lucir. Lampard no pudo despedirse con honores de la competición de la que ha sido protagonista durante más de una década.
El Barcelona estará en cuartos. Y Pellegrini luchando por meterse en Champions. Ni competirá por la Premier tan siquiera. El único consuelo fue la exhibición descomunal de Leo Messi. Lo peor, la triste despedida de Frank Lampard de la competición que tan grande le hizo. La vida sigue. La Champions también. Pero sin equipos ingleses esta vez.